viernes, 16 de octubre de 2015

Señales de Amor - Parte 3

Señales de amor

Parte 3.


Temprano en la oficina Heero se encontraba preparando el informe para la junta que su jefe Traize convocaría al mediodía por lo que estaba muy presionado, pronto se llegaría el fin de año y debía presentar los balances ante el consejo de la compañía, eso siempre lograba frustrarlo un poco, además de eso todo lo que sucedía con Duo y Trowa le distraía... Heero oye que llaman a la puerta de su oficina y permite la entrada a quien tocaba, se trataba de Quatre que vestía provocativamente, como hace mucho no lo hacía, unos pantalones algo ajustados a su cuerpo dejando ver la perfecta cintura que poseía, incluso más perfecta que la de cualquier mujer de buen cuerpo, una camisa de seda color azul dejando algunos botones de arriba desabrochados y el cabello menos peinado de lo normal, el chico rubio se acerca hasta el escritorio y cuando Heero voltea se queda boquiabierto, realmente el chico se veía muy sensual y ante su reacción Quatre sonríe, era la reacción que esperaba, se acerca a Heero pasando de lado del escritorio y quedando a un lado de su ex amante, Heero percibe el delicioso perfume en el cuerpo de Quatre y totalmente sonrojado lo mira al rostro, Quatre se agacha recargándose en el escritorio y mostrándole unos papeles fijando su mirada en ellos pero Heero parecía hechizado, solo podía ver su rostro, hacía mucho que no lo veía tan hermoso, el rubio sonríe sensualmente y acerca su rostro demasiado al de Heero y éste podía sentir su fresco aliento en su cara

Quatre. ¿Pasa algo?
Heero. Na... da, yo... no, nada
Quatre. ¿Te dejo estos Heero?
Heero. Si

Heero no se concentraba en nada que no fuera el cuerpo del rubio mientras le mira marcharse, sentía calor a pesar de que era otoño y ya comenzaba a sentirse el frío del próximo invierno, Quatre había logrado completamente su cometido, Heero seguía amando locamente a Duo pero también era un ser humano y era completamente imposible no sentirse así al ver a alguien como Quatre como lo había visto no hace un par de minutos, el chico de mirada fría sacude su cabeza con fuerza para después sujetarse el cabello con una mano haciendo su cabeza hacia atrás y recargándose en su silla giratoria la cual gira hacia la ventana para abrirla, sentía mucho calor y había logrado excitarse un poco. Quatre al salir de la oficina se dirige a la que le habían asignado temporalmente a Trowa, estaba completamente emocionado, el ojiverde abre la puerta al escucharlo tocar y lo deja pasar, el rubio se sienta directamente en el sofá cruzando las piernas y colocando sus manos atrás de su cabeza

Trowa. Te ves, feliz
Quatre. Y lo estoy, debiste ver la cara de Heero, estaba...
Trowa. Perplejo, lo imagino, te ves... delicioso

Trowa mira a Quatre de pies a cabeza mordiéndose el labio inferior y el rubio se enseria bajando sus manos y sentándose con ambas piernas sobre el sofá, no le había agradado para nada el halago del ojiverde

Trowa. Perdón, no quise ofenderte
Quatre. No importa, dime una cosa ¿cómo es él que tiene locamente enamorados a dos personas como tú y Heero?
Trowa. Ah Duo, él es la criatura más hermosa sobre la faz de la tierra, es alegre, agradable, simplemente hermoso, es inteligente aunque a veces suele ocultarlo muy bien, tiene estilo, clase, es educado, tiene el mejor de los talentos para decorar, es sensual y todo un as del sexo, demasiado bueno en la cama para ser verdad

El rubio miraba totalmente celoso a Trowa mientras escuchaba todas esas palabras, le habían entrado unas enormes ganas de conocer a ese tal Duo Maxwell, no podía ser que existiera alguien como él, parecía toda una quimera sacada de algún maravilloso cuento, todo lo que decía Trowa seguramente eran palabras adornadas porque él le amaba, él no podía quedarse atrás y dejar que Heero viviera feliz con ese tal Duo, él debía ganarse el terreno que durante años no había podido ganarse en el corazón de Heero

Quatre. Ya veo
Trowa. Vamos, tú también eres hermoso, ese cuerpo, ese rostro que tienes es precioso, esos ojos, esos labios que cualquiera quisiera besar, tiernos y rosados, Heero es un tonto... aunque también, no te comparas para nada a Duo, él es mil veces mejor

Totalmente molesto por el último comentario Quatre se pone de pie y le da una bofetada al ojiverde quien sonríe por aquella acción, Trowa a veces podía ser un hombre demasiado cínico además había notado la expresión de desagrado por parte del rubio cuando le describía a Duo y no lo soportaba, debía darle a entender que él no era nada comparado a su trenzado. El rubio llega muy molesto a su oficina aventando al suelo unas cosas que estaban sobre su escritorio, su amigo Wufei se encontraba en la puerta viendo todo ya que había llegado ahí segundos después de que Quatre lo hiciera, el chico rubio mira hacia allá y más molesto se sienta frente a su escritorio

Quatre. ¿Qué quieres?
Wufei. Nada
Quatre. Entonces vete
Wufei. ¿Qué te pasa? Estás muy extraño desde que dijiste esa mentira frente a Barton
Quatre. ¿Mentira? ¿Cuál mentira?
Wufei. Que solo éramos amigos
Quatre. Ay por Dios, solo somos amigos
Wufei. ¿Entonces siempre te acuestas un par de veces con tus amigos?
Quatre. Idiota, vete de aquí
Wufei. No, quiero que me digas que te pasa
Quatre. Estoy de mal humor y no quiero ser grosero contigo
Wufei. Platícame por favor, como antes
Quatre. Está bien, cierra la puerta

Sonriendo el chino cierra la puerta y se sienta en un mueble cerca del escritorio del rubio y éste se pone de pie dirigiéndose también hacia él y sentándose comienza a platicarle a Wufei acerca de Trowa, Duo y Heero y el plan que junto al ojiverde tenía previsto, Wufei no daba crédito a todo lo que oía, eso que hacía su amigo nada tenía que ver con lo que él era, él jamás haría algo así, eso quería decir que realmente amaba a Heero y deseaba tenerlo nuevamente cerca, al terminar el rubio mira fijamente a Wufei quien volteaba hacia el suelo empuñando sus manos en sus rodillas

Wufei. No me gusta cómo suena eso pero... sabes que yo te apoyo en todo
Quatre. ¿De verdad?
Wufei. Sí, porque te amo y quiero verte feliz, con Heero, conmigo o con quien sea, solo con que tú seas feliz
Quatre. Gracias
Wufei. Bien, me voy, te espero en casa por la noche
Quatre. Wufei, tal vez me quede con Heero

Wufei levanta su mirada y la fija en la mirada de Quatre

Wufei. ¿Qué?
Quatre. Trataré de reconquistarlo por los medios que sean necesarios
Wufei. Está bien, pero si no, sabes que te estaré esperando
Quatre. Gracias, amigo

Wufei se pone de pie sonriendo fingidamente y sale de la oficina de su amigo, al cerrar la puerta se recarga en ella y suspira, su amigo no tenía idea del error que cometía y que solo iba a salir herido, pero debía aprender que contra el verdadero amor no podía y que el amor entre Heero y Duo no iba a desaparecer en unos días siendo que había perdurado a pesar de todo durante 4 años, había personas que habían nacido para estar juntas desde un principio, se les conocía como almas gemelas y esos dos eran una de esas almas gemelas por lo que ni Trowa, ni Quatre, ni nadie iba a poder separar jamás, al menos no en alma, porque sus corazones siempre iban a pertenecer al otro

A la hora del almuerzo Quatre invita a Heero al restaurante de enfrente y éste no se niega, le gustaba la idea de que el rubio y él ahora fueran amigos, se había enterado por rumores en la empresa que tenía algo que ver con Wufei porque una vez les habían visto tomados de la mano muy sonrientes pero lo que ignoraba totalmente era el acuerdo entre él y el ojiverde para recuperar cada uno a su respectivo ex amante, el chico de mirada fría tenía aún cosas que preparar para la junta que se llevaría a cabo en menos de 2 horas pero no se había podido negar ante la invitación del rubio, había algo en él que le hechizaba, quería estar cerca de él, era algo solo físico por lo que su mente no actuaba, solo lo hacía su cuerpo

Quatre. Me alegra que ahora estemos en buenos términos
Heero. Si
Quatre. Dime, ¿ya tienes pareja?
Heero. Si, se llama Duo
Quatre. ¿Viven juntos?
Heero. No, él vive solo pero pronto eso cambiará
Quatre. Que bien
Heero. ¿Y tú que tienes con Wufei?
Quatre. Nada, solo somos amigos

Heero mira atento a Quatre, realmente creía que entre los dos había algo, pero si su amigo decía que no entonces debía ser cierto, después de todo en la oficina corrían muchos rumores que no siempre eran de fiar

Heero. Quatre, hoy te ves bien
Quatre. Gracias
Heero. ¿Por qué?
Quatre. ¿Por qué, qué?
Heero. Actúas así hoy, vistiéndote así y actuando como si fueras el rey del mundo
Quatre. No es verdad
Heero. Estás provocativo, sensual, hace mucho que no caminabas así
Quatre. Solo quiero sentirme con más confianza, mi novio terminó conmigo después de una relación seria de mucho tiempo, es todo
Heero. Ya veo

Al terminar el almuerzo regresan a la oficina después de haber hecho una sobremesa de algunos minutos, hace mucho que no conversaban tan amenamente como en esa ocasión, Heero se sentía más en confianza con el rubio que cuando eran pareja, hasta había llegado a pensar que tal vez había sido un error dejarlo pero una imagen de Duo le hizo volver a la realidad, él era a quien amaba y a nadie más, por Quatre solo sentía un cariño amistoso además de una extraña atracción física, sobre todo vistiendo de esa forma, pero nada más, por Duo sentía todo, amor, deseo, cariño, se sentía en confianza para hablarle de lo que fuera, era como Wufei los describía, su alma gemela... después de la junta que es todo un éxito Heero vuelve a su oficina y su secretaria le informa que Duo Maxwell llamó preguntando por él, rápidamente el chico toma el teléfono y marca a su celular, el trenzado contesta y ambos quedan en que Duo volverá al departamento de Heero por la noche y él muy contento desea porque ya pronto sea de noche y volver a ver a su amado trenzado
Quatre se las ingenia para acompañar a Heero a su departamento pretextando que ha dejado muchos cd´s de música donde su ex amante y que desea recuperarlos, Heero no ve el inconveniente ya que Duo ha quedado de pasar al departamento a las 10 de la noche porque ese día debía viajar a otra ciudad por unas cosas que necesitaba para la remodelación de la casa del actor Zechs, apenas iban a ser las 8 de la noche y perfectamente alcanzaba Quatre a recoger sus cd´s e irse antes de que el trenzado llegara... entran al departamento de Heero y antes que el rubio comience a revisar los cd´s Heero le ofrece algo de tomar y el acepta una copa, al agarrarla Quatre derrama adrede el contenido sobre la ropa de Heero, él no se enoja pero no le agrada eso porque su camisa ha sido arruinada, el rubio se disculpa y el chico de mirada fría solo asiente quitándose después la camisa para meterla inmediatamente a lavar porque no quería que quedara manchada, entra al cuarto de lavado y no logra escuchar el teléfono que suena hasta que el contestador se activa — Heero, llegaré antes de lo planeado, espero que no te molestes, nos vemos mi amor — Quatre sonríe al escuchar la grabación y ve ahí una oportunidad para separarlos, Heero sale del cuarto de lavado y el rubio sonriendo finge que busca los cd´s, el chico de mirada fría mira el reloj y ve que ya pronto serán las 9, deseaba que Quatre saliera ya de su departamento para adecuarlo para recibir a Duo pero éste no parecía apurarse, Heero aún no se ponía ninguna camisa

Heero. ¿Sabes? me meteré a bañar, espero visita
Quatre. Sí, no te preocupes, ya me apuro ¿sí?
Heero. Está bien

El rubio vuelve su mirada a los cd´s mientras que Heero se mete al baño, Quatre al oír la regadera se pone de pie y se dirige al cuarto de Heero tomando una de sus batas de baño, se quita la ropa y se la coloca encima, se acerca al lavadero de trastos y se moja el cabello, abre la alacena y saca un par de velas colocándolas en la sala y las prende, atenúa las luces de la casa y prende música, minutos después antes de que Heero salga del baño se escucha el timbre de la puerta - ¿Podrías abrir por favor? — se escucha la voz de Heero desde dentro del baño y Quatre contesta afirmativamente, abre la puerta y ante él estaba el trenzado que veía impactado a Quatre, se veía claramente que algo había pasado entre él y su chico pues además ve las ropas y el ambiente del departamento, también podía oír claramente el ruido que el agua de la regadera hacía cayendo al suelo del baño, por sus ojos se corren lágrimas silenciosas y Quatre sonreía ampliamente

Duo. ¿Quién... eres?
Quatre. Quatre Raberba Winner ¿y tú eres...?
Duo. Nadie

El trenzado se va corriendo con un gran dolor en su corazón, ese era el chico ex amante de Heero y no era nada feo, realmente era muy atractivo, además era obvio que él era a quien verdaderamente amaba Heero, se sentía desconsolado, las lágrimas corrían locamente por sus mejillas y aunque las limpiaba seguían saliendo, sentía que el corazón se le había roto en mil pedazos, no podía seguir viviendo, su existencia ya no valía nada... el rubio se da prisa en dejar las cosas como antes, se quita rápidamente la bata y la coloca en su lugar, se cambia a prisa y apaga las velas para llevarlas a su lugar, acomoda las luces y apaga el estéreo para después rápidamente sacar de entre todos los cd´s de Heero los que le pertenecían, estaba muy agitado porque todo lo había hecho rapidísimo porque sabía que su ex amante no duraba mucho bañándose, Heero sale del baño y lo ve muy agitado y se asusta

Heero. ¿Qué pasó?
Quatre. Nada es que, estaba bailando, es todo
Heero. ¿Bailando?

El chico entrecierra los ojos y levanta una de sus cejas ante aquella explicación, no la creía del todo pero ya no preguntaría más por eso

Heero. ¿Quién vino?
Quatre. Nadie, era una señora pidiendo limosna
Heero. Ah

Heero entra a su habitación para cambiarse ya que solo contaba con una toalla que le rodeaba la cintura, las gotas de agua de su cabello escurrían por toda su espalda, el chico rubio ante aquella imagen del cuerpo perfecto de Heero mojado le comenzaba a excitar pero debía esperar aún más por volver a tener ese cuerpo junto al suyo, ya había logrado alejar a Duo, ahora solo faltaba que Heero volviera a fijarse en él como antes y ya todo estaría listo, Trowa se encargaría de lo demás, solo esperaba que Duo no lograra conversar con él y le contara lo que vio esa noche en el departamento porque se daría cuenta Heero de lo que había hecho y eso jamás se lo iba a perdonar, conocía muy bien a Heero y sabía que de enterarse de esa traición lo despreciaría por el resto de su vida, la sola idea le aterraba pero ya no había nada que hacer... el rubio toma los cd´s y despidiéndose de Heero ya que él estaba vestido se va del departamento, el chico de mirada fría comienza a preparar el departamento para recibir a su trenzado, pronto se le hacen las diez de la noche y sonríe porque sabe que Duo no tardará. Cuando el reloj marca las once se preocupa y llama a su celular pero la contestadora le dice que el teléfono tal vez se encuentre fuera de servicio o en un lugar donde no hay señal, Heero se resigna pues no sabe la dirección del departamento de Duo ni el teléfono de su casa, no se habían visto mucho y por eso no había habido tiempo para darse más datos personales que no fueran los números de celular
En su departamento lloraba sin control, ahora sabía que había perdido a Heero en un abismo de 4 años y que jamás volverían a amarse como en aquel momento en aquel verano... el timbre sonaba insistente pero él no tenía deseos de ponerse en pie, vivir ahora se había convertido en algo doloroso y no deseaba seguir haciéndolo, la persona que tocaba era Trowa que informado por Quatre sabía lo que había ocurrido y entonces una idea viene a su mente, entraría por una de las ventanas ya que sabía que el trenzado siempre mantenía abierta la de la antesala y como se encontraba en un segundo piso eso sería muy fácil así que trepa y logra meterse al departamento, escucha los sollozos de Duo y se dirige a su habitación, el trenzado lo mira y muy enojado agarra un objeto de cristal que se encontraba en el buró más cerca y lo avienta en dirección a Trowa pero él lo esquiva haciendo que éste se estrelle contra la pared y se rompa

Duo. ¡¿Qué haces aquí?... vete!
Trowa. ¿Qué tienes?
Duo. ¡Lárgate, no eres bienvenido!
Trowa. Quiero ayudarte
Duo. ¡Déjame y muérete lejos de mí!

Duo vuelve a acostarse en su cama sobre su costado derecho y continúa llorando dejando de hacer caso a Trowa, ya no le importaba más, quería morirse lo más pronto posible y dejar de sufrir el tormento que era el saber la verdad respecto a Heero, después de todo el ojiverde había dicho la verdad al decirle que el rubio y Heero se amaban intensamente, ahora no le cabía ninguna duda. Trowa se acerca a la cama y se sienta en ella acariciando el cabello de Duo, él se quita dándose vuelta al otro lado haciendo que Trowa se enoje e intente golpearle el rostro pero Duo sujeta su puño con ambas manos ya cuando estaba a punto de estrellarse en su rostro y lo avienta, el coraje que sentía al saber que Heero no le amaba le hacía más fuerte, Trowa sonríe y se acerca para abrazar a Duo pero éste patalea obligándolo a separarse de él

Trowa. Perdón, no intentaré golpearte otra vez
Duo. ¡Dije que te largaras!
Trowa. ¿Estas así por él?
Duo. ¡Sí!
Trowa. Lo imagino, hoy en la oficina los vi muy sonrientes, tomados de la mano y besándose, creo que hasta volvieron a vivir juntos
Duo. ¡Cállate... cállate!

Duo se apretaba los oídos con fuerza y coraje, no quería escuchar ni una sola palabra sobre el amor de esos dos y mucho menos en labios de Trowa porque sabía que el ojiverde lo disfrutaba ampliamente

Trowa. Yo te protegeré de todo, de él y de todos
Duo. Cállate
Trowa. Te perdono el engaño para poderte unir con ese porque sé que estas sufriendo
Duo. ¡Mentira!
Trowa. Déjame demostrarte que te amo y que me arrepiento de todo lo que te hice
Duo. ¡No me importa!
Trowa. Por favor, te amo

La mirada en Trowa era sincera al decir las últimas palabras y Duo recuerda al antiguo Trowa antes de la violación, él era realmente una buena persona y en sus brazos se podía sentir protegido, amado, pero sabía muy bien que él poseía una loca y extraña identidad aparte de la primera que le conoció, estaba confundido, no sabía que pensar nuevamente, si volvía con Trowa de todos modos no iba a conseguir olvidar a Heero y además el recuerdo de la violación siempre iba a estar presente ¿cómo poder volver a confiar en él después de semejante acto, no sabía qué hacer y lo único que sabía era que necesitaba olvidar a Heero, de nada servía quererse morir, debía demostrarle a ese tipo que podía vivir sin él para así no alimentar esa arrogancia que él sabía le caracterizaba, ahora debía aprender a odiarlo porque su amor no le hacía nada bien

Duo. Quiero volver, contigo

Había dejado de llorar y ahora veía fijamente a su ex amante, estaba decidido a olvidar a su antiguo amor para siempre aun sabiendo que era algo imposible, el ojiverde no podía sonreír más, nunca se había sentido tan contento, su amor hacia Duo ahora se había convertido en una obsesión y se sentía victorioso al haber separado a Heero de él, el trenzado era ahora su trofeo y él iba a encargarse de hacerlo feliz y así conseguir el amor que no había conseguido nunca por parte de Duo, el trenzado por su parte sentía el alma destrozada, sabía que nunca sería feliz al lado de Trowa, él no creía en el viejo dicho de "un clavo saca a otro clavo" pero al menos él le ayudaría a demostrarle a Heero que él no se iba a hundir por no estar a su lado
Aún de noche Heero estaba muy preocupado, no había podido dormir pensando en Duo, estaba casi convencido de que algo malo le pasaba, su celular aún no estaba en servicio y eso le desesperaba aún más, en otro intento por levantar la bocina y marcar se da cuenta que el botón de mensajes nuevos de su contestadora palpitaba, por la preocupación no lo había visto antes así que muy apresurado aprieta el botón escuchando al instante el mensaje de Duo, se intriga aún más pues al saber que llegaría más temprano y no había llegado horas más tarde eso quería decir que se encontraba en alguna especie de peligro y decide salir del departamento para dar parte a las autoridades para que inicien su búsqueda pero es entonces que se le ocurre revisar la hora en que llegó el mensaje asombrándose al verificar que a esa hora Quatre aún estaba en el departamento y que no le había dicho nada, además por simple lógica deduce que lo de la limosnera debió ser mentira y que quien había llegado al departamento era Duo... se sintió como nunca muy molesto, ¿cómo había sido posible que el rubio le engañara de esa forma, y más ¿cómo había caído en la trampa, si cuando él salió de bañarse lo encontró nervioso y además su comportamiento durante el día también le delataba, jamás hubiera creído que Quatre cayera tan bajo, pero ese rubio lo iba a oír, las cosas no se iban a quedar así
Golpes insistentes sonaban en la puerta del chino, él y Quatre se despiertan asustados por los golpes saliendo cada uno de sus habitaciones rumbo a la puerta, Wufei va antes a la cocina y agarra un cuchillo para después anteponerse a Quatre y él estar al frente de la puerta para ver por la mirilla, el chino se asoma y ve a Heero bastante molesto, rápidamente voltea con Quatre y le dice que se trata de su ex amante, el rubio se pone muy nervioso y le pide que no abra pero el chino no accede a su petición, Heero avienta la puerta y de paso a Wufei para dirigirse directamente hacia Quatre a quien jala violentamente del brazo, éste grita y Wufei se acerca para auxiliar pero Heero voltea a verlo fría y ferozmente intimidando por completo al chino, su mirada nuevamente se fija en Quatre y mientras lo sacude con violencia le grita

Heero. ¡Dime la verdad idiota ¿qué le dijiste a Duo!
Quatre. ¡Me lastimas, me duele mucho!
Heero. ¡Antes agradece que no te parto la cara... contesta!
Quatre. ¡Yo no sé nada!
Heero. ¡No finjas, imbécil!

Heero avienta al suelo a Quatre y Wufei se acerca para ver si se encuentra bien pero es rechazado por el rubio, el de mirada fría tiraba con desesperación las cosas que encontraba a su paso y después las pateaba, su rostro estaba completamente colorado por el coraje y su respiración muy agitada, tenía ganas de ahorcar a Quatre hasta hacerlo hablar pero el aún rastro de cordura que poseía se lo impedía, así que también trata de calmarse para así sacar mejor la información al rubio

Wufei. ¡Cálmate idiota!
Heero. Perdón por venir así a estas horas, no es asunto tuyo
Wufei. No llamaré a la policía pero si le tocas un solo cabello lo haré
Quatre. Hee.. Heero

Heero lo veía con la mirada más dura que hubiera visto antes el rubio y estaba totalmente asustado, lloraba mientras se acariciaba el brazo que Heero había jalado y que se encontraba totalmente rojo con las marcas de los dedos de su ex amante, el de mirada fría ya estaba un poco más calmado y se agacha quedando frente a Quatre tomándolo del mismo brazo que había lastimado, el rubio le miraba tímido y muy asustado, Heero lo ayuda a levantarse y se aleja un poco de él

Heero. ¿Por qué?
Quatre. Porque te amo
Heero. ¡Mentira, si me amaras no harías esas idioteces!
Quatre. ¡Quiero volver contigo, eso es todo!
Heero. No me interesa volver con un embustero, mentiroso e infantil como tú

El rubio no puede evitar comenzar a llorar desconsoladamente, una opresión en el pecho le causaba un gran dolor, no había nada que pudiera calmar ese dolor, haber terminado con Heero había sido un golpe muy bajo pero el que ahora el chico lo odiara y le hiciera saber que ahora le repudiaba era aún peor, era algo que nunca iba a poder superar, el de mirada fría se acerca nuevamente al rubio y lo sujeta con fuerza de los hombros mirándole profunda y fijamente a los ojos bañados de lágrimas del chico

Heero. No sé cómo vas a hacerle pero Duo debe saber que lo amo ¿oíste?
Quatre. S... sí
Heero. Además no te quiero volver a ver jamás ¿entendiste, porque la próxima vez que te vea te haré pedazos, ya no me contendré como ahora
Quatre. Si

El rubio temblaba completamente, jamás habías visto a Heero así y jamás había escuchado palabras similares a esas de su boca pero sabía bien que todo lo que había prometido acerca de la próxima vez que lo viera sería verdad, estaba completamente asustado y sorprendido, el de mirada fría desvía su vista y la fija en Wufei unos segundos para después volverla al rubio que aún lloraba

Heero. Ni siquiera te mereces que él te ame

Lo avienta ligeramente y sale del departamento del chino bastante molesto, el rubio se tira al suelo y llora otra vez desconsoladamente, Wufei por unos segundos piensa en ir a consolarlo pero se detiene pues sabe que él se lo buscó y ahora él no le iba a servir como paño de lágrimas, el rubio debía atenerse a las consecuencias de sus actos, así que se regresa a su habitación dejándolo solo y tirado en el suelo llorando y abrazándose a sí mismo, nunca en su vida se había sentido de ese modo, era algo insoportable pero él también estaba consciente de que se lo merecía
Al día siguiente no llegó a la empresa y sin embargo Wufei cargaba consigo la renuncia escrita del rubio, no quería por ningún motivo que Heero le hiciera daño.. toca a la puerta pues la secretaria del chico no se encontraba así que Heero lo deja pasar ofreciéndole asiento, el chino seriamente en vez de sentarse se dirige al escritorio y estira su mano hacia Heero con la hoja de renuncia, el de mirada fría la ve indiferente y la deja encima de otros papeles

Wufei. Es la renuncia de Quatre
Heero. Me imaginé
Wufei. Heero, no te voy a decir que estas mal al enojarte, te comprendo pero también hiciste mal en maltratarlo y decirle todo lo que le dijiste, también ponte en su posición
Heero. Es un idiota, jamás lo creí de él
Wufei. Bien, ya no discutiremos esto pero hay algo que debo decirte
Heero. ¿Mnh?
Wufei. Barton tuvo que ver en todo lo que sucedió

Los ojos de Heero se abren completamente al escuchar aquellas palabras y lentamente se pone de pie no apartando un solo segundo su mirada de la mirada del chino

Heero. Sé más claro
Wufei. Quatre y él se unieron para recuperar a su respectivo amante, no sé exactamente que planearon para hacerlo, solo sé que Quatre iba a alejar a ese muchacho de ti y Barton te apartaría a ti de ese chico
Heero. Ese idiota, debí suponerlo, Quatre por sí solo jamás iniciaría algo así
Wufei. Por eso te pedí comprensión para él, Barton se valió de métodos sucios para convencer a Quatre aprovechándose de sus sentimientos hacia ti, lo utilizó
Heero. Me va a oír...
Wufei. Espera, tú mismo dijiste que no es mi asunto pero si me permites darte un consejo no actúes con violencia, piensa mejor en qué hacer para que Barton no se salga con la suya, no lo pongas en alerta
Heero. Tienes razón

El chino asiente con una sonrisa ante la aceptación de Heero hacia su consejo y se da media vuelta para salir pero el de mirada fría lo detiene, el chino le mira fijamente a los ojos siendo su mirada contestada por Heero

Heero. ¿Por qué me ayudas?
Wufei. ¿Por qué?... ¿sabes, yo sé mejor que nadie lo doloroso de perder a la persona que más amas en el mundo
Heero. Aún no pierdes a Quatre
Wufei. No lo digo por él, pero el pasado ya es pasado aunque yo siempre voy a estar de parte del verdadero amor, confío en que tú y ese muchacho son el uno para el otro, suerte

Wufei hace una señal con su pulgar a Heero y sonriendo sale de la oficina, el de mirada fría también sonríe pero más ligeramente y vuelve a sentarse, tenía muchas cosas en que pensar, debía buscar la forma de vengarse de Trowa y de recuperar a Duo, no iba a permitir que el trenzado se alejara de su vida nuevamente, eso no lo iba a soportar jamás... llegada la hora del almuerzo se le ocurre una idea y sale a toda prisa de su oficina llevando consigo la hoja de renuncia del rubio que el chino le había hecho llegar temprano en la mañana, se sube a su automóvil y se dirige al departamento de Wufei donde toca la puerta y ésta es abierta por Quatre quien muy sorprendido deja pasar a Heero, además estaba muy asustado ya que no sabía a qué había ido Heero y además recordaba cada palabra dicha por él la noche anterior y eso también le daba mucho temor, pero Heero estaba muy tranquilo y sin hacer esperar rompe ante Quatre la hoja de renuncia, él muy sorprendido ve los papeles caer al piso y después mira fijamente a Heero

Quatre. ¿Qué pasa?
Heero. No quiero que renuncies, quiero que me ayudes
Quatre. ¿Qué te ayude?

El trenzado se había quedado de ver con su cliente Zechs es un fino restaurante de la ciudad para platicar acerca del trabajo encomendado por el actor, después de que los dos ya llegan a los acuerdos definitivos se quedan platicando sobre otras cosas en ese restaurante, Trowa veía desde la entrada a los dos, había llevado a Duo hasta ese lugar porque estaba celoso, nunca antes se había sentido celoso de los clientes de Duo y muchos menos de Zechs que ya antes había contratado los servicios del trenzado pero él se había convertido en un paranoico que creía que cualquiera le podía quitar a su trenzado y eso él no lo iba a permitir... el ojiverde recibe una llamada a su celular de Quatre quien lo cita en un café porque quiere hablarle de su relación con Heero argumentando que muy posiblemente Heero pretenda recuperar a Duo y deben entonces fraguar otro plan más efectivo, Trowa acepta la invitación y cuelga el teléfono dirigiéndose después a Duo para avisarle que tiene que irse, Duo asiente y sonriendo se regalan un beso, el ojiverde se despide del actor y éste también muy sonriente se despide y entonces sale a prisa del restaurante para llegar al café donde lo había citado Quatre aunque éste aún no llegaba a dicho lugar, Trowa se sienta y lo espera... Duo recibe un extraño mensaje a su celular de un número que no tiene registrado, se extraña de dicho mensaje pero decide por tomarle importancia, el número pertenecía al celular de Wufei y en éste citan a Duo en un café referente a un trabajo nuevo para él, Zechs mira fijamente a Duo con gran curiosidad

Zechs. ¿Por qué la cara?
Duo Un mensaje extraño pero... no importa, debo irme
Zechs. Platicábamos tan amenamente
Duo. Lo sé, será en otra ocasión, adiós

Duo se va corriendo y sale del restaurante dejando a Zechs sin ninguna explicación pero éste no le toma mucha importancia, disfrutaba mucho el tiempo que pasaba con Duo pero nada más, antes llegó a sentirse atraído hacia él pero ya no, eso había acabado hace mucho tiempo. El trenzado ni siquiera sabía porque salía con tanta prisa pero algo en ese mensaje le daba la impresión de que era algo más importante. En el café Trowa ya estaba cansado de esperar, ya llevaba ahí 20 minutos, Quatre se encontraba observándolo desde lejos y al recibir la señal de Heero de que Duo está cerca se arrima, Trowa muy molesto se levanta de su asiento y saludando a Quatre no muy amablemente le abre la silla para que se siente, volviendo él después a su asiento

Quatre. Lamento el retraso
Trowa. ¿Qué fue exactamente lo que pasó con Heero?
Quatre. Me rechazó, solo quiere volver con él
Trowa. ¿Y qué vas a hacer? Porque Duo y yo volvimos
Quatre. ¿Volvieron, te felicito...

Los dos continúan hablando y Duo coincidiendo el nombre del café con el que venía en el mensaje sonríe y se dispone a entrar pero es interceptado por Wufei, Duo no lo conoce y se extraña de que le haya detenido mirándolo fijamente al rostro

Wufei. Sé que no me conoces pero yo estoy de tu parte
Duo. ¿De qué hablas?
Wufei. Ponte éste audífono
Duo. ¿Para qué? ¿qué quiere?
Wufei. Ve hacia aquella mesa
Duo. ¿Cuál?

Wufei señala la mesa donde se encuentran Quatre y Trowa platicando, Duo no cree lo que ve y se extraña de aquella imagen frente a él ¿cómo es que ellos dos se conocían? ¿quién era ese tipo que decía que estaba de su parte, todo era absolutamente confuso para él... el rubio voltea en dirección a donde se encuentran Wufei y Duo y sonríe, el trenzado se extraña de eso y voltea nuevamente con Wufei tomando el audífono y colocándoselo en uno de sus oídos

Trowa. Eso quiere decir que no sirvió de nada lo de la otra noche
Quatre. Así es, Heero se dio cuenta de que yo fragüé todo para que Duo pensara que él me amaba y que estábamos juntos, al principio pareció funcionar pero después ya no, veo que después de todo eso de aprovechar que Heero se bañaba para tomar una de sus batas, mojarme el pelo, ambientar el departamento para que creyera que habíamos tenido una sesión de romance no dio resultado, además descubrió que le oculte lo del mensaje de ese chico, además fui tonto al no borrarlo, dejé pasar un detalle importante
Trowa. Quatre ¿por qué lo explicas todo con tanto detalle?
Quatre. Eres un idiota Trowa
Trowa. ¿Qué dices?
Trowa. Voltéate y mira hacia la entrada

Rápidamente Trowa se da la media vuelta y ve a un Duo observándole fija y fríamente, estaba muy molesto ahora que sabía la verdad, el ojiverde muy molesto también se pone de pie y golpea la mesa volteando después con Quatre y mirándolo enojado, en cambio el rubio sonreía, Trowa se acerca a prisa hacia Duo con tal de llevárselo a la fuerza pero Wufei se antepone a él mirando fijamente a los ojos a Trowa

Trowa. ¿Tú qué?
Wufei. Imbécil

El chino totalmente enfurecido le suelta un fuerte golpe a Trowa en el rostro que lo hace caer al piso con sangre en la nariz, el ojiverde mira enfurecido al chino tocándose la nariz con la mano evitando que la sangre cayera y le manchara la ropa

Wufei. Eso es por entrometer a Quatre en tus idioteces
Trowa. ¡Ya verás!

Trowa se pone de pie totalmente decidido a comenzar una pelea con Wufei pero antes de que pueda golpearlo aparece Heero por detrás de Duo y se adelanta al cuerpo de Wufei que ya estaba preparado para el ataque del ojiverde, el trenzado menciona su nombre totalmente sorprendido y con una sonrisa en los labios, ahora sabía que entre él y el rubio no había nada y eso lo hacía inmensamente feliz... el chico de mirada fría con toda su furia golpea a Trowa en el estómago y éste se dobla por el dolor, Heero era muy fuerte, Trowa no podía ponerse de pie bien porque el golpe había sido muy fuerte, el trenzado aparta a Wufei para llegar hasta Heero y lo abraza amorosamente, Quatre sonríe tristemente y se voltea a otro lado para no verlos tan juntos, Wufei se siente mal por su amigo y se acerca apoyando su mano en uno de sus hombros y ambos se sonríen; las personas del café miraban muy atentos todo, la escena había sido algo fuerte y ya las patrullas se escuchaban a lo lejos, el ojiverde tomando un poco más de fuerzas camina hasta su automóvil y huye, nadie había intentado detenerlo, ya no les importaba si hacía algo o no, Heero y Duo se toman de las manos y se dirigen a la patrulla que acababa de llegar, el de mirada fría discretamente da dinero a los oficiales para que no los multaran o sancionaran de otro modo por causar disturbios, los oficiales se van y ellos se acercan a donde están Wufei y Quatre

Heero. Muchas gracias por su ayuda
Wufei. De nada
Quatre. Heero yo...
Heero. ¿Sí?
Quatre. Nada...

El rubio baja su mirada unos segundos y después la levanta con el rostro completamente sonrojado, se sentía avergonzado por lo que había hecho y no encontraba como pedir disculpas, aunque Heero ya no parecía enojado de todos modos sabía que nunca lo iba a perdonar por lo que había hecho, también se sentía muy apenado con el trenzado, seguramente él le odiaba por lo que había hecho... su mirada azulada se fija en la mirada de Duo quien sonríe ligeramente

Quatre. Duo ¿verdad?
Duo. Si
Quatre. Por favor perdóname, yo...
Duo. Basta, no digas más, fue muy cruel lo que hiciste, no debería perdonártelo... pero también fue muy noble lo que hiciste, a pesar que amas a Heero has decidido dejarlo ir y ya no luchar por él, además yo te comprendo, Trowa puede ser muy embaucador, no tuviste del todo la culpa así que... todo bien

Las lágrimas de Quatre salen lenta y silenciosamente, definitivamente todo lo que había descrito Trowa de él era verdad, era un chico muy noble, Heero se merecía alguien como él... el trenzado estira su mano ofreciéndola a Quatre y éste observándola atentamente unos segundos sonríe y también la estrecha, los dos se sonríen amablemente mientras que Wufei le sonríe a Heero y le guiñe un ojo y éste asiente también con una pequeña sonrisa, ahora todo se había solucionado, lo único malo que podía pasar es que Trowa volviera a intentar algo en contra de la pareja, no era seguro, lo que si era seguro es que Heero iba a estar ahí para proteger a Duo y de que Quatre ya no le ayudaría jamás a sus fines

Llegan al departamento de Heero ya de noche, estaban totalmente exhaustos, todo había pasado tan rápido que les había fatigado, no habían hablado mucho desde entonces, Heero había regresado a la oficina y Duo a sus asuntos, tenían algunas horas de no verse desde lo ocurrido en el café, Heero había pasado por Duo donde tenía su oficina donde diseñaba pues no se iba a exponer a que Trowa lo buscara para hacerle algo, además de ese día en adelante vivirían en el departamento de Heero, el de Duo era más grande y lujoso pero era más seguro el de Heero, además al chico de mirada fría le gustaban las cosas más modestas... el trenzado se sirve una copa en la pequeña cantinera que tenía Heero cerca de la sala y se sienta en ésta después, Heero en cambio va a su habitación y se quita el saco, desacomoda su corbata y se quita los zapatos, se dirige a la sala donde Duo le tenía servida también una copa y él se sienta al lado de su trenzado rodeándole la espalda con una mano la cual descansa en el hombro de Duo y él recarga su cabeza en el pecho de Heero

Duo. Que día
Heero. Sí
Duo. Heero, temí tanto perderte
Heero. Yo también
Duo. ¿Acaso no estamos destinados a estar juntos?
Heero. ¿Por qué?
Duo. Cada vez que todo parece estar bien algo malo pasa y...
Heero. Sht... no digas tonterías
Duo. Pero sabes que es verdad
Heero. Mnh... ¿Recuerdas lo que me dijiste el día que me diste la noticia de que pronto te irías de esa casa en la playa?
Duo. Recuérdame
Heero. Dijiste que si estábamos hechos el uno para el otro el destino se encargaría de volvernos a unir aunque cada quien ya hubiera seguido su propio camino
Duo. ¡Es verdad!
Heero. ¿Y no fue así?
Duo. Es cierto, perdóname por dudar
Heero. ... Ven acá

Heero estira su mano dejando la copa en la mesa de al lado y toma a Duo de la barbilla atrayéndolo hacia él y deposita en sus labios un tierno beso, el trenzado y él se miran profundamente y después vuelven a besarse, Heero agarra la copa de Duo y la deja donde dejó la suya y profundizan el beso, los labios de Duo se separan dejando entrar la lengua de Heero que saborea cada rincón, disfruta ampliamente ese beso tomando a Duo entre sus brazos separándolo del respaldo y así poder acostarlo lentamente acostándose a su vez encima de él mientras siguen besándose, la mano derecha de Heero baja y acaricia la pierna izquierda de Duo quien mantenía sus ojos cerrados mientras que Heero disfrutaba ver el rostro de Duo, separan sus labios y Heero comienza a lamer el cuello de Duo hasta su oreja la cual muerde ligeramente comenzando a causar placer a Duo cuyo miembro ya comenzaba a despertar ante los besos y las caricias de Heero, ambos se miran a los ojos y después vuelven a besarse, las lenguas de ambos se acariciaban lenta y placenteramente, la mano de Heero deja la pierna de Duo y la dirige hasta el cinturón del pantalón, la mano de Duo se coloca encima de la de Heero y la aparta, el de mirada fría se sorprende de que Duo lo haya detenido y le mira atento a los ojos, el trenzado también le mira y le sonríe

Duo. Aquí no

Heero se baja de Duo y del sillón, el trenzado se dirige al cuarto de baño y Heero sonríe siguiéndolo después, ambos comienzan a desnudarse mientras se besan apasionadamente, completamente desnudos y acariciándose mientras el beso aún duraba Heero lleva rápidamente a Duo hasta el área de la regadera y lo recarga sobre la pared fría del baño, Duo se retuerce ante el frío pero sonríe al sentir la lengua húmeda de Heero en su boca, la lucha de amígdalas era apasionada, hacía mucho que no se besaban así, sus salivas escurrían por sus bocas y el deseo aumentaba, necesitaban aire pero más necesitaban seguir besándose, estar unidos por sus labios, sentirse mutuamente... Heero deja primero los labios de Duo y baja por su pecho hasta sus pezones, uno lo lame insistentemente y el otro lo juega con dos de sus dedos, sujetándolo y acariciándolo, Duo sentía un gran placer que le torturaba, aprieta sus ojos y mueve su cabeza lentamente hacia los lados, Heero deja esa zona y baja un poco más hasta hincarse y tomar con una mano el ya muy despierto miembro de Duo, estaba completamente duro, casi listo para derramarse y Heero necesitaba disfrutarlo, saborearlo, le encantaba, lo deseaba, Duo completamente jadeante abre uno de sus ojos y sonríe a Heero quien lo mira y después vuelve su mirada hacia el miembro de su trenzado, lo toma con las dos manos y sopla ligeramente en la punta haciendo gemir a Duo, Heero lo lame lenta y tiernamente desde el principio hasta la punta donde juega su lengua lentamente, su saliva se mezcla con las gotas de semen que ya escurrían del miembro de Duo haciéndole más fácil la tarea de introducirlo y sacarlo de su boca con velocidad, los gemidos de Duo hacen eco en todo el baño para deleite de Heero que disfrutaba de oírlos, saca el miembro de Duo de su boca aunque éste aún no explotaba su semilla y sin dejar de acariciarlo comienza a lamer los testículos y con la otra mano introduce algunos dedos en la entrada de Duo quien mantenía las piernas un poco abiertas, el trenzado gemía como nunca, la lengua de Heero en sus testículos, su mano acariciando su miembro y sus dedos dentro de él moviéndose traviesamente en su interior le causaban un placer enorme, sentía que perdía fuerzas en las piernas pero se mantenía en pie mientras se acariciaba el pecho recibiendo todo el placer que Heero le hacía sentir, los ritmos de Heero aumentan en la mano que sostenía y acariciaba el miembro de Duo haciéndolo explotar su semilla en el rostro de Heero quien aún continuaba lamiendo los testículos y jugando sus dedos dentro de Duo, el trenzado se flaquea cayendo de rodillas frente a Heero obligando a éste a sacar sus dedos y a dejar de lamerlo, la respiración de Duo estaba completamente agitada, Heero abraza a Duo y lo besa en la mejilla, el trenzado sonríe y agarra los dedos de Heero y los introduce en su boca comenzando a lamerlos, estos estaban completamente mojados y Duo disfrutaba ampliamente de sí mismo... segundos pasan en que los dos permanecían abrazados en el piso del baño, Duo necesitaba recuperarse un poco ya que estaba muy agitado, los dos se ponen de pie y Heero abre la regadera regulando la temperatura del agua, los dos comienzan a besarse bajo el chorro de agua tibia y Heero toma el jabón con ambas manos depositando en ellas un poco después de flotarlo un par de veces, aun besándose Heero pasa lentamente sus manos por todo el cuerpo de Duo, el jabón en ellas le permitían un mejor deslice y para Duo un mayor placer, el miembro del trenzado nuevamente comienza a despertar, el de Heero ya lo estaba, le dolía pues tenía tiempo en que estaba en ese estado pero sabía que debía esperar a que Duo se recuperara y eso era más importante que su dolor al sentirse aprisionado por no poder explotar, Duo gime ligeramente ante aquellas caricias que le habían logrado excitar, miraba atentamente cada movimiento de Heero quien dirige su mano izquierda hasta el trasero de Duo el cual comienza a acariciar lentamente, Duo gime y sonríe por ese placentero cosquilleo, la traviesa mano de Heero se dirige en medio de sus nalgas separándolas y metiendo curioso un dedo dentro de Duo quien cierra los ojos ante la invasión, Heero besa lentamente y repetidas veces el cuello de Duo y detrás de su oreja a la vez que mete un segundo dedo y lo mueve dentro, después un tercero hasta que los saca y se separa un poco de Duo, el trenzado comienza a acariciarse a sí mismo y Heero lo observa detenidamente, sus diestras manos acarician su propio miembro y el de mirada fría se muerde con deseo el labio inferior disfrutando de que su trenzado se satisfaga así mismo pero lo detiene antes de que pudiera explotar su semilla en sus manos

Heero. Permíteme

El trenzado sonríe ante la petición y suelta su miembro, Heero se acerca y lo toma con una mano comenzando a acariciarlo, con su otra mano se acaricia el propio y une ambos miembros acariciándolos al mismo tiempo, Duo siente el miembro completamente duro de Heero rozarse con el suyo y gime con gran placer, ambos se funden en un apasionado beso donde las lenguas son las principales protagonistas, las manos de Duo que apretaban los hombros de Heero bajan y ayudan a Heero a acariciar los miembros, la mano derecha de Duo acariciaba el miembro de Heero y la mano izquierda de Heero acarician el miembro del trenzado mientras que las otras manos acarician los testículos contrarios, ambos permanecían con los ojos completamente cerrados, gimiendo y delirando de placer, estaban a punto de explotar mutuamente, Heero es el primero en hacerlo y Duo lo sigue algunos segundos después, las dos manos de ambos están completamente mojadas pero son enjuagadas rápidamente por el agua que caía sobre ellas, ambos suspiran al sentirse liberados y vuelven a besarse, se ayudan mutuamente a jabonarse sus cuerpos, se sentían agotados y cierran la llave del agua, Duo aún sentía la necesidad de tener a Heero dentro, lo único que habían hecho eran simples juegos sexuales y él aún necesitaba lo principal, que Heero lo poseyera como solo él podía hacerlo, los dos salen del baño y primero Duo se dirige a la habitación ya habiéndose secado completamente y se acuesta en la cama desnudo, Heero llega poco después con una bata encima de su cuerpo, era lo único que llevaba puesto y se sienta a orillas de la cama quedándose pensativo, el trenzado se acerca y lo abraza por la espalda acomodando su cabeza entre el hombro de Heero y su cabeza mientras su mano acaricia el pecho de Heero cuya mano se deposita encima de la de Duo

Duo. ¿Qué tienes?
Heero. Me llegó a la mente ese bastardo de Trowa ¿y si vuelve a buscarte?
Duo. Que me encuentre si quiere, ya nada nos podrá separar
Heero. ¿Y si te hace daño?
Duo. No importa, lo que no soportaría sería que él te hiciera algo
Heero. Yo tampoco soportaría si te hace algo
Duo. A mí ya no puede hacerme más daño
Heero. ¿Qué quisiste decir con eso?

El trenzado guarda silencio y se aleja del cuerpo de Heero haciendo que éste le suelte la mano que sujetaba a su pecho, Heero voltea a verlo algo molesto, pero no con Duo, sino con Trowa pues el comentario de Duo demostraba que el ojiverde le había hecho algo malo

Duo. Nada, lo digo porque quería separarnos
Heero. No me mientas Duo, eres al único que no le soportaría una mentira
Duo. Heero...
Heero. Si tú me llegaras a mentir no lo soportaría
Duo. Es que ahora no te lo puedo decir
Heero. ¿Por qué?
Duo. Perdóname, además estamos pasando una maravillosa noche
Heero. Como quieras

Molesto porque Duo no le había dicho nada Heero se dirige a su lado de la cama y se acuesta dándole la espalda a Duo quien lo mira tristemente, Heero se había molestado con él porque no le quería decir lo que Trowa le había hecho, pero era algo que aún le daba vergüenza contar, no era algo fácil de decir además ya había recibido la advertencia de Heero de que si Trowa le había hecho algo él se encargaría de matarlo y lo que menos deseaba era ver a Heero tras la rejas pagando por un homicidio sin sentido, mejor era guardarlo un poco más, eso era por un lado pero por el otro sentía la necesidad de que Heero lo supiera todo de él, si iban a compartir su futuro también era justo que compartieran su pasado, estaba entre la espada y la pared... el trenzado se acerca a Heero y lo abraza pero éste permanece quieto

Duo. Por favor no te molestes conmigo

El abrazo de Duo era fuerte pero Heero no parecía inmutarse, estaba molesto por el silencio de Duo respecto a Trowa, además quería saberlo todo respecto al trenzado, hasta el más mínimo detalle, no le importaba si eran cosas buenas o malas, él quería formar parte del todo de Duo... Duo abraza aún con más fuerza el cuerpo de Heero y suspira en su oído, Heero por fin accede a Duo y voltea su rostro, el trenzado coloca su mano izquierda en la mejilla derecha de Heero y se acerca para rozar apenas sus labios con los de Heero quien apenas si emite una pequeña sonrisa, gira su cuerpo hacia Duo y lo atrapa en un delicioso beso y después un abrazo

Heero. Lo quiero todo de ti
Duo. Heero

Las manos de Duo rodean el rostro de Heero y se besan apasionadamente, Duo desamarra el listón de la bata de Heero y acaricia su pecho quitándole después completamente la bata tirándola hacia el suelo, el de mirada fría se sube al cuerpo de Duo y profundizan el beso, las manos de Duo atraían la cabeza de Heero hacía él posicionándose en su nuca, se separan por aire y se miran a los ojos, un te amo por parte de Heero reanuda el beso entre ambos y las manos de Heero acarician el estómago de Duo pasándose después a su miembro, las manos de Heero estaban frías, Duo se retuerce ante la caricia y su miembro comienza a despertar ya por tercera vez, Heero pasa sus manos hasta las piernas de Duo y las separa ampliamente sujetando cada rodilla con una mano, su miembro también ya estaba erecto y listo para invadir a Duo, suelta la rodilla izquierda de Duo para tener libre su mano derecha y sujetar su miembro para acomodarlo e invadir a Duo, entra lentamente en él hasta que sus testículos tocan las nalgas de Duo y se queda ahí sin salirse, su mano derecha vuelve a la rodilla izquierda de Duo y separa aún más las piernas comenzando a moverse en círculos dentro de Duo sin salir de él, el trenzado aprieta los ojos y las sábanas con ambas manos, Heero se decide por salir hasta la mitad de su miembro y después vuelve a entrar, así repetidas ocasiones y cada vez con más fuerza y velocidad, Duo sentía delirar del placer, Heero se apoyaba de las rodillas de Duo y eso le daba oportunidad de ejercer más velocidad, el trenzado pedía cada vez más fuerza para ya sentir a Heero derramarse en él pero éste involuntariamente por la velocidad se sale completamente de Duo quien abre los ojos pensando en que pasa, Heero sonríe y se agarra el miembro para volverlo a introducir en Duo después de acariciarlo un poco

Duo. Que torpe eres
Heero. Cállate idiota

Reanuda su tarea embistiendo con más fuerza a Duo quien continúa gimiendo después de ese indeseado descanso y Heero no tarda en derramarse dentro de Duo causándole un gran goce, había estado deseando ese líquido dentro de él desde que estaban acostados en el mueble de la sala y ahora ya lo sentía, tan cálido como siempre, el de mirada fría permanece dentro de Duo y comienza a masturbarlo siendo observado por el trenzado quien sujeta su cabeza delicadamente acariciando a su vez los cabellos de Heero revolviéndolos más de lo normal, con una sola mano masturba el miembro de Duo mientras que la otra la sube hasta tomar con dos dedos el pezón derecho de Duo el cual comienza a acariciar moviéndolo hacia los lados, Duo cierra los ojos y recarga completamente su cabeza en la cama mientras gime ahogadamente por el placer, además ya se encontraba algo cansado y Heero estaba siendo lento y delicado; ahora con un solo dedo Heero acaricia el pezón de Duo moviéndolo en círculos, su pulgar se entretenía bastante con ese pezón rosado que tanto le fascinaba y que mojaba con saliva de cuando en cuando permitiendo un roce más rápido, el trenzado explota su semilla en la mano de Heero y suspira al sentirse aliviado, el de mirada fría comienza a salir de Duo y se acerca para besarlo pero lo ve con lágrimas en los ojos, ya había dejado de acariciar su pezón y ahora esa misma mano la dirige a su rostro y limpia las lágrimas, no sabía porque lloraba Duo y estaba preocupado, entonces le abraza

Heero. ¿Te lastimé? ¿te duele algo?
Duo. Me violó, es lo que me hizo Trowa... me violó

El trenzado suelta el llanto y Heero completamente impactado por la noticia no puede reaccionar en un par de segundos, lo único que hace es abrazar con más fuerza a Duo y sus ojos se cristalizan pero sin dejar caer una sola lágrima, en cambio Duo estaba completamente desolado, era la primera vez que se desahoga por aquello que Trowa le había hecho, Heero no soporta más que Duo llore de esa forma y también de sus ojos comienzan a salir un par de lágrimas en silencio, de repente un enorme odio comienza a nacer de él y se separa de Duo observándolo directamente a los ojos, Duo deja de sollozar al ver la mirada de Heero en esos momentos, una mirada llena de odio y lágrimas que le mojaban los ojos, jamás lo había visto llorar, además su cuerpo temblaba, Heero aprieta sus ojos con fuerza y golpea la cama bajándose de Duo

Heero. ¡Bastardo!

El grito lleno de dolor de Heero se escucha por toda la casa, estaba totalmente molesto, enfurecido, ni siquiera cuando había ido a ver a Quatre a casa de Wufei se había sentido tan enojado, un enorme sentimiento de odio hacia Trowa había nacido y no se iba a calmar hasta no matar a ese desgraciado, nadie hacía daño a su trenzado y podía vivir para disfrutarlo, debía pagar con sangre lo que le había hecho a Duo y no le importaba si iba a la cárcel de por vida, él se encargaría de matarlo personalmente... el trenzado se asusta de la reacción de Heero y se acerca, el de mirada fría vuelve a abrazar con fuerza a Duo y susurra a su oído

Heero. Lo mataré, te juro que lo haré

Duo abre sus ojos totalmente, aquel comentario lo asusta, jamás había escuchado a Heero tan decidido, era obvio que él no se andaba con juegos y que iba a matar a Trowa pero él debía impedirlo, no porque le importara mucho la vida del ojiverde sino porque no soportaría ver a Heero en la cárcel, mejor era denunciarlo por violación como el doctor G se lo había dicho y así acabarían con la amenaza que Trowa representaba para ellos... Duo se acerca a Heero que permanecía sentado a la orilla de la cama después de haberse separado de Duo y éste lo abraza por la espalda recargando su cabeza en la nunca de Heero quien aún sus ojos se bañaban en lágrimas

Duo. No hagas una tontería por favor... no soportaría perderte
Heero. Debe morir, ese bastardo hijo de...
Duo. Sht, no sigas mi amor, acuéstate
Heero. ¿Cómo pasó?
Duo. Verás, nuestra relación apenas si estaba a flote, yo no quería verle porque estaba confundido...

El trenzado comienza a contarle a Heero primero los problemas por lo que él y el ojiverde pasaban en su relación para después comenzarle a narrar como Trowa había cambiado completamente su personalidad al saber que él jamás le había amado y que amaba a otra persona y como es que ante la idea de perderlo Trowa se había convertido en su desquiciado obsesionado con su relación y como en su afán por retenerlo había llegado al extremo de violarlo, Duo no omite detalle alguno causando en Heero una furia aún mayor, definitivamente debía matar al ojiverde por su crimen hacia Duo
Temprano Duo se despierta estirando su mano hacia el lado opuesto de la cama y se altera al no encontrar ahí a Heero, se sienta en la cama con la sabana cubriéndole su cuerpo desnudo y lo llama pero no obtiene respuesta, rápidamente se pone de pie dejando caer la sábana y mostrando su hermoso cuerpo totalmente desnudo, se pone la misma ropa del día anterior que ya no estaba tirada por el suelo como la noche anterior la había dejado y sale del departamento a toda prisa tomando un taxi, iría directamente a la empresa a buscarlo pues estaba casi seguro que había ido ahí temprano para enfrentar a Trowa y debía impedir a toda costa que lo matara... llega a la empresa y corriendo se dirige a la recepción preguntando por el departamento de Contabilidad pues no recordaba donde exactamente estaba la oficina de Heero, solía ser muy distraído, la secretaria de Heero le informa que salió hace unos minutos con el arquitecto y que no sabe a dónde, el trenzado suda frío al escuchar las palabras de la secretaria y siente como la sangre le baja hasta los pies desequilibrándose un poco, la secretaria se pone de pie para ofrecerle ayuda pues lo ve mal pero él sale lo más rápido que puede de la empresa topándose con Quatre antes de hacerlo, el rubio se sorprende no de verlo pero si de que el trenzado se encuentre en ese estado, se le veía mal

Quatre. ¿Qué tienes?
Duo. Trowa... va a matar a Trowa
Quatre. ¿Quién?
Duo. ¡Heero... Heero va a matar a Trowa!

El rubio se sorprende totalmente de las palabras de Duo y le pide que espere ahí mientras él va por las llaves de su auto y que juntos irán en busca de ambos, Duo asiente con la cabeza y el rubio va rápidamente por sus llaves, Wufei ve de lejos al trenzado y también se extraña de verlo así por lo que se acerca pero en ese momento llega Quatre y tomando de la mano a Duo salen de la empresa sin siquiera decirle a su amigo a donde iban por lo que Wufei se queda muy preocupado pero nada podía hacer, debía esperar a que el rubio regresara para que le explicara todo... los dos suben al auto y Quatre observa como Duo totalmente consumido por los nervios comienza a perder el control

Duo. ¡Apresúrate, no llegamos!
Quatre. Tranquilo
Duo. ¡¿Cómo quieres que me tranquilice!
Quatre. ¿Sabes a donde fueron?
Duo. ¡No, no sé nada!
Quatre. Cálmate ¿tienes idea de donde pueden estar?
Duo. ¡No, maldita sea!
Quatre. Así no puedes pensar con claridad

El rubio no se percata de que el semáforo se ha puesto en rojo y frena de repente haciendo que Duo se golpee la cabeza con el tablero haciéndolo perder el conocimiento, Quatre a diferencia de Duo sí traía puesto el cinturón de seguridad y solo siente una pequeña sacudida, cuando levanta el rostro ve a Duo inconsciente y se preocupa comenzándolo a sacudir despacio para que se despierte pero no obtiene respuesta, el rubio se desespera pues no sabe qué hacer, Duo está inconsciente y no tiene la más remota idea de donde pueden estar Heero y Trowa por lo que en un intento desesperado toma el celular de Duo y busca entre los contactos el teléfono de Trowa, cuando lo encuentra manda un mensaje preguntando donde se encuentra pero no recibe respuesta, el rubio totalmente resignado piensa que ya es muy tarde pero minutos después éste le contesta indicándole la dirección exacta, Quatre se extraña de que le haya contestado así de fácil sabiendo que está con Heero pero no le toma mucha importancia, prende nuevamente su motor después de haberlo apagado unos minutos y reanuda el camino hasta la dirección indicada, se baja del auto y no ve más que un callejón, no había casas o algo relevante por lo que se preocupa, vuelve a su auto por una pequeña navaja que siempre cargaba, no por cuestiones de seguridad pero ahora bien le podía servir para eso, el rubio está dispuesto a entrar al callejón pero una voz atrás de él le detiene, voltea y ve a Duo que ha recobrado el conocimiento pero la herida en su cabeza de días atrás se había vuelto a abrir por lo que sangraba, Quatre regresa al auto tratando de convencer al trenzado de que lo espere ahí pero Duo haciendo gala de su terquedad no se deja convencer, Quatre le ayuda a salir del auto y juntos van al callejón
Caminan despacio no solo porque a Duo le faltaban las fuerzas sino porque debían tener precaución, Duo tenía un mal presentimiento respecto a lo que pasaba y estaba muy preocupado por su Heero, llegan al final del callejón y ven a Trowa de pie frente a ellos, Heero no se encontraba con él y se preocupan los dos, Quatre deja a Duo y se acerca con desconfianza a Trowa que sonreía victorioso

Trowa. Hola viejo aliado
Quatre. ¡¿Dónde está Heero!
Trowa. ¿Heero, te refieres... ¿a él?

El ojiverde señala el otro extremo del callejón a su lado derecho y ahí está Heero tirado en el suelo y éste manchado con sangre que al parecer proviene del de mirada fría, Quatre se asusta y corre hacia el cuerpo de Heero gritando su nombre, el trenzado también muy preocupado intenta ir a donde vio que corrió Quatre pero Trowa lo intercepta abrazándolo y éste con pocas fuerzas intenta soltarse del agarre del ojiverde sin éxito, el rubio acerca su oído al pecho de Heero y éste aún respira, Quatre sonríe y abraza el cuerpo inconsciente contra el suyo depositando después un beso en su mejilla, Trowa por su parte lleva a Duo hasta donde está Quatre con Heero y lo hace ver la escena sujetando su rostro y dirigiéndolo hacia los dos en el suelo

Trowa. ¡Ve eso! ¿no hacen una linda pareja?
Duo. Suéltame
Trowa. Admítelo, así debe de ser, él con Quatre y tú conmigo
Duo. ¡Cállate!
Trowa. ¿Qué no te das cuenta que quien más te ama soy yo?
Duo. Si me amaras no me harías tanto daño
Trowa. ¿Te hago daño mi amor?

Duo mira con desprecio a Trowa, jamás le iba a perdonar todo lo que había hecho, y ya no tanto por haberlo violado sino por haberle hecho daño a Heero... el trenzado aprovechando que el ojiverde está muy cerca de su rostro casi para besarlo le escupe en la cara haciéndolo enfadar por lo que Trowa avienta con fuerza a Duo y éste cae al suelo, el ojiverde se limpia la saliva en su rostro con un paño y saca una pistola que poseía oculta apuntando con ésta a Duo quien abre los ojos muy impresionado, había visto esa pistola antes en el departamento de Trowa pero éste le había dicho que no servía, todo el tiempo había estado viviendo con un loco sin darse cuenta y ahora estaba convencido de que sería su fin, Trowa está dispuesto a disparar a Duo sin la intención de matarlo pero siente como una piedra lo golpea en la cabeza haciéndolo voltear hacia un lado donde se da cuenta que había sido Quatre, el rubio lo había hecho con la intención de dejarlo inconsciente pero no lo había logrado. Trowa apunta ahora a Quatre y a pesar del grito de Duo para que se detenga éste dispara hiriendo al rubio en el hombro, el trenzado cierra los ojos con fuerza por la impotencia de no poder hacer nada y además espera el tiro final pero sus ojos se abren poco después para darse cuenta que la pistola de Trowa ya no traía balas pues el ojiverde no podía disparar

Trowa. ¡Demonios!... otra vez

El ojiverde tira la pistola al suelo e intenta irse corriendo pero Duo se acerca al arma y la avienta logrando golpear a Trowa, ésta es más dura que la piedra y sí logra el cometido que la piedra lanzada por Quatre no había logrado, el ojiverde cae inconsciente al suelo y Duo rápidamente se acerca hacia los dos cuerpos heridos

Duo. ¿Estás bien?
Quatre. Sí, creo
Duo. ¿Y él?
Quatre. Su pulso se debilita pero creo que estará bien
Duo. Resiste mi amor

Duo acaricia suavemente el cabello de Heero y se pone de pie para dirigirse al auto donde agarra su celular y llama tanto a la policía como a una ambulancia regresando después a donde están su chico y el rubio... el vehículo tarda unos minutos en llegar al lugar de los hechos siendo secundado por los carros de policía, los paramédicos agarran cuidadosamente el cuerpo de Heero y lo suben a la camilla, Quatre también sube a la ambulancia pero por sí solo sin ser acostado en camilla y a ambos los llevan al hospital, a Trowa por indicaciones de Duo se lo lleva la policía ya que no se encontraba herido de gravedad, solo estaba inconsciente y se pondría bien, un paramédico auxilia a Duo con su herida pero a él lo único que le importaba en esos momentos era acompañar a Trowa a la jefatura de policía para dar parte no solo de lo que había sucedido sino también acerca de su violación... los dos heridos son atendidos en el hospital mientras que en la jefatura Duo se encontraba levantando cargos por abuso sexual, intento de homicidio y secuestro, desde las oficinas llama al doctor G que le atendió pues éste tenía las pruebas médicas acerca de su violación y así se levanta el peritaje, ya Trowa estaba despierto y curado de la pequeña herida en su cabeza por el golpe de la pistola y es citado para hacer su declaración. Ya casi en la noche Duo se desocupa en la jefatura para ir al hospital pero al día siguiente debe volver, además los policías entrevistarían a Heero y a Quatre para rendir su declaración y así poder sentenciar o liberar a Trowa de los cargos por los que era acusado. Duo entra a la habitación a ver a Heero quien está semi despierto aún por los efectos de la anestesia y se sienta en una silla que junta a la cama tomando la mano de su amado y sonriéndole cariñosamente

Duo. ¿Cómo te sientes?
Heero. Mejor
Duo. Creí que morirías
Heero. Eso... quisieras
Duo. No digas tonterías, no eres muy simpático ni agradable pero te amo
Heero. Yo también
Duo. No vuelvas a asustarme de ese modo

La sonrisa de Duo se borra completamente de su rostro comenzando a llorar mientras sujetaba fuertemente la mano de Heero quien le miraba fijamente, ahora si ya no había nadie que les pudiera separar, Heero se queda dormido segundos después y Duo sonriendo le regala un beso en la frente para después soltarle la mano, ponerse de pie y salir de la habitación, no eran horas de visita pero él había logrado entrar sin ser visto, ahora iría a la habitación donde estaba Quatre, entra y éste se encuentra sentado en la cama mirando hacia la ventana, estaba muy pensativo y Duo alcanza a notar unas lágrimas que le corren por las mejillas mismas que limpia cuando voltea y ve al trenzado dirigirse a su cama

Duo. Hola ¿cómo estás?
Quatre. Bien
Duo. Muchas gracias por todo
Quatre. No hay que ¿cómo está Heero?
Duo. Bien, ahora duerme
Quatre. Yo no... podré olvidarlo en mucho tiempo
Duo. Te entiendo
Quatre. Creo que no me caerían mal unas vacaciones por un par

de días
Duo. Creo que no je je je

Ambos ríen un poco y el trenzado se acerca más hasta sentarse a los pies de la cama, los dos se miran a los ojos hasta que Quatre desvía su mirada hacia la ventana y después Duo hace lo mismo, había una hermosa luna llena y el cielo estaba muy estrellado, una verdadera maravilla

Quatre. Realmente se aman ¿eh?
Duo. Si, amé a ese antipático desde el momento en que lo vi ¿sabes, no nos caímos bien, hubo como un choque entre ambos y creí detestarlo pero la verdad es que él se ganó mi corazón desde el principio
Quatre. No te culpo, la primera vez que vi a Heero fue realmente maravilloso, llegué yo a la empresa con mi currículo, al verlo me intimidó mucho pero había algo en su mirada que me hacía no dejar de verlo, sentí en él una calidez, no sabría explicártelo pero con solo ver su mirada me enamoré, jamás he confiado en quienes ocultan con lentes su mirada, la de Heero es transparente y no le importa mostrarla por más fría que parezca, porque su mirada es tan transparente que puedes ver a través de ella, y lo que logras ver es simplemente indescriptible, te atrapa, te enamora...

Las lágrimas vuelven a salir de los ojos de Quatre y éste apretando las sábanas con fuerza comienza a sollozar mientras Duo lo observa tristemente, el rubio frente a él estaba completamente enamorado de Heero y lo comprendía a la perfección, sabía cómo se sentía al saberlo lejos, con otro, porque él mismo había experimentado ese amargo sabor, ahora podía justificar totalmente lo que el rubio había hecho para recuperarlo pues él mismo también se había valido de métodos no muy limpios para tenerlo nuevamente, porque tal vez de no haber involucrado a Trowa en todo eso volviendo con él entonces muchas cosas se hubieran evitado, entre ellas causar más dolor en Quatre, porque aunque ahora estaba con Heero ese rubio iba a ser una especie de sombra entre los dos pues de no haber involucrado a Trowa éste no hubiera involucrado a Quatre y entonces él y el rubio no se hubieran conocido... al día siguiente dos agentes de la policía visitan a Heero y a Quatre en el hospital siendo acompañados de dos testigos y un médico en sus respectivas declaraciones, cada uno habla con la realidad de los hechos que vivió y así se completa toda la declaración con respecto a Trowa quien es encarcelado sin juicio, le sentencian a 20 años de cárcel por los cargos anteriormente declarados por Duo, ahora el trenzado y Heero podían vivir con tranquilidad sabiendo a Trowa lejos, esa tarde Duo va a visitar a Trowa en la cárcel

Ni siquiera sé porque voy a ir a verle después de todo el daño que nos ha hecho, jamás había odiado a alguien en toda mi vida pero debo decírselo, hacerle saber que lo detesto con el alma y destrozarlo por dentro sabiendo que a su loca forma de demostrarlo él me ama, y que sepa que seré inmensamente feliz al lado de la única persona que verdaderamente he amado y amaré siempre, Heero Yuy, mi chico de mirada fría

Celador. Trowa Barton, visita

El ojiverde sale de su celda rumbo a la sala de visitas de los reos, vestía un espantoso uniforme gris y su aspecto era deprimente, no había pasado una sola noche en aquella cárcel pero definitivamente esos no eran sus ambientes, él era un importante arquitecto que estaba acostumbrado a los lujos y a una vida cómoda por lo que vivir ahí por 20 años iba a ser algo muy difícil... al entrar a la sala y ver a Duo sentado frente a la mesa no puede evitar sonreír ampliamente, le daba mucho gusto verlo ahí aunque sabía que su visita no iba a ser nada amistosa, la mirada de Duo era fría y llena de furia, jamás había visto con esos ojos a alguien, jamás, pero el odio que sentía por Trowa era inmenso, jamás en la vida le iba a perdonar; los dos se miran a los ojos cuando ya Trowa estaba sentado frente a él, habían transcurridos un par de segundos en que ninguno hablaba, Duo no sabía cómo comenzar y Trowa no sabía que decir, con un gesto de hastío el trenzado recarga sus manos sobre la mesa y acentúa su mirada sobre la mirada del ojiverde

Duo. Me da mucho gusto verte aquí, pudriéndote en la cárcel
Trowa. Mnh
Duo. Sabes que te odio ¿verdad?
Trowa. ¿A eso viniste?
Duo. ¿Por qué Trowa, por qué?
Trowa. Porque te amo
Duo. No me salgas con esa
Trowa. Si no iba a tenerte, él tampoco
Duo. ¿Y dices amarme?
Trowa. ¡Cuando amas a alguien no esperas que no te corresponda, debes hacer lo posible por conseguirlo, aunque lo mates!
Duo. ¿Qué clase de infancia tuviste Trowa? Hablas del amor con odio
Trowa. Cállate y vete
Duo. Y de pensar que me sentía mal
Trowa. ¿Qué?
Duo. Cada vez que me hacías el amor yo pensaba en él y me hacía sentir mal porque tú me dabas todo de ti y yo para ti no tenía nada... pensaba que era el ser más cruel del mundo por estar con alguien amando a otro, entregando mi cuerpo como si lo entregara a esa persona... creí que eras bueno y que me amabas pero que equivocado estuve siempre
Trowa. ¡No es verdad!

Trowa se pone de pie golpeando la mesa con ambas manos haciendo que dos celadores se volteen hacia aquella mesa e intenten avanzar hacia ella pero Duo sin apartar la mirada de Trowa y sin ponerse de pie hace una seña con su mano en signo de que todo está bien y que no necesita que se acerquen a lo que los celadores vuelven a su posición original.

Duo. ¿A no?
Trowa. No... yo siempre te he amado, desde antes, desde siempre
Duo. ¿Qué?
Trowa. Yo vivía en New Orleáns
Duo. ¿Qué dices?
Trowa. Yo los maté Duo... maté a tus padres
Duo. No
Trowa. Si, lo hice para tenerte, para que solo me tuvieras a mí, a nadie más
Duo. ¡No es verdad!
Trowa. Si lo es
Duo. ¡Pero yo te conocí en...!
Trowa. Si, cuando estudiábamos diseño, yo me metí a esa escuela por ti, te seguí hasta ésta ciudad, planeé nuestro "casual" encuentro ¿lo recuerdas?

Los ojos de Duo no podían abrirse más ante el asombro, las lágrimas casi caían por sus mejillas, se encontraban retenidas en sus ojos sin encontrar una salida, estaba totalmente consternado, su mano derecha cubría su boca con fuerza, una gama de sentimientos de rencor, odio y tristeza se albergaban en su pecho sin saber cómo hacerlos estallar, frente a él no solo tenía al hombre que lo había violado y al que había intentado matar a Heero para separarlos, frente a él también tenía al asesino de sus padres, a la persona que lo había separado de los únicos familiares que poseía aun cuando no lo eran de sangre, frente a él, ese hombre no merecía más que la muerte, la cárcel ahora le venía pequeña, merecía morir y él iba a matarlo... el trenzado por fin suelta las lágrimas que comienzan a caer locas de sus ojos mojando no solo su rostro sino también la mesa, en cambio Trowa se mostraba muy tranquilo, sus ojos denotaban un brillo singular y sonreía ligeramente, Duo de pronto se pone de pie y en un arranque de furia se lanza sobre Trowa por encima de la mesa rodeándole el cuello con ambas manos y cayendo ambos al suelo donde Duo no afloja para nada sus manos en el cuello de Trowa, los dos celadores en la sala de visitas se acercan a ambos para separar a Duo de Trowa pero por el enfado en trenzado era aún más fuerte haciendo que los celadores no puedan separarlos, las manos de Duo se cerraban cada vez más sobre el cuello del ojiverde quien ya parecía estar morado por el asfixio pero a pesar de eso no sentía dolor alguno, en cambio su sonrisa cínica era la que demostraba que realmente disfrutaba el momento, así si Duo lo mataba iría a la cárcel y de esa forma lograría separarlo de Heero pero el mismo Duo es quien se detiene a tiempo bajándose enseguida del cuerpo de Trowa y comienza a secar sus lágrimas sin apartar su mirada del cuerpo de Trowa quien trataba de recuperar aire

Duo. ¡Yo no soy como tú!
Trowa. Du... Duo
Duo. ¡Te odio te odio!

El trenzado se va muy molesto y aun llorando, jamás hubiera creído que Trowa había sido quien se había encargado de eliminar a sus padres, parecía un cuento absurdo como los de las novelas de la televisión pero en éste caso era real, el ojiverde siempre había estado loco, obsesionado con él y él nunca se había dado cuenta, eso lo hacía sentirse aún más mal de lo que ya se sentía... totalmente derrotado regresa al hospital a visitar a Heero pero mostrándose ante él muy tranquilo, su salud era lo único que importaba y él no quería darle más cargas por lo que decidió guardar lo que había descubierto por algún tiempo

Duo. ¿Cómo se encuentra mi paciente favorito?
Heero. Mejor
Duo. Te traje un jugo de naranja, lo agarré de las charolas allá afuera je je je
Heero. Tonto
Duo. Tonto tú por preocuparme de éste modo, no sé qué haría sin ti
Heero. Lo sé
Duo. Que presumido ¿eh?
Heero. Tú lo dijiste y yo lo afirmé
Duo. Heero...
Heero. ¿Qué pasa?
Duo. Aún no me has contado como es que llegaste a ese lugar con Trowa
Heero. El me pidió que habláramos y vi ahí mi oportunidad para cumplir mi promesa de matarlo pero él me engañó... me dijo que iríamos a otro lugar, obviamente desconfié de él pero lo seguí, fue entonces que me hirió con el arma y me llevó a ese lugar... lo que no sé es como ustedes llegaron ahí
Duo. Realmente ya no importa, lo importante es que estas con vida
Heero. Duo
Duo. Otra pregunta ¿pensabas matarlo y no llevabas un arma?
Heero. Quería matarlo con mis propias manos, no quería utilizar ningún arma
Duo. Pudiste haber muerto
Heero. Pero no lo hice
Duo. Aun así de solo pensarlo se me estremece el cuerpo
Heero. No te librarás tan fácilmente de mí
Duo. Ni aunque quisiera
Heero. ¿Lo quieres?
Duo. No, jamás
Heero. Te amo Duo
Duo. Y yo a ti

Duo se acerca cariñosamente a Heero y recarga su cabeza en el pecho de éste y comienza a sollozar mientras algunas lágrimas caían, lágrimas de felicidad porque al fin iba a estar al lado de la persona a quien más amaba, por fin después de la tormenta se podría ver un pequeño rayo de sol en sus vidas (que cursi )... aquella noche en la cárcel después de las actividades de recreación para los reos Trowa se encontraba solo en su celda leyendo un libro, había llevado muchos porque pasaría ahí un largo tiempo pues después de su declaración ante Duo su condena había sido aumentada a 28 años de cárcel ya que los celadores habían sido testigos de su confesión ante el trenzado de la muerte de los señores Maxwell. Leyendo tranquilamente su libro el ojiverde escucha unos pasos cerca de él y enseguida levanta su vista para toparse con un par de reos que le miraban con malicia, inmediatamente deja su libro y se pone de pie retándolos con la mirada, uno de ellos se acerca a Trowa y logra recargarlo en la pared apoyándose con una mano sobre ésta y acercando su rostro al del ojiverde quien no parece inmutarse

Erick.. Hola chico ¿cómo te llamas?
Trowa. Trowa Barton
Erick. Sabemos porque estás aquí
Trowa. ¿Y?
Erick. Violación ¿eh?

Los ojos de Trowa se abren ligeramente al escuchar aquella palabra en boca del tipo frente a él y su cuerpo comienza a temblar cuando voltea hacia los amigos de ese tipo y estos posaban su mirada en él como si lo estuvieran desvistiendo con ella, el ojiverde mueve su cabeza hacia los lados y cierra sus ojos con fuerza al sentir la lengua del hombre recorrerle el cuello dejando a su paso un rastro de saliva, intenta gritar pero éste le cubre la boca con un paño al tiempo en que comienza a quitarse las ropas siendo secundado por sus amigos quienes se lamían los labios con lujuria, el celador de esa sección de celdas estaba siendo distraído por alguien del grupo para que no viera lo que le hacían a Trowa, más de diez tipos formaban la banda de Erick y todos ellos harían a Trowa lo que en la cárcel era costumbre hacerle a los acusados por violación, le darían una cucharada de su propio chocolate, todos y cada uno de ellos y tal vez no solo una vez ni un solo día, Trowa tendría por fin su merecido y después de todo la cárcel no le venía tan pequeña como castigo tal y como lo había pensado Duo, su tiempo en la cárcel iba a ser un verdadero infierno, peor a la muerte

Unas semanas después... el trenzado y Heero por fin vivían su vida tranquilamente, Heero había renunciado a su trabajo y Duo había abandonado el suyo en aquella ciudad, habían vendido el departamento que alguna vez fue de Heero y Quatre y se habían comprado una hermosa casa en California donde vivían felices, Heero con otro empleo y Duo también, por su parte Quatre aún vivía con Wufei y ellos dos mantenían una buena amistad con Heero y Duo aunque aún vivían en la misma ciudad, cada quince días pasaban un fin de semana con la pareja en California, los recuerdos de Trowa ya no los atormentaban, el rubio aún quería mucho a Heero pero también comenzaba a nacer en él un amor hacía el chino que le cuidaba y le amaba con paciencia, listo para cuando el rubio deseara una relación sentimental con él.

De noche en la ciudad de California dos amantes bajo la luz de la luna y las estrellas se entregaban al placer dentro de la piscina, hacía un par de semanas que no estaban juntos, las heridas de Heero debían sanar y eso le impedía entregarse a ciertos esfuerzos pero el deseo no había desaparecido, sus cuerpos se deseaban más que nunca a pesar de la distancia física, a pesar del tiempo en que se habían separado, el deseo nunca había acabado al igual que el amor

Duo. ¡Heero.. oh Heero!
Heero. Ngh... ah! Duo

Las piernas de Duo rodeaban la cintura de Heero quien se encontraba dentro del trenzado, ambos de pie dentro de la piscina, el agua se turbaba conforme los movimientos de ambos, Heero moviéndose hacia arriba embistiendo a Duo y aplicando fuerza y velocidad, sus manos en el trasero de Duo sujetando con fuerza y separando para una mejor penetración mientras el trenzado apretaba con fuerza la espalda del chico con una mano porque la otra en su propio miembro se encargaba de darse placer, los gemidos se perdían ante la inmensidad de la noche, estaban al aire libre y solo unos cuantos animales nocturnos eran testigos de aquel amor, aquella entrega, aquel placer dado por ambos, el trenzado ayudaba a Heero moviéndose también de arriba hacia abajo, se besaban mientras se movían a ritmo rápido y sincronizado, un beso caliente y húmedo, sus lenguas luchando en un arrebato de placer... Duo se separa un poco de Heero y cierra con fuerza sus ojos al sentirse venir sobre su mano y el pecho de Heero que no es manchado gracias al agua, a causa de su orgasmo siente el límite alentando sus movimientos pero no cesándolos, continúa moviéndose de arriba hacia abajo lenta y sensualmente manteniendo su boca abierta aún por aquel gemido lleno de placer que le embargaba, Heero llena enseguida el interior de Duo al ver ese rostro tan lleno de placer que mostraba Duo y ambos suspiran al tiempo en que con un susurro pronuncian el nombre del otro, el trenzado deja de moverse pero baja su cabeza hasta colocarla en el hombro de Heero quien suelta su trasero y comienza a salir lentamente de él, Duo baja sus piernas y toca el suelo de la piscina levantando su rostro para mirar el de Heero, él le quita unos cuantos cabellos sobre su frente y la besa, Duo cierra sus ojos recibiendo el beso y ambos se abrazan

Duo. Como te amo Heero, te amo demasiado
Heero. Duo
Duo. Por favor abrázame fuerte, jamás me dejes ir
Heero. Jamás te dejaré ir
Duo. ¿Lo prometes?
Heero. Prometido
Duo. Muchas gracias por amarme, por todo lo que haces por mí, muchas gracias por estar a mi lado, por soportarme, por cuidarme, pero sobre todo, gracias por hacer de mí lo que soy... te amo, te amaré siempre

FIN

Notas de Autor: Por si les interesa el título lo saqué de la película con el mismo nombre protagonizada por John Cusack y Kate Beckinsale aunque ésta historia no tiene nada que ver salvo ciertos detalles, los que han visto la película sabrán de qué hablo, para los que no ojalá tengan oportunidad de verla. Espero todos sus comentarios ya sea a ésta página o a mi correo personal, les agradezco mucho por leerme, Sayonarita


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