jueves, 5 de noviembre de 2015

Lo que el viento se llevó


Capítulo 10. La pintura... el retrato del amor


Los rayos del sol ya salían asomándose a través de las cortinas de la habitación de Heero, al abrir sus ojos azules se lleva la sorpresa de que Duo no se encuentra en cama y que ésta ya se encuentra tendida, extrañado se levanta del suelo donde había dormido y sale de la habitación, Duo lo recibe con una gran sonrisa, la noche anterior se había desahogado con el ojiazul y eso lo había hecho descansar, como si se hubiera quitado un gran peso de encima

Duo. Buenos días Heero

Heero. Buenos días

Duo. Siéntate, ahora preparé el desayuno... espero te guste

Emocionado el trenzado sirve ambos platos y los coloca en la mesa, mientras sirve el jugo Heero se sienta y mira sorprendido lo que había preparado el ojivioleta, no solo tenía muy buena apariencia sino que también contaba con un olor exquisito

Duo. No lo mires así, no sabe tan mal

Heero. ¿Eh?... no, no es eso

Serio Heero comienza a comer mientras Duo se sienta al dejar los vasos con jugo sobre la mesa y en silencio comienzan a desayunar, por ocasiones la mirada azul se dirigía hacia Duo y él sin darse cuenta continuaba comiendo alegre, la mente de Heero por su parte no podía asimilar como es que alguien que había vivido lo que Duo con Treize, podía seguir sonriendo con esa facilidad, el trenzado debía de ser una persona muy fuerte, realmente le admiraba demasiado, asimismo ahora le gustaba mucho más, antes se trataba de una atracción físico-sexual que le mataba pero ahora se trataba de algo menos superficial, era como si sus ojos por fin se hubiesen abierto, Duo había despertado en él un sentimiento mucho más importante, tanto que ni él mismo comprendía la magnitud, no podía ser pretencioso y decir que se había enamorado pero si algo se le parecía era ese sentimiento que había nacido dentro de él. Su rostro se tiñe de rojo al pensar en esas y mil cosas más

Duo. ¿Qué tienes?

Heero se sobresalta un poco cuando Duo le habla además que el rostro del trenzado estaba muy cerca del suyo, nervioso Heero niega con la cabeza y desvía su mirada, Duo lo mira fijamente poniéndolo nervioso

Duo. Gracias Heero

Heero. ¿Eh?

Duo. Por escucharme ayer y por no hacer preguntas, me esperaste y eso fue muy lindo de tu parte, de verdad estoy muy agradecido

Heero. No... no es nada

Nervioso otra vez y aparentando seriedad Heero continúa comiendo sin darse cuenta del sonrojo que adornaba el rostro de Duo...

Después del desayuno el teléfono suena en el departamento de Heero pero como éste se encontraba en el baño es Duo quien contesta pero del otro lado no se escucha voz alguna, aun así por las respiraciones se daba cuenta que alguien se encontraba del otro lado del teléfono y no se animaba a hablar

Duo. Oiga, no me gustan las bromas ¿busca a Heero?

Después de una larga pausa la otra persona al teléfono sigue sin contestarle pero alcanza a escucharse un sollozo

Quatre. Duo...

Soltando en llanto Quatre cuelga el teléfono y Duo al reconocer la voz de su amigo se asusta mucho

Duo. ¡Quatre... Quatre! estás ahí?... ¡Contesta!

Desesperado el trenzado continúa llamando a su amigo, Heero sale del baño y ve a Duo muy asustado hablándole al teléfono así que se acerca al trenzado, él lo escucha llegar y se voltea para verle

Duo. Era Quatre, estaba llorando pero no me dijo nada

Heero. ¿Quatre? sabes si estaba en su departamento?

Duo. No creo, se escuchaban autos

Heero. Salgamos

Sin pensarlo dos veces Duo cuelga el teléfono y sigue a Heero que ya se encontraba vestido sin su ropa de dormir y los dos salen del departamento, los dos estaba muy preocupados pero Duo lo estaba mucho más, al bajar a la planta baja y dirigirse a la calle Duo voltea hacia atrás y cerca de la escalera se encontraba Quatre sentado en el suelo, el teléfono público que estaba a su lado se encontraba descolgado

Duo. Heero... aquí está

El ojiazul voltea también hacia atrás y se queda parado observando a los amigos, enseguida Duo se hinca frente a su amigo que lloraba y Quatre levanta la mirada, el trenzado se sorprende al verlo con los ojos rojos e hinchados y grandes ojeras, no había dormido más de 2 horas. Con arrebato el rubio se avienta a los brazos de Duo haciéndolo sentarse por el impacto y llora desconsolado ahogándose las palabras en su garganta, no podía pronunciar ninguna, Duo solo de verlo llorar también derrama algunas lágrimas y lo abraza con fuerza sin entender nada a diferencia de Heero que solamente cierra los ojos con fuerza y empuña sus manos, seguramente Trowa se había animado a contarle sobre su enfermedad...

Asustado por no ver a Quatre acostado en la cama, Trowa se pone su ropa y agarra el teléfono para marcar al departamento de Heero pero nadie le contesta. Después de haberle contado sobre su enfermedad el rubio había llorado en sus brazos por más de una hora y él se había quedado dormido sin darse cuenta de nada más, las pastillas a veces le hacían dormir profundamente; ahora estaba preocupado, al salir del departamento había visto el auto estacionado y además la cartera del rubio estaba en el departamento, seguro que su novio había salido del departamento sin rumbo fijo, el único lugar que se le ocurría era el departamento de Heero, seguramente en esos momentos necesitaba de Duo más que nunca...

Quatre seguía llorando sin poder decir nada, las lágrimas continuaban cayendo pero había dejado de sollozar desesperadamente, Duo lo seguía abrazando con lágrimas en los ojos, Heero por su parte se había volteado, no podía soportar ver a Quatre así, él se sentía casi igual, perder a Trowa iba a ser sumamente doloroso

Duo. Quatre, por favor dime que tienes, me asustas

Quatre. Mi...

El rubio aprieta con fuerza los labios para ya no llorar pero no lo puede evitar y nuevamente llora apretando con fuerza la camisa de su amigo, el trenzado se asusta más y logra separarlo un poco de él para que le vea a los ojos

Duo. Ya no llores, dime que tienes

También llorando Duo le acaricia los cabellos que le caían sobre la frente y le sonríe nervioso, Quatre suspira lo más profundo que puede y lo mira penetrantemente a los ojos

Quatre. Se me está muriendo... mi Trowa se está muriendo

Sorprendido completamente Duo se queda paralizado mientras Quatre vuelve a llorar y Heero solamente empuña su mano derecha y golpea la pared que se encontraba a su costado, el trenzado reacciona y vuelve a abrazar a su amigo para consolarlo y nuevamente comienza a llorar, era impresionante lo que le contaba Quatre y a él también le dolía, había logrado tenerle cariño a Trowa...

Wufei recibe una llamada por parte del señor Noventa para que hagan los arreglos correspondientes a la reunión que harían con los accionistas del Corporativo, incluyendo entre ellos al señor Darlian, el pelinegro estaba muy nervioso, en unos días conocería a la chica con la que su jefe pretendía emparejarlo para conseguir la fortuna de la familia Darlian y también el manejo de sus negocios, le parecía algo ruin y horrible pero de no obedecer a su jefe las cosas irían mal para él y para Treize. Y mientras el chino se encuentra dentro del taxi comienza a recordar cómo es que había conocido a su amado Treize y como se había enamorado de él

- Recuerdo -

Llevaban un par de meses viviendo en provincia y mientras Duo esperaba como cada día sentado en la ventana el regreso de su esposo, Treize comenzaba a hacer vida social, ya conocía a varias personas de la empresa con las que se iba de copas o a reuniones, fiestas, cenas, comidas, no los podía considerar amigos pero si se trataba de personas que lo hacían sentir tranquilo. Un día lo había cambiado todo, era casi fin de año y los empleados de algunas áreas de la empresa acostumbraban a hacer una reunión solo para empleados donde hacían intercambios de regalos y otras actividades, aquel día no había sentido muchos deseos de salir pero a petición de Otto se había decidido. Todos bebían y conversaban pero él se encontraba un poco apartado hasta que su compañero Otto se acerca a él y lo invita a la mesa donde se encontraba él y ahí le presenta a más empleados de la empresa de otra área distinta a la de él. 

Todos parecían tan comunes y aburridos, seguramente se trataba de una bola de estúpidos borrachines pero algo le llama la atención, uno de ellos lucía distinto a los demás, un joven hermoso de cabellos negros, sueltos sobre sus hombros, ojos azabache con un brillo particular y una piel blanca como la nieve que le hacía resaltar el color de sus hermosos ojos y unos rasgos orientales marcados, estaba maravillado con ese jovencito a quien nunca había visto en la empresa, Otto los presenta y amablemente Wufei se pone de pie para saludarlo quedando impactado también

Wufei. Chang Wufei... mucho gusto

Treize. Treize Kushrenada, el gusto es mío

Debía de admitirlo, ese hombre llamado Treize era sumamente apuesto, todo de él parecía completamente perfecto, el color avellana de sus cabellos, el azul profundo de sus ojos y ese porte de caballero, juraría que se trataba de lo más hermoso que había visto, las miradas azul y negra se pierden en un mar de silencio, parecía como si hubiera habido magia entre ellos pero la voz de Otto les hace despertar

Otto. ¿Cómo está Duo?

Wufei. ¿Duo?

Otto. Sí, su esposo

Sorprendido y decepcionado Wufei mira a Treize quien desvía su mirada y frunce las cejas, quería mucho a Duo pero le molestaba el hecho de que fuera su esposo y le atara a una vida que no había elegido... Wufei guarda silencio y agachándose para hacer una reverencia se marcha, Treize lo mira partir y después enojado mira a Otto

Treize. Lo hiciste a propósito

Otto. ¿Qué? Piensas tener una aventura?

Treize. ¡Claro que no!

Otto. ¿Entonces qué te molesta?

Enojado Treize se aleja de su amigo y se marcha de la reunión sintiendo el corazón agitado, ese tal Wufei le había gustado demasiado y un cosquilleo chistoso le recorría el estómago pero sintiéndose nervioso llega a casa y con ternura le hace el amor a Duo, el trenzado lo era todo para él, o al menos era lo que él creía, era cierto que ese chico le había impresionado pero quisiera o no él tenía un compromiso, estaba casado...

Después de ese día Treize y Wufei habían vuelto a verse en reuniones, tanto de los empleados como en las familiares, en la empresa también se encontraban ocasionalmente y se hablaban, conversaban sobre temas sin importancia, sus vidas a veces salían a relucir en una que otra plática ocasional y sin darse cuenta ambos comenzaban a enamorarse, Wufei no había tenido éxito nunca en el amor, las personas de las que lograba enamorarse terminaban lastimándolo y no quería por ese y otros motivos, involucrarse con Treize, algo le decía que con él también sufriría, Treize estaba casado y meterse con él era convertirse en un amante, en ser el otro, Treize hablaba maravillas de su esposo, se notaba que le quería. 

Los días pasaban rápido, antes de la fiesta familiar para festejar la primavera los empleados se reunían en un bar local... Los empleados se encontraban bebiendo y conversando pero sintiéndose mal Wufei sale a la terraza por un poco de aire, Treize también conversaba en la mesa pero al ver salir al chico pide perdón y se levanta de su silla, la mirada de Otto era desaprobatoria pero a Treize no le importaba; Wufei nota la presencia de su compañero en la terraza y voltea sonriéndole tiernamente, Treize se pone a su lado y lo mira fijamente poniéndolo un poco nervioso

Treize. ¿Estás bien?

Wufei. Sí, un poco mareado pero bien ¿y tú? Te ves raro

Treize. Es Duo

Wufei. ¿Qué con él?

Treize. No sé... siento que ya no es igual

Wufei. ¿Por qué?

Treize. No me hagas caso... cuéntame de ti

Extrañado de que no quiera hablarle al respecto Wufei solo guarda silencio y le sonríe

Wufei. Creo que te lo he contado todo

Treize. ¿Tú... sales con alguien?

Wufei. No, por ahora

Con mirada melancólica Wufei se voltea y mira hacia el cielo recargándose en el barandal de la terraza, Treize lo mira fijamente y sonríe, por alguna razón le alegraba que Wufei no saliera con nadie, el chino le gustaba, más de lo que podía admitir, algo había en él que le había cautivado

Wufei. ¿Sabes? no me siento bien

Levándose una mano a la frente Wufei se retira del barandal pero antes de dar un solo paso Treize lo sujeta del brazo y lo mira fijamente haciéndolo sonrojar

Treize. Te llevo a tu casa

Wufei. No te molestes, yo...

Treize. Por favor

No pudiendo resistir la mirada azul profundo, Wufei asiente y los dos entran otra vez al Bar, se despiden de sus compañeros y se van, los dos suben al auto de Treize y durante el trayecto guardan silencio, solo 15 minutos separan la casa de Wufei del Bar, era un barrio solitario, clase media, Treize estaciona el auto y los dos se quedan ahí quietos, Wufei estaba nervioso y Treize indeciso, después de unos segundos de incómodo silencio ambos se giran para verse e intentan hablar al mismo tiempo, apenados solo se sonríen y vuelven a guardar silencio pero manteniendo la posición

Treize. ¿Sabes?... me gustas mucho

Avergonzado pero feliz Wufei agacha la mirada quedándose callado, Treize se quita el cinturón de seguridad y estira su mano hacia su compañero acariciándole la mejilla, sorprendido Wufei lo mira con los ojos ampliamente abiertos

Wufei. También me gustas

Treize. ¿De verdad?

Wufei. Sí pero...

Sintiéndose muy triste Wufei agarra la mano de Treize y la quita de su mejilla, agacha la mirada por unos segundos y al levantarla y clavarla en la mirada azul, los ojos negros se cristalizan y algunas lágrimas caen por sus mejillas

Wufei. No le puedo hacer esto a Duo, no lo conozco pero es tu esposo... no está bien, es adulterio

Desdichado Wufei llora discretamente agachando la mirada, Treize se enternece con las palabras y cuidadosamente se acerca a él, sorprendido Wufei mira fijamente a Treize viendo como lentamente su rostro se acerca al suyo, sus ojos negros se cierran lentamente mientras los cálidos labios de Treize comienzan a acariciar los suyos, el corazón comienza a latirle a prisa y sin miramientos le corresponde el beso, al finalizar éste ambos se miran a los ojos sonrojados, Treize le acaricia los labios al chico y él le coloca las manos sobre el pecho comenzando a explorarlo por encima de la ropa, sus ojos no pierden detalle de los ojos del otro y con esfuerzo Wufei cierra los ojos y suspira a Treize

Wufei. ¿Quieres pasar?

La voz excitada de Wufei hacen sonreír a Treize quien asiente con la cabeza y ambos salen de auto, nervioso Wufei abre la puerta de su departamento y ambos entran a paso lento y dudoso, el chino cierra la puerta y Treize comienza a besarlo, apoyándolo sobre la pared cerca de la ventana, su excitación chocaba contra su estómago, haciéndole sentir un cosquilleo y sin perder el ritmo del beso se dirigen a la habitación, sin cerrar la puerta comienzan a desvestirse entre caricias y besos, sus cuerpos estaban calientes y temblorosos y al encontrarse desnudos se miran los cuerpos, con ternura Treize agarra a Wufei de la mano y lo lleva a la cama, lentamente lo acuesta cayendo sobre él de forma delicada y comenzando después a llenarlo de besos: labios, cuello, pecho, vientre y entre jadeos y gemidos Treize se lleva el miembro de su amante a la boca, lamiéndolo con ternura, disfrutando de todo el largo, su lengua temblorosa recorriendo el glande excitado y después succionando con maestría, sintiendo aquella excitación cada vez más dura hasta que la semilla de Wufei explota en su boca

Un gemido placentero llena los oídos de Treize que sube nuevamente por ese cuerpo hasta robarle un tierno beso, sus lenguas jugando en un vaivén de pasión mientras las manos de Treize acarician las piernas de su amante, separándolas poco a poco y bajando su mano se agarra el miembro perfectamente erecto y lo introduce lentamente en el orificio de Wufei haciéndolo jadear de placer, su intromisión le causa un placer indescriptible al chino y viendo que hay acceso para comenzar con las embestidas Treize comienza a introducirse y salirse con lentitud, la mitad al principio pero conforme aumenta la pasión el ritmo y la longitud comienzan a aumentar llegando a tocar aquellos puntos sensibles, arrebatándole a Wufei gemidos fuertes y apasionados, aumentando la mente erótica de Treize y ambos se funden en un cálido y mojado beso compartiendo y ahogando gemidos en la garganta del otro hasta que la semilla de aquella primera entrega explota dentro de Wufei, llenándolo por completo, un gemido unánime inunda la habitación y las respiraciones agitadas de ambos se calman mientras sus manos se enlazan sobre la cama a los costados de sus cuerpos, compartiendo una profunda mirada Treize se sale lentamente de Wufei y se posiciona a su lado, una sonrisa compartida y después el chino se acerca al cuerpo sudoroso de Treize y lo atrapa en un abrazo correspondido

Wufei. Te amo

Treize. Yo... yo te quiero mucho

Un poco decepcionado Wufei entrecierra los ojos y aprieta con más fuerza el cuerpo de Treize, era obvio que a quien amaba Treize era a Duo y él no podía contra eso, por esa razón aquella sería la última vez que estuviera con Treize, o al menos eso pensaba en esos momentos, sin saber que todo sería muy distinto a como lo pensaba

- Recuerdo -

Recordar era muy doloroso pero también le hacía feliz hacerlo, al menos en esa época Treize era suyo, no al 100 pero era suyo, ahora solamente podía vivir de eso, recuerdos...

Quatre deja de llorar permaneciendo en los brazos de Duo en silencio, el trenzado gira la cabeza un poco hacia atrás y observa a Heero, el ojiazul desvía la mirada y nuevamente Duo voltea hacia Quatre y lo separa un poco colocando ambas manos sobre sus hombros

Duo. Entremos ¿sí? Platicaremos mejor

Quatre. No yo...

Duo. Te ves mal amigo, por favor

Quatre. Sí

El trenzado ayuda a Quatre a levantarse ya que se encontraba un poco débil, Heero se les adelanta para abrirles la puerta cuando suben hasta el piso donde vivía el ojiazul, los tres entran al departamento y mientras los amigos se sientan en el sillón, Heero entra a la cocina para preparar té

Duo. ¿Cuánto tenías afuera?

Quatre. No lo sé, salí de mi departamento... y caminé hasta aquí

Duo. ¡¿Desde allá?! Amigo, está lejos para venirse caminando

Quatre. Yo no... yo solo... no sabía qué hacer

El rubio se tapa la cara con ambas manos y comienza a sollozar, había llorado durante horas, en cuanto Trowa se había quedado dormido había salido del departamento y había caminado sin ningún rumbo, había necesitado muchas horas para asimilar la noticia y cuando había llegado a la Colonia donde vivía Heero se había quedado dormido en el suelo debajo de la escalera

Duo. ¿Y Trowa?

Quatre. No sé y no... no quiero verlo

Duo. ¿Qué dices?

Quatre. ¡No puedo con esto Duo!

Exasperado el rubio se pone de pie y mirando a Duo nuevamente las lágrimas comienzan a salir, Heero escucha el grito y voltea sorprendido observando a ambos chicos, Duo se pone de pie e intenta acercarse a Quatre pero él lo evita dando un paso atrás

Quatre. ¡No puedo verlo morir!... prefiero... ¡Prefiero dejar de verlo!

Duo y Heero se sorprenden por las crueles palabras de Quatre y enojado el ojiazul se acerca a donde están ambos mirando muy molesto al rubio, el rubio desvía la mirada y continúa llorando

Heero. ¿Por qué demonios dices eso?

Duo. Heero cálmate

Quatre. ¡No puedo verlo morir, es demasiado!... ¡No lo soportaría!

El rubio voltea nuevamente su mirada hacia Heero y él muy molesto se acerca a Quatre sujetándole con fuerza los hombros, Duo se asusta y se acerca a Heero para tratar de calmarlo pero el ojiazul tenía sus ojos puestos duramente sobre el rubio mientras él lo miraba temeroso y con los ojos llenos de lágrimas

Heero. ¿Tienes...?... ¡¿Tienes idea de lo difícil que fue para él decírtelo?!

Quatre. Es que yo...

Heero. ¡No quería privarte de tu felicidad, por eso no quería decírtelo y eso... eso lo estaba matando más que la maldita enfermedad!

Los ojos de Heero estaban llenos de furia y tristeza, Quatre ante la declaración abre ampliamente los ojos y soltándose del agarre de Heero suelta en llanto tirándose al suelo de rodillas, Duo mira a ambos y no sabe qué hacer, solamente se queda de pie y triste también comienza a llorar

Heero. Yo... si quieres largarte hazlo, Trowa no estará solo

El ojiazul se da media vuelta y regresa a la cocina, apaga la tetera y se encierra en su habitación, Duo muy preocupado se acerca a Quatre y se agacha para ayudarlo pero él estira su mano hacia el trenzado para que se aleje y sin ayuda se pone de pie, el ojivioleta lo mira muy preocupado, con esfuerzo y limpiándose las lágrimas voltea hacia Duo

Quatre. Soy horrible

Duo. No es verdad

Quatre. Él es demasiado para mí, una basura como yo no lo merece

Duo. No es así

Quatre. Ni siquiera... fui capaz de darme cuenta

Duo. Quatre...

Quatre. Últimamente se comportaba extraño, más lindo de lo normal, hasta le costaba menos trabajo sonreír, cuando nos conocimos era tan serio que casi no sonreía... incluso comenzó a decir cosas extrañas "Marchémonos lejos... solos tú y yo"... y yo... solamente estaba viviendo una fantasía, el "Para siempre" de los cuentos no existe... y se va a morir... me... me siento tan inútil

Duo. No sé qué decir...

Quatre. Lo sé

El rubio continúa limpiándose las lágrimas y Duo se acerca, Quatre lo abraza y segundos después el timbre suena, ambos se separan y voltean a verse, Heero sale de su habitación y cruza mirada con Duo, el trenzado se gira hacia la entrada y camina abriendo la puerta, se trataba de Trowa que rápidamente fija su mirada en su novio, Quatre lo mira y se acerca a él lentamente al mismo tiempo que el ojiverde también se acerca al rubio

Quatre. ¡Tonto!

El rubio le grita a Trowa cuando están cerca y se avienta después a sus brazos, Trowa le corresponde el abrazo y unas lágrimas también se deslizan por sus mejillas

Quatre. ¡No tenías por qué sufrir solo... tenía derecho a saberlo!

Trowa. Lo lamento

El ojiverde besa los cabellos de su novio y permanecen abrazados, Heero y Duo miran la escena y después se miran entre ellos, el trenzado le sonríe con esfuerzo al ojiazul y él se dirige nuevamente hacia la cocina a prender otra vez la tetera, ahora serían 4 té los que debía de preparar...

Después de una larga plática y un té, Trowa y Quatre se marchan del departamento de Heero hacia la casa del ojiverde, el rubio había convencido a su novio de que también le hablara con la verdad a Catherine ya que la tía estaba enterada. Por petición de Duo, el ojiazul continúa con su pintura, los días se le estaban terminando y todavía habría que mandar a enmarcar el cuadro para la exposición escolar que se realizaría en un Hotel muy lujoso de la ciudad... el trenzado estaba en su pose y Heero lo pintaba, ésta vez ya no se fijaba en su desnudez como al principio, Duo le seguía pareciendo hermoso pero ya tenía autocontrol, además de que después de la plática con el trenzado sobre su pasado las cosas habían cambiado dentro de él, veía en Duo algo más que un cuerpo hermoso

Duo. ¿Nos quedan muchos días?

Heero. No pero creo terminar

Duo. ¿Lo hago bien?

Heero. Claro

A veces mientras lo pintaba, Duo trataba de dejar ese espacio incómodo de silencio con pláticas de cualquier tipo pero cada vez resultaba más difícil, su relación de amistad cada vez mejoraba y cada vez se tenían más confianza pero ahora resultaba aún más difícil mostrarse desnudo ante él...

Duo. ¿Y la escuela va bien?

Heero. Sí

Duo. Yo pronto entraré a la Preparatoria abierta

Heero. Qué bien

Duo. Hum... y... ¡No se manejar!

Heero. ¿Qué?

El ojiazul deja de pintar y mira extrañado a Duo, el trenzado se avergüenza y todo su rostro se pone rojo, nervioso desvía su mirada hacia abajo y cuando la levanta sonríe tontamente

Duo. Es que... me preguntaba si... podrías enseñarme

Heero. ¿A manejar? Claro

Duo. Gracias

Heero. Sí

Extrañado y dudoso Heero continúa con la pintura mientras que Duo se regaña en la mente, nunca había tenido problemas para iniciar una buena conversación y ahora se mostraba completamente estúpido ante su amigo...

Por la tarde después de la comida Heero sale de su departamento para ir a la escuela, necesitaba entregar un ensayo sobre el arte Barroco en las Artes Escénicas y como era costumbre se va a la cafetería para tomar café mientras leía un libro, algunas chicas lo miraban y le sonreían sin discreción pero él las ignoraba intentando que su lectura no fuera interrumpida pero en esos momentos llega Relena y sin pedir permiso se sienta en la misma mesa volteando a ver a las chicas con el ceño fruncido, pensando que se trata de la novia las chicas se voltean y platican como si nada, Heero deja el libro sobre la mesa y la mira, ella le sonríe ampliamente

Relena. Algo me decía que hoy te iba a ver

Heero. Hola

Relena. ¿Viniste a clase?

Heero. No

Relena. Ya veo... ¿vamos al cine? Lo prometiste

Heero. Hoy no

Relena. Siempre me dices lo mismo

Decepcionada Relena se cruza de brazos y borra la sonrisa

Heero. El sábado de la próxima semana

Relena. ¿Por qué ese día?

Heero. Para entonces habré terminado el cuadro

Relena. Ya veo, qué lástima

Heero. ¿Por qué?

Relena. Ese día mi papá organizó una tonta fiesta, hoy fue a un desayuno con unos inversionistas y quiere que vaya por la fuerza... odio las fiestas sociales

Heero. Debes obedecer a tu padre

Relena. Lo sé... tengo una idea ¡acompáñame!

Muy emocionada Relena estira su mano y la coloca arriba de la mano de Heero que estaba sobre la mesa, el ojiazul la mira y después levanta otra vez la mirada quitando sutilmente su mano de la mesa, Relena se apena y también baja las manos colocándolas sobre sus rodillas

Relena. ¿Qué dices?

Heero. No me gustan las fiestas

Relena. Vamos, sirve que te desenfadas del trabajo ¿qué dices?

Heero. Pero...

Relena. Si te sientes más cómodo trae a tus amigos

Heero. No sé

Relena. Ándale, me aburriré sola, sabes que Trowa, Duo y Quatre me caen muy bien, además tu compañía me hace bien

Heero. Lo pensaré

Relena. ¿De verdad? gracias Heero

Ilusionada Relena se pone de pie y con una gran sonrisa se despide de Heero agitando su mano y marchándose tarareando una canción, Heero solo suspira y bebe de su café antes de continuar con la lectura...

Heero regresa al departamento casi a las 7 de la tarde, se había quedado tiempo de más en la escuela sin darse cuenta del tiempo, al llegar encuentra a Duo preparando la cena, el trenzado se desilusiona un poco al ver llegar al ojiazul, quería que cuando su amigo regresa encontrara todo listo, Heero se dirige a la cocina y el ojivioleta le sonríe ampliamente

Duo. Te esperaba más tarde

Heero. Solo entregué un trabajo y me quede leyendo

Duo. ¡Vaya! Eres una persona muy culta Heero, yo hace años que no leo nada, la verdad es que soy muy tonto

El trenzado comienza a reír avergonzado con el rostro sonrojado, Heero lo mira fijamente y se acerca un poco más a él, Duo deja de reír y se queda quieto

Heero. Puedo recomendarte algunos libros

Duo. ¿De... de verdad? gracias Heero

Heero asiente con la cabeza y da la espalda a Duo para salirse de la cocina pero antes de dar un paso Duo le sujeta la mano y lo detiene, nervioso Heero voltea otra vez hacia atrás llevándose una gran sorpresa al ver el rostro de Duo completamente rojo, el trenzado tenía la mirada hacia abajo y después de algunos segundos la levanta

Duo. Heero, hace tiempo que he querido preguntarte algo

Heero. Dime

Duo. Bueno es que... yo quiero saber porque... aquella vez... intentaste besarme

La pregunta toma a Heero por sorpresa y se queda completamente sin habla, un sonrojo le cubre las mejillas y nervioso Duo le suelta el brazo sonriéndole apenas al ojiazul

Duo. No, no me hagas caso

Heero. La verdad es que...

Duo. ¿Sí?

El trenzado empuña una de sus manos esperando la respuesta pero Heero se tarda algunos segundos en contestar mientras lo mira fijamente

Heero. Estaba confundido

Duo. ¿Eh?

Heero. Creí que te deseaba

Duo. ¿Qué me... deseabas?

Heero. Sí

Duo se queda callado otros segundos y abre la mano suspirando bajito

Duo. Ay Heero

El trenzado le regala al ojiazul una amplia sonrisa y lo agarra de la mano para apoyarse al abalanzarse hacia él y darle un beso rápido rozándole los labios con los suyos, Heero abre los ojos amplio y confundido se sonroja más, Duo en cambio sonríe infantilmente y le da la espalda a Heero para cuidar la comida sobre la estufa, Heero se toca los labios con tres dedos y se queda ahí mirando a Duo detenidamente mientras él muy contento silva, las palabras de Heero habían sido un alivio, nunca iba a perdonarse si Heero llegaba a sentir algo por él más que amistad...

Trowa y Quatre permanecían acostados sobre la cama del rubio en el departamento donde estaban solos, no habían tenido relaciones sexuales, ambos estaban con ropa, el ojiverde abrazaba celosamente al rubio mientras permanecían en silencio haciéndose compañía, habían permanecido ahí desde que habían regresado de contarle a Catherine la verdad, como se lo esperaban la chica al igual que Quatre había llorado inconsolablemente y después de una larga plática con su hermano se había quedado dormida...

Quatre. Oye amor ¿sabes en que pensaba?

Trowa. No, dime

Quatre. En Houston hay médicos excelentes

Trowa. Ya hablamos de eso

Quatre. Pero es que no entiendes Trowa, no todo está perdido

Trowa. Amor...

Quatre. Por favor... nada pierdes si lo intentas

Frustrado por completo Quatre aprieta con fuerza la camisa de su novio y lo abraza con más fuerza

Trowa. No tiene cura

Quatre. ¿Cuántas opiniones tienes?

Trowa. Una

Quatre. ¿Lo ves?

Trowa. No se trata de eso y lo sabes, será médico ¿verdad?

Quatre. Pero...

El rubio se levanta apoyándose sobre uno de sus hombros para alegarle a Trowa pero el ojiverde siente uno de sus dolores y se agarra la frente quejándose, Quatre se asusta y se acerca más

Quatre. ¿Qué tienes?

Trowa. Mi... medicina

Asustado el rubio se levanta y corre hacia la chamarra de Trowa que se encontraba encima de la cómoda y agarra el vaso de agua sobre el buró al lado de la cama, saca una de las pastillas y se la da rápidamente al ojiverde quien la bebe enseguida manteniendo los ojos cerrados y sin dejar de sujetarse la frente

Quatre. ¿Te duele mucho?

Trowa. No te asustes

Haciendo un gran esfuerzo Trowa finge sentirse mejor y le sonríe cariñosamente a Quatre, él suspira profundamente y abraza a Trowa tiernamente

Quatre. Hay buenos neurólogos en el país, podríamos...

Trowa. ¡Quatre basta!

El rubio se queda callado abruptamente y se levanta del cuerpo de Trowa mirando al chico con susto, Trowa se siente mal de gritarle y estira su mano para acariciarle la mejilla, Quatre comienza a derramar un par de lágrimas

Quatre. Perdóname

Trowa. Mi amor... es inevitable

Cerrando sus ojos Quatre asiente con la cabeza y comienza a llorar volviendo a abrazar a su novio, Trowa sonríe y le besa los cabellos con ternura

Trowa. Disfrutemos ¿sí?... quiero vivir junto a ti el tiempo que sea que me queda ¿entiendes?... te amo mi amor, es lo único que me importa ahora

Quatre. También te amo Trowa, perdóname por ser tan egoísta

Trowa. No eres egoísta, solamente te falta aceptarlo

Quatre. ¿Cómo se supone que se acepta?

Trowa. No lo sé... el tiempo parece ser buena idea

Quatre. ¿Desde cuando dices cursilerías?

El comentario de Quatre suelta en Trowa una pequeña risa, Quatre sonríe y con los ojos llenos de lágrimas levanta la cabeza y mira al ojiverde, ambos se regalan un beso tierno y vuelven a abrazarse sin volver hablar el resto de la noche aunque nuevamente a Quatre le cuesta conciliar el sueño pero mientras piensa toma una decisión, a partir de ese día iba a ser para Trowa el más fuerte de sus pilares, así tuviera que fingir una tranquilidad que no sentía, porque desde que se había enterado de la noticia el alma se le había hecho trizas...

Heero cuenta a Duo sobre la propuesta de Relena mientras ambos cenan, el trenzado lo duda mucho pero decide aceptar, Relena no le caía mal pero no era bueno para las fiestas, de hecho las detestaba porque le recordaban a las fiestas llenas de farsas donde él y Treize se presentaban como la pareja modelo, sabía que en esas fiestas reinaba la hipocresía... 

Al día siguiente Heero llama a Trowa al departamento de Quatre y también le propone lo de la fiesta, el ojiverde lo consulta con Quatre a quien no le parece muy buena idea pero si Duo iba a ir no parecía tan mala idea, hace tiempo que tenía ganas de pedirle a Relena de favor que Duo entrara a trabajar en la empresa de su padre. Confirmadas las tres asistencias Heero llama a Relena y le informa de la decisión, la chica se pone más que contenta e informa a su padre quien no tiene inconveniente en que asistieran los amigos de su hija...

Un par de días después Heero por fin termina el cuadro pero no se lo muestra a Duo, con una tela lo tapa para que no lo vean y llama a Trowa y a Quatre para que vean su obra terminada, el trenzado estaba impaciente por ver su retrato y alegre preparaba una cena para sus amigos mientras Heero guardaba todas sus cosas, no tenía planeado pintar otro cuadro en la brevedad así que no necesitaba las cosas a la mano... a quince minutos para las diez el timbre del departamento suena y Heero les abre a su amigo y a Quatre, el trenzado voltea emocionado hacia la puerta y agitando su mano saluda a ambos chicos, el rubio después de saludar a Heero se va hacia dónde está Duo para ayudarle mientras Heero y Trowa se quedan en la sala a conversar en voz no muy alta para que no les escuchen

Trowa. ¿Cómo vas?

Heero. Igual, me ve solo como amigo

Trowa. Animo

Heero. No sé... siento que todavía ama al tal Treize

Trowa. ¿Sí?

Heero. Sí, o al menos le soy indiferente

El ojiazul voltea hacia la cocina para ver a Duo quien le daba a probar a Quatre de la comida, Heero nuevamente voltea hacia su amigo, Trowa lo observaba detenidamente y sin hacer un esfuerzo por evitarlo una sonrisa burlona se cruza por sus labios, Heero lo observa serio alzando una ceja

Trowa. Jamás imaginé verte enamorado

Heero. Ni yo

Trowa. Me da mucho gusto, ya era hora

Heero. Pero es algo imposible... Duo no me ama

Las risas de Duo y Quatre hacen voltear a Trowa y Heero, el trenzado voltea casualmente hacia donde están los amigos y les sonríe ampliamente, sobre todo al ojiazul, mantienen miradas por algunos segundos y Duo nuevamente comienza a reírse con Quatre, el ojiazul voltea hacia Trowa y éste también lo mira

Trowa. No lo sé... Duo ha cambiado ¿sabes?

Heero. ¿Mnh?

Heero voltea otra vez hacia Duo y lo mira por el resto del tiempo en que Quatre y Duo terminaban con la cena, no entendía a qué cambio se refería Trowa pero seguro se daría cuenta en algún momento...

Después de la cena Quatre ayuda a Duo a recoger la mesa y lavar la loza mientras Heero prepara té para los cuatro y Trowa miraba por la ventana de la sala, el rubio y el trenzado conversaban sobre la proximidad de los cursos que tomaría Duo para acreditar la educación Preparatoria... el ojiverde miraba tranquilamente por la ventana, el cielo comenzaba a nublarse amenazando llover pero no solo el cielo se nublaba, la vista de Trowa también lo hace un poco, creyendo que es por cansancio Trowa cierra los ojos y se los frota pero cuando los vuelve a abrir su vista continuaba igual

Quatre. ¡Amor ¿de qué quieres tu té?!... ¿Trowa?

Al ver el rubio que Trowa no le contesta se preocupa y sale apurado de la cocina dirigiéndose a su novio mientras Heero y Duo lo observan

Quatre. ¿Te sientes bien?

Muy preocupado Quatre agarra el brazo de Trowa y éste voltea hacia él sonriéndole nervioso

Trowa. No veo

Los tres se sorprenden cuando escuchan a Trowa y asustado Quatre se acerca un poco más y lo mira detenidamente a los ojos, la mirada verde estaba perdida, Trowa veía solamente sombras y manchas

Quatre. ¿No ves nada? Y te duele algo?

Trowa. Veo manchas, no me duele

Quatre. Duo llama al doctor por favor

Duo. Si

Trowa. ¡No!

El trenzado se dirigía al teléfono pero Trowa se opone sorprendiendo a los tres chicos, Heero se enoja y se acerca a su amigo

Heero. Necesitas que te revisen

Trowa. ¿Para qué?... ya pasará

Heero. No se trata de eso

Trowa. ¿Y qué más da si me voy a morir?

Al escuchar las crueles palabras de su novio Quatre se tapa la boca con una mano y suelta el brazo del ojiverde mirándolo con tristeza, Heero se molesta por la negatividad de Trowa y el trenzado solo mira a Trowa tristemente

Trowa. Perdón

Trowa también se pone triste por el comentario que ha hecho y estira su mano buscando a Quatre, el rubio estira también su mano y agarra la de su novio

Trowa. No te preocupes, todo está bien

A penas el ojiverde sonríe a Quatre y él derramando unas lágrimas se acerca y lo abraza en silencio, Duo también sonríe al ver la escena, le parecía increíble el amor que se tenían su amigo y Trowa, en cambio Heero se queda serio y enojado, no le gustaba cuando Trowa se ponía negativo, Quatre deja de abrazar a Trowa y lo ayuda a caminar a la sala y a sentarse en el sillón, por un gran rato los cuatro se quedan en total silencio

Trowa. ¿Qué no vamos a ver la pintura?

El comentario irónico pone más tenso el ambiente, Quatre cierra los ojos evitándose llorar y aunque Trowa sonreía todos estaban tensos, Duo mira de reojo a Heero observándolo melancólico, ambos estaban sentados en el mismo sillón, Duo lo duda un poco pero estira su mano y toma la de Heero para expresarle su apoyo, él voltea sorprendido pero la mirada y la sonrisa de Duo lo tranquilizan

Trowa. Vamos, hablen por favor

Duo. Trowa yo... quiero que sepas que también tienes mi apoyo... tal vez no sea mucho pero...

Aún sin ver el ojiverde voltea su cabeza hacia donde había escuchado la voz de Duo quien estaba nervioso tomando la mano de Heero, el ojiverde sonríe y asiente con la cabeza

Trowa. Muchas gracias Duo

Duo también sonríe contento y suelta la mano de Heero poco a poco, Quatre agarra aire profundamente y suspira, se había prometido ser fuerte ante Trowa y así lo iba hacer por lo que sonríe y se arma de valor

Quatre. ¡Yo quiero ver la pintura!

Tratando de parecer normal Quatre se pone de pie y mira a Heero quien asiente y se pone de pie y se dirige hacia la pintura, Quatre mira hacia ella al igual que Duo mientras Trowa se queda con la mirada al frente, Heero voltea el caballete hacia sus invitados y descubre la manta, la mirada aqua de Quatre se ilumina al verla, no se imaginaba que Duo había podido posar de esa manera, debía admitir que se veía muy sexy, el mismo Duo se sorprende, Heero no lo había dejado ver la pintura antes y no sabía que el ojiazul tuviera tanto talento, sus mejillas se llenan de rojo, apenas creía que él fuera quien estaba retratado

Quatre. Wow, es hermosa

Sonriendo Quatre mira a Duo y le cierra un ojo haciendo que el trenzado se sonroje mucho más, también Heero estaba apenado, no era el primer desnudo que hacía pero Duo era el mejor modelo que había tenido jamás

Heero. La exposición es éste viernes, mañana lo mando enmarcar

Quatre. Heero, tienes talento

Trowa. Es el mejor

Trowa se pone de pie y camina hacia el frente tropezando con la mesa, Duo era quien estaba más cerca de él y se acerca para ayudarlo a ir donde está Heero, el ojiverde estira su mano y con ella rodea la espalda de Heero en un abrazo

Trowa. Seguramente es hermosa, Duo es bello

Quatre mira a Trowa enarcando una ceja y cruzándose de brazos, Duo se apena mucho y se preocupa por la mirada que el rubio le lanzaba al ojiverde aunque realmente su amigo no estaba enojado

Trowa. Aunque obviamente mi Quatre es mucho más lindo

Una sonrisa grande se asoma en los labios de Quatre y contento se acerca a Trowa para darle un beso en los labios

Quatre. Más te vale

A excepción de Heero todos se ríen por el comentario, el ojiazul admira su pintura y mira después de reojo a Duo, la pintura era hermosa pero la realidad lo era mucho más, Duo era el hombre más hermoso que hubiese conocido, por dentro y por fuera, era hermoso y puro, no cabía duda de que estaba profundamente enamorado...

Por petición de Heero, el ojiverde y el rubio se quedan a dormir en su departamento, Trowa llama a su tía y le avisa, ella contenta no le dice nada en contra y los cuatro pasan la noche ahí, Heero era quien había tardado más en conciliar el sueño pero finalmente lo había logrado. Al día siguiente el primero en despertarse es Trowa, el ojiverde abre poco a poco los ojos, estaba temeroso de que cuando lo hiciera su vista siguiera como la noche anterior, pero para su sorpresa ya puede ver con normalidad, el doctor le había dicho que era normal que cosas así le sucedieran, contento Trowa se levanta de la cama y se acerca a la ventana para abrir la cortina y mirar la hermosa mañana, por el reflejo del sol Quatre se despierta y se sienta en la cama observando a su novio

Quatre. ¿Trowa?

Trowa. Puedo ver

El ojiverde se voltea hacia atrás cuando escucha a su novio, Quatre se emociona por lo que le dice su novio y se levanta de la cama para abrazarlo mostrándose muy contento... Quatre sale de la habitación antes que Trowa y encuentra a Duo y a Heero ordenando la sala, los chicos les habían dejado la habitación a la pareja, el trenzado había dormido en el sillón y Heero en el suelo

Quatre. Ya puede ver

Duo. ¿De verdad? qué bien

Quatre se acerca a Duo y alegres se toman de las manos, Heero solo los mira serio y voltea hacia la puerta de la habitación, a los pocos segundos sale Trowa recargándose en la pared mirando también a los amigos, el ojiverde y el ojiazul cruzan miradas, Heero estaba contento de que Trowa pudiera ver otra vez pero su salud seguía igual, por eso no podía sentirse tan feliz, el ojiverde tampoco se sentía feliz del todo..

Más tarde Heero sale de su departamento para mandar enmarcar el cuadro, Quatre va al consultorio a trabajar mientras Trowa y Duo se quedan en el departamento de Heero, el ojiazul le había prohibido al ojiverde salir de casa solo y conducir, por eso el rubio se había llevado las llaves del auto de la tía de su novio... ya habían desayunado así que no había mucho que hacer, Duo tenía ropa que lavar pero Trowa estaba aburrido sin hacer nada así que entra al cuarto de su amigo para buscar un libro para leer pero husmeando en el clóset se topa con algo más interesante, el ojiazul tenía un álbum de fotografías, al parecer era el único que su amigo tenía, Trowa sonríe y lo saca del clóset y sale de la habitación para sentarse en la sala, abre la primera hoja y ve una foto de Heero con su padre, el ojiazul parecía tener 10 años más o menos, el ojiverde sonríe y mira por mucho tiempo aquella foto; Duo mete la ropa en la lavadora y al ver a Trowa con un álbum de fotos se acerca

Duo. ¡Fotos! Adoro las fotos

Trowa. Ven, siéntate

Sin dudarlo Duo se sienta a un lado de Trowa y mira fijamente la foto sonriendo ampliamente

Duo. Qué lindo se ve Heero

Enternecido Duo señala a Heero, el ojiverde mira al trenzado muy emocionado y también sonríe, poco después cambia la página, en ella también había fotos de Heero de niño y Duo las miraba muy interesado, Trowa continúa cambiando las páginas conforme las ven hasta que llegan a las fotos de la Preparatoria, en la primera de ellas había una foto de Heero y Trowa, el ojiverde tenía su mano sobre el hombro de Heero y el cuerpo ligeramente inclinado hacia él mientras Heero estaba de brazos cruzados mirando a la cámara con frialdad, Duo mira curioso la foto y después mira a Trowa

Duo. Que guapos

Trowa. Gracias

Ambos se sonríen y después miran otra vez hacia el álbum, en la otra página había una foto de Trowa solo, el ojiverde se mostraba igual de frío que Heero, Duo se sorprende de lo distinto que se veía, ahora su rostro se veía más alivianado

Duo. Te ves muy diferente

Trowa. Quatre me cambió mucho

Duo. ¿De verdad?

Trowa. Sí... yo no era feliz, no era correspondido

El ojiverde mira con melancolía la foto y después cambia la página, Duo se sorprende por esas palabras y lo mira curioso pero no pregunta nada...

Por la tarde Heero regresa a su departamento encontrando a Trowa aún ahí, el ojiverde y el ojivioleta comían lo que Duo había preparado, el trenzado se pone de pie

Duo. ¡Ahorita te sirvo!

El trenzado da un paso para salirse de su lugar pero Heero estira la mano para detenerlo indicándole con eso que él se podía servir solo, Duo entiende y se sienta, el ojiazul se retira a la cocina con el ceño fruncido, el trenzado era muy servicial, demasiado, seguramente Treize lo tenía acostumbrado a ser así, Trowa se había dado cuenta de esa actitud desaprobatoria pero continúa con sus alimentos...

Sin ir a su departamento a comer Quatre va a la escuela cuando termina su turno en el consultorio, ese día tenía un examen a primera hora y no podía llegar tarde, al terminar su examen sale del salón y busca la sombra de un árbol para leer mientas esperaba su próxima clase, a lo lejos Erick y Ralph lo miraban, el primero sonreía malicioso pero el otro estaba un poco indeciso, burlarse era una cosa pero violar a alguien era distinto, detestaba a Quatre y a Trowa pero todavía no estaba muy convencido, contrario a Erick que se quería cobrar con el rubio

Erick. Parece que Trowita no vino a clase

Ralph. Eso parece ¿estará enfermo?

Erick. ¿Acaso te importa ese idiota?

Ralph. No, por mí que se pudra

Erick ríe por el comentario de Ralph y emocionado se talla las manos relamiéndose los labios de forma maliciosa mientras observaba al rubio

Erick. ¿Qué esperamos?

Ralph. Vamos

Ambos chicos deciden dirigirse a Quatre quien leía tranquilamente un libro de Anatomía, el rubio no siente las presencias hasta que la llegada de sus compañeros le tapan el reflejo del sol, Quatre voltea hacia arriba y mira con fastidio a los chicos que sonreían descaradamente, Erick se agacha a su altura y le agarra el rostro volteándole la cara hacia él

Erick. Acompáñanos

Quatre. No ¿adonde?

Erick. Ven te digo

Quatre. No quiero

Erick. No seas necio, te vamos a enseñar algo

Quatre. No quiero verlo

Enojado Quatre mueve su cabeza pero Erick lo sujeta con más fuerza obligándolo a que lo siga viendo, el rubio se pone nervioso y mira de reojo a Ralph que sonreía

Erick. ¿No quieres ver a Trowa?

Quatre. ¿Qué?... ¿esta con ustedes?

Asustado Quatre mira otra vez a Erick que se ríe divertido sin contestarle al rubio

Quatre. ¿Qué le hicieron?

Ralph. Acompáñanos y sabrás

Quatre. Pero...

Erick. ¿No irás con tu novio? Maricón de mierda

Quatre. ¡No me ofendas!

Erick. ¿Ofensa? Ofensa que me escupieras en la cara

Tentado a escupirle a Quatre en la cara, Erick se contiene y solo lo mira con desprecio soltándolo bruscamente, el rubio cierra el libro y se pone de pie rápidamente topándose con la mirada triunfante y altanera de Ralph

Ralph. Buen chico

Quatre. Más les vale que Trowa esté bien

Muy preocupado por su novio Quatre decide acompañar a los dos tipos, conocía a Trowa y sabía que a veces era impulsivo así que bien había podido desobedecerle a Heero y salirse del departamento para ir a la escuela, mientras tantos ambos chicos sonreían maliciosos...

Heero acompaña a Trowa en taxi hasta la casa de su tía y por ese mismo medio se regresa al departamento donde Duo veía nuevamente el álbum de fotos, Heero se sorprende de que el trenzado lo haya encontrado y el ojivioleta se apena por haber agarrado algo que no era suyo sin permiso y rápidamente cierra el álbum cuando el ojiazul entra al departamento

Heero. Sigue viéndolo

Duo. Lo siento, no pienses mal de mí

El ojiazul niega varias veces con la cabeza y se acerca al sillón mirando también el álbum pero permaneciendo de pie, Duo lo tenía en una página donde había una foto de Heero con su papá y con Trowa, el trenzado mira hacia arriba y sonríe contento

Duo. Eran unidos ¿cierto?... Trowa también lo quería ¿verdad?

Heero afirma moviendo la cabeza mientras se sienta a un lado de Duo y mira la foto con melancolía, Duo lo observa firmemente y baja la mirada dubitativo

Duo. ¿Es cierto que... no lloraste su muerte?

A Heero le toma por sorpresa la pregunta ¿cómo sabía Duo que no había llorado? De seguro había sido obra de Quatre, nadie más podía habérselo dicho, el ojiazul sigue mirando la foto mientras que Duo lo mira de reojo

Heero. Es verdad... perder a mi padre ha sido lo más doloroso que he vivido pero... no pude hacerlo, tal vez aún no lo acepto

Duo. Lo siento

Heero. No te disculpes, los dos últimos años casi no nos vimos ni hablamos, a veces creo que está solamente viajando... no sé, es un sentimiento extraño pero no me siento triste ni solo... está Trowa y... estas tú

Duo se sorprende mucho porque era la primera vez que Heero le hablaba con esa confianza y abría su corazón con un tema muy doloroso, pero su sorpresa era mayor por la afirmación de que él también ayudaba a no hacerlo sentirse solo, Duo se sonroja y sonríe, después se inclina poco a poco hacia un lado y recarga su cabeza en el hombro de Heero quien también se sorprende y se sonroja

Duo. Yo tampoco me siento solo Heero... muchas gracias

El trenzado cierra sus ojos y Heero se pone un poco nervioso, Duo no tenía ni idea de lo que significaba para él esa muestra de afecto, Duo no sabía que un solo roce de su cuerpo provocaba miles de sensaciones extrañas pero placenteras... con duda Heero pasa su mano por el cuello de Duo colocándola en el otro extremo sobre su hombro para atraerlo sutilmente hacia él, el trenzado siente el cálido abrazo de su amigo y su corazón late a prisa, no entendía porque aquel abrazo le reconfortaba sobremanera, no era la primera vez que sentía esa calidez en Heero y eso le aterraba...

Ralph y Erick llevan a Quatre lejos de la escuela a un departamento que tenían rentado para hacer sus reuniones donde fumaban marihuana y consumían alcohol, el rubio mira con mucha desconfianza la puerta y retrocede un paso mirando después a ambos chicos

Quatre. ¿Qué traman? Aquí... no está Trowa ¿verdad?

La voz y la mirada del rubio eran de susto y eso hace sonreír a ambos chicos, Erick abre la puerta mientras que Ralph agarra con fuerza a Quatre de un brazo y lo jala para aventarlo al interior del departamento, Erick cierra la puerta y ambos se quedan cerca de ella mientras Quatre los miraba nervioso

Quatre. Abre

Erick. No, caíste imbécil

Quatre. ¡Déjenme ir!

Ralph. Que tierno, viniste con la esperanza de hacerla de súper héroe y solo quedaste como un tonto

Quatre. ¿Por qué?... ¿por qué son así?

Más que asustado Quatre estaba triste, le parecía cruel la forma de actuar de esos chicos, él no le hacía daño a nadie al estar enamorado de Trowa aunque éste fuera un hombre, pero Erick solamente ríe fuertemente cuando escucha las palabras de Quatre mientras que Ralph entra en cuestionamiento, debía admitir que lo que planeaba su amigo era extremo pero Erick se veía muy convencido de lo que iba a hacer... Quatre retrocede poco a poco mientras Erick se acerca a él lentamente hasta hacerlo topar contra la pared, donde coloca su brazo sobre ésta y su mano la sube para tocar el rostro del rubio quien ya estaba asustado

Erick. Nunca te perdonaré tu ofensa

Quatre. ¿Cuál?

Erick. ¡Me escupiste imbécil! Además no soporto a los homosexuales, me dan asco

Quatre. Yo nunca te di ningún motivo...

Erick. ¡Existir! Ese es el motivo, pensar que dos hombres se aman me da asco

La mano que acariciaba el rostro de Quatre sube hasta agarrarlo con fuerza de los cabellos, el rubio grita y cierra los ojos unos segundos viendo después a Erick

Quatre. ¿Qué me vas hacer?

Erick. ¿Yo? Qué te voy hacer yo?

Nuevamente Erick ríe a carcajadas con descaro y después agarra con más fuerza los cabellos de Quatre y la mano que antes estaba sobre la pared ahora agarra al chico de la camisa y lo atrae hacia él para después aventar su cuerpo contra la pared, Quatre grita otra vez por el dolor y mira suplicante a Erick mientras sus ojos se humedecen, Ralph solamente mira serio a su amigo

Erick. Yo no te voy a hacer nada ¡eres tú quien lo hará!... me debes una mamada ¿recuerdas? Quiero saber que tan bien lo haces

Cuando escucha el plan de Erick, Quatre abre los ojos ampliamente y niega con la cabeza mirando asustado a su compañero, Erick suelta la camisa y aun sujetando los cabellos separa a Quatre de la pared y con fuerza le da un jalón hacia abajo obligándolo a hincarse frente a él, el rubio agacha la cabeza y con sus manos intenta quitar la mano de Erick que le sujetaba el cabello, Ralph ve que las cosas ya van muy serias y se acerca a su amigo

Ralph. Creí que solo lo asustaríamos

Erick. Claro que no idiota y prepárate porque tú te lo vas a violar ¿recuerdas?

Quatre levanta la cabeza rápidamente cuando escucha las palabras de Erick y mira con terror a Ralph quien solo desvía la mirada

Quatre. ¡No!... ¡por favor no me violen!

Erick. Ni te ilusiones estúpido, yo no haré semejante cosa, antes muerto

Quatre. ¿Por qué hacen estas cosas?... ¡suéltame!

Erick. ¡Cállate!

Enojado Erick le da una bofetada a Quatre con su mano desocupada, Ralph se sorprende y le agarra la mano a su amigo con la que había golpeado al rubio, Erick voltea hacia atrás y mira a Ralph con fastidio

Erick. ¿Qué te pasa imbécil?

Ralph. Si lo golpeas tendrá pruebas de que le hicimos algo

Erick. Tienes razón, entonces vayamos a lo interesante

Ralph suelta la mano de su amigo y con ella Erick se baja el cierre del pantalón y también lo desabrocha, Quatre mira de reojo y ve como su compañero se saca el miembro flácido y solamente cierra los ojos, Erick se comienza a acariciar un poco pero sin lograr una erección, cuando termina sostiene su miembro hacia el rostro de Quatre

Erick. Comienza

Quatre. No... por favor

Erick. ¡Hazlo!

Enojado Erick jala con fuerza los cabellos de Quatre atrayendo su cabeza hacia su miembro, los labios de Quatre quedan sobre éste, el rubio aprieta los labios y se niega pero Erick le jala otra vez los cabellos y con su miembro golpea la mejilla del rubio

Erick. Abre la boca, sé que puedes

Apretando con más fuerza los cabellos, Erick logra que Quatre separe sus labios y saque tímidamente la lengua buscando lamer el miembro pero sujetándoselo con la otra mano Erick comienza a moverlo para humillar a Quatre quien mueve la cabeza buscando lamerlo sin encontrarlo ya que Erick lo movía mientras reía, Ralph mira sorprendido sonrojándose

Erick. Quieres lamerlo ¿verdad? te mueres por hacerlo... ésta bien, empieza

Erick deja de mover su miembro y aun sujetándolo permite que Quatre comience a lamerlo tímidamente usando con torpeza la lengua, Erick se molesta porque Quatre no lo hace bien y aprieta más fuerte los cabellos, Quatre se queja del dolor abriendo la boca y Erick aprovecha para introducirse, los ojos de Quatre se abren ampliamente cuando siente el miembro en su garganta y rápido se quita haciéndose hacia atrás comenzando a toser sintiendo ganas de vomitar

Erick. ¿Muy profundo para ti? Está bien, a tu ritmo

Erick se suelta el miembro y cerrando sus ojos Quatre levanta una de sus manos y agarra el miembro de su compañero comenzando con el sexo oral haciéndolo bien mientras un par de lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas, Ralph solamente se voltea escuchando los placenteros gemidos de su amigo y los jadeos de Quatre...

Mientras tanto en la escuela Trant leía una revista de deportes en la cafetería mientras tomaba un vaso de refresco, a dos mesas de distancia una chica rubia lo observaba fijamente mientras se mordía las uñas nerviosa, a veces se levantaba de su silla pero se volvía a sentar mostrándose nerviosa, a veces se volteaba a otra parte pero nuevamente volteaba hacia Trant, decidiéndose después a acercarse pero cuando está a un lado de la mesa se pone más nerviosa y se aleja pero gracias a eso Trant se da cuenta de que la chica intentaba decirle algo, creyendo que se trata de cuestiones amorosas no decide tomarle importancia y continúa leyendo, la chica sale de la cafetería decidida a hacerse de oídos sordos y no decir nada pero su conciencia la detiene a medio camino

Dorothy. No... ¿Y si fuera yo? ese chico no merece que le hagan maldades

Cambiando de opinión la chica se da media vuelta y regresa a la cafetería pero cuando está en la puerta se da cuenta que Trant ya no está, decepcionada se aleja hacia uno de los salones pero en el trayecto Trant la intercepta, no esperándoselo la chica se asusta

Trant. ¿Qué te traes? Me estas espiando?

Dorothy. No, nada de eso

Trant. ¿Entonces?

Dorothy. Es que... bueno yo...

Trant. ¡Habla!

Dorothy. Oí a tus amigos decir que iban a... violar a mi compañero

Trant. ¿Quién es tu compañero?

Dorothy. No sé su nombre pero es rubio, cabello corto, ojos color aqua y...

Antes de terminar de describir a Quatre, Trant se acerca a ella y la sujeta con fuerza de los brazos y comienza a sacudirla

Trant. ¡¿Cuándo oíste eso?!

Dorothy. Yo...

Trant. ¡Dímelo!

Dorothy. ¡Hace días pero no sé cuándo lo iban hacer!

Trant. ¡Los has visto hoy!

Dorothy. No, a ninguno de los tres

Trant. ¡Maldición!

Enojado Trant suelta a la chica aventándola ligeramente y corre hacia la salida de la escuela mientras saca su celular y marca a Ralph, Dorothy se queda sorprendida de la reacción de Trant y solo lo mira marcharse...

Mientras Heero estudiaba para un examen que tendría dentro de unos días, Duo tendía la ropa que había lavado y mientras lo hacía silbaba una canción, ese día se sentía muy contento, últimamente se había enterado de cosas horribles como la enfermedad de Trowa, pero no podía evitar sentirse feliz, sentía que su vida por fin estaba tomando el rumbo correcto y eso lo hacía sentir muy contento, tenía grandes amigos y una buena vida, había pasado cosas desagradables como las de su trabajo, pero ahora eso estaba en el pasado al igual que lo vivido con Treize, ahora su vida comenzaba a tomar forma, su esposo había desaparecido por fin dejándolo deshacerse de una vida mediocre, eso era en parte lo que le tenía contento, pero también los sucesos más recientes como su creciente amistad con Heero y su acercamiento a Trowa

Era como si la vida le comenzara a recompensar, difícilmente algo iba a hacerlo sentir nuevamente desdichado, solo la muerte segura de Trowa arrancaría las dosis de felicidad que había en su círculo de amigos pero fuera de eso nada que tuviera que ver con Treize iba a arruinarle la felicidad... Wufei caminaba por las calles de esa ciudad, hacía horas que la reunión había terminado pero necesitaba caminar y pensar las cosas, se sentía muy abatido, le obligarían a conquistar a una jovencita para fines horribles y eso le desagradaba, además que le iba a resultar muy difícil hacerlo ya que él gustaba de los hombres y no de las mujeres. Por ir pensando al caminar sin querer se topa con una persona en la calle a la cual hace caer al piso, Wufei reacciona al instante y voltea hacia abajo estirando la mano para ayudarle

Wufei. Discúlpeme ¿está bien?

Una mirada fija color verde le mira con desconfianza pero al ver en su rostro preocupación normal acepta la ayuda estirando su mano para ponerse de pie, Wufei sonríe aliviado y ayuda a la chica que había tumbado

Relena. Estoy bien, gracias

Wufei. Yo iba distraído

Relena. No se preocupe

Wufei. ¿Segura está bien?

Relena. Sí

Relena sonríe apenas y cruzándose de brazos pasa de lado a Wufei y comienza a caminar con melancolía, Wufei se queda pensativo parado en ese lugar pero preocupándose por la chica la sigue, Relena se da cuenta y voltea hacia atrás viendo como aquel chico la alcanza y se coloca a su lado

Wufei. Lo siento pero usted no se ve bien y yo la voy a acompañar a su destino

Relena. No se preocupe

Dudando de las intenciones de ese chico Relena sigue caminando tratando de ignorarlo pero el pelinegro insiste en seguirla

Wufei. ¿Esta triste? Sus ojos se ven tristes

Relena. Ya le dije que estoy bien, no me siga

La chica se desespera un poco y camina más a prisa pero Wufei también acelera el paso, Relena se da cuenta de la persistencia y se detiene abruptamente, el pelinegro se detiene al estar algunos pasos delante de ella y se regresa, Relena suspira resignada y lo mira detenidamente cruzándose otra vez de brazos

Wufei. La invito un café

Relena. ¿Debo confiar en usted?

Wufei. Yo lo haría

Relena muestra una media sonrisa aceptando la invitación, Wufei sonríe y sigue a Relena quien comienza a caminar hacia una cafetería que se encontraba cera de ahí...

Quatre comenzaba a cansarse, tenía algunos minutos metiendo y sacando el miembro de Erick pero éste no conseguía su orgasmo, acariciaba los cabellos rubios y ayudaba a Quatre embistiéndole la boca, Ralph trataba de no concentrarse en los sonidos que oía porque comenzaba a sentirse excitado y no quería cometer una estupidez, si Erick se daba cuenta que estaba reaccionando así se iba a burlar y le iba a ofender como hacía con el rubio

Erick. Oh sí... eres bueno... ¡ha! Ha!

Quatre. Nhgg... nhg

El miembro caliente de Erick comenzaba a punzar dentro de la boca de Quatre, la saliva se mezclaba con algunas gotas de semen que escurrían de la barbilla del rubio, el rostro blanco de Quatre estaba teñido por completo de rojo al igual que el de Erick que estaba gozando placenteramente con los ojos cerrados y la cabeza inclinada hacia atrás, de pronto la espera termina cuando Erick por fin culmina en la boca del rubio quien al sentir el primer brote en su garganta se saca el miembro y el semen le comienza a caer sobre el rostro, Erick aprieta fuerte los cabellos de Quatre mientras siente el líquido salírsele hasta la última gota y poco a poco suelta los cabellos y el rubio suelta el miembro otra vez flácido de su compañero mientras llora con la cabeza agachada

Ni siquiera se atrevía a pensar en Trowa de la vergüenza que sentía, Erick abre los ojos y sonríe al ver el rostro de Quatre bañado en semen y lágrimas, el rubio no se limpiaba gota alguna y mientras él intenta acomodarse los pantalones la puerta del departamento se abre de golpe entrando Trant furioso, Ralph se levanta de la silla donde estaba y mira asustado a su amigo, Erick se acomoda los pantalones rápidamente y también voltea sorprendido, Trant fija su mirada en Quatre y aprieta los dientes con fuerza, enojado y sin prestarle atención a Ralph se acerca a Erick y lo agarra con fuerza de la camisa

Trant. ¡Hijo de Puta!

Sin pensarlo dos veces Trant le estrella el puño a su amigo en la cara y lo hace caer al suelo con el labio sangrándole, Erick lo mira fijamente con miedo y después se lleva una mano a la boca y después la mira observando sangre, Trant se acerca otra vez para intentar levantarlo y volver a golpearlo pero Erick sonríe con maldad

Erick. También eres maricón ¿verdad? te gusta éste

Trant se detiene al oír la afirmación de su amigo y lo mira sorprendido mientras que Quatre levanta poco a poco la mirada y observa a Trant, por su parte Ralph también se sorprende y por varios segundos los cuatro se quedan callados, Trant se pone firme y se aleja un paso atrás de Erick

Trant. ¡Lárguense antes de que los mate!

Furioso Trant evita la mirada de ambos, Erick se pone de pie y mira a Trant con asco mientras se aleja hacia la puerta al igual que Ralph

Erick. Debí de haberme dado cuenta, asqueroso homosexual

Ralph. Ya cállate Erick, vámonos

Ralph intenta calmar a su amigo colocándole una mano sobre el hombro pero él enojado mueve el brazo y sale del departamento, Ralph mira a su amigo y baja la mirada

Ralph. Lo siento

Sin decir más cierra la puerta y se va, Quatre vuelve a agachar la cabeza sintiéndose un ambiente muy incómodo, Trant saca de su pantalón un pañuelo y se acerca a Quatre, se coloca frente a él y se pone de cuclillas estirando su mano hacia la barbilla del rubio levantándole el rostro y con su otra mano dirige el pañuelo hacia el rubio pero él mueve su cabeza para librarse del agarre, Trant frunce las cejas y otra vez le hace voltear intentando la misma acción pero de nuevo el rubio mueve la cabeza acompañado de un pequeño empujón, Trant se molesta y con un poco de fuerza logra su cometido comenzando a limpiar el rostro de Quatre quien estaba completamente sonrojado con los ojos cerrados, Trant lo limpia por completo y tira el pañuelo al suelo observando fijamente a Quatre, él abre sus ojos poco a poco y desvía la mirada, los dos se quedan callados un tiempo, Trant se pone de pie y da la espalda a Quatre, el rubio levanta la mirada

Trant. Vete...

Sin que se lo digan otra vez, Quatre se pone de pie y camina a prisa hacia la puerta, coloca su mano sobre el picaporte pero no la abre, Trant se da cuenta y gira su cabeza levemente hacia Quatre quien recarga la frente sobre la puerta y empuña la perilla comenzando a llorar, aún se sentía asustado

Quatre. Gracias... de verdad gracias

Trant empuña las manos y aprieta los dientes volteándose nuevamente mientras escucha la puerta abrirse, y cerrarse de un golpe, Quatre se había ido corriendo, él voltea hacia la puerta y suspira

Trant. Es verdad Erick, soy homosexual y me gusta Quatre

Era la primera vez que Trant admitía que era gay aunque nadie le había escuchado pero aun así sentía un gran alivio haberlo dicho y aunque sabía que el rubio ya tenía a quien amar él le gustaba mucho y no perdía la esperanza de algún día llegar a conquistarle...

Duo ya había terminado de tender la ropa y cuando pasa por la sala ya no encuentra a Heero leyendo, creyendo que se ha ido tal vez a la tienda camina hacia la habitación sin cuidado pero la puerta de ésta estaba entreabierta, Duo se asoma sin querer y ve a Heero que se estaba vistiendo, acababa de salir de bañarse y pensando que Duo seguía en el cuarto de servicio había aprovechado para vestirse, el ojiazul estaba de espalda a la puerta sin ropa mostrando su cuerpo bien formado, el trenzado no puede evitar fijar su vista en el firme trasero de su amigo y su rostro se tiñe de rojo pero en vez de irse se queda mirando, Heero se pone la ropa interior subiéndola lentamente y el short también lo coloca dejando solo al descubierto su ancha espalda y después se pone la camisa, completamente apenado Duo sale de su ensueño y se aleja de la puerta con prisa hacia la cocina. 

Sin darse cuenta de que lo espiaban Heero sale del cuarto y regresa a la sala donde estaba su libro, el ojiazul voltea hacia la cocina y Duo lo mira sonriéndole apenado, Heero lo toma normal y decide seguir leyendo para su examen...

Wufei y Relena seguían en el café, habían conversado un buen rato, la chica la había contado al pelinegro sobre Heero y lo mucho que le quería sin hacer mención de ninguno de los otros tres chicos, y Wufei le había contado sobre Treize sin entrar en detalles de que era casado y esas cosas, ambos se habían caído muy bien pero viendo Relena que se le ha hecho tarde se despide de Wufei dejándole su número de teléfono de la casa y el celular, Wufei también le da el número de celular y se marcha a su Hotel mientras piensa nuevamente en el horrible plan de su jefe...

Quatre llega a su departamento con los ojos un poco rojos y directamente se dirige al baño comenzando a enjuagarse la boca, nuevamente un par de lágrimas le llenan los ojos y se agacha frente al espejo mientras llora, no iba a contarle a Trowa sobre lo sucedido, tal vez a Duo pero no quería hacer de eso algo más grande, después de todo no había pasado a mayores y no le habían violado, de eso debía estar agradecido, con Dios y con Trant...

Días después Heero recoge la pintura donde la había mandado a enmarcar y la lleva al lugar donde sería la exposición, todas las obras estaban cubiertas, se darían a conocer hasta que se abriera el evento, el ojiazul deja la pintura y regresa a su departamento para recoger a Duo, faltaba poco para que comenzara el evento y había dejado al trenzado vestirse mientras él llevaba el cuadro. 

Al llegar al departamento encuentra a Duo ya vestido, faltaban 2 horas para el evento pero aún faltaba él de arreglarse, en una hora Quatre y Trowa pasarían por ellos y se irían al evento para estar ahí antes de la apertura al público, Heero se mete a bañar mientras Duo se arregla el cabello... los dos ya se encontraban listos, solamente estaban esperando a sus amigos, Heero estaba nervioso mirando el reloj de vez en cuando y Duo sonreía al verlo, el ojiazul se da cuenta de eso y se sonroja; de pronto el trenzado se pone algo serio y Heero lo mira extrañado

Heero. ¿Qué pasa?

Duo. Quería comentarte algo

Heero. Dime

El trenzado agacha la cabeza unos segundos y después la levanta observando a Heero con tristeza, el ojiazul se preocupa

Duo. Es que yo... creo que debo volver con Quatre

La sorpresa de Heero no puede ser menos y solamente se queda callado, Duo suspira y nuevamente agacha la cabeza

Duo. Más que nunca me necesita y además ya terminamos con el cua...

Heero. No tienes que explicarme

Duo levanta la cabeza y observa a Heero quien le sonreía levemente, el trenzado se sonroja, era la primera vez que veía esa sonrisa sin darse cuenta que el ojiazul estaba triste de que se marchara pero debía comprender, Quatre iba a necesitar mucho de un amigo por lo que le sucedía a Trowa; el trenzado sonríe también

Duo. Me divertí mucho

Heero. Yo también

Sus miradas se unen en una por unos segundos hasta que el timbre suena, Duo se levanta con prisa y abre, eran Trowa y Quatre, ambos saludan sin entrar al departamento, Heero también se levanta y saca sus llaves del pantalón, los cuatro salen del departamento, el ojiazul apaga la luz de la sala y cierra la puerta. Todos suben al auto de Quatre, el ojiazul conduce llevándose a Duo de copiloto mientras Trowa y Quatre se van atrás, el ojiverde ya no tenía permiso para manejar porque Heero y Quatre se lo impedían. 

En el camino a la Exposición podía escucharse claramente que el ojiverde y el rubio se besaban, Duo y Heero estaban un poco incómodos, iban en total silencio, de vez en cuando el trenzado miraba a Heero de reojo pero él solo se dedicaba a manejar, Duo buscaba la forma de hallar un tema pero no se le ocurría nada así que el resto del camino se quedan callados, solo se oían las voces de Trowa y Quatre y la unión de sus labios... 

Cuando llegan, todos los artistas se encontraban ahí y algunos profesores e invitados, al público se le dejaría entrar después de que destaparan todas las pinturas frente a las cámaras de la televisión local, estaciones de radio y algunos periódicos. 

El profesor organizador reúne a todos sus alumnos en el primer cuadro del recorrido y después de un discurso del dueño, el profesor destapa el cuadro, era un desnudo femenino de una mujer de mediana edad recargada en un árbol, la técnica no era muy buena pero el cuadro no estaba mal, después de comentarios y fotos pasan al siguiente cuadro, se trataba de una pareja, hombre y mujer, ambos estaban abrazados en medio del fuego, la técnica era realmente muy buena, los comentarios no se hacen esperar y después de fotos y unas palabras del dueño también pasan al siguiente cuadro, así sucesivamente hasta que llegan al cuadro de Heero, antes de que lo destaparan Duo ya estaba completamente rojo

Profesor. El autor de la siguiente obra es Heero Yuy, uno de mis mejores alumnos, pinta al óleo y su técnica es muy variada

El profesor agarra la manta de una de las esquinas y la jala hacia abajo descubriéndose la pintura detrás de ella, todos se quedan sorprendidos por el cuadro de ese joven con mirada melancólica y algunos de sus compañeros hacen gestos al sentirse celosos de su técnica única, algunos miran a Duo dándose cuenta que se trataba de él y eso lo hace sonrojar más, Quatre sonríe a su amigo para animarlo

Profesor. Unas palabras Heero

Las miradas de todos se enfocan hacia Heero, él no estaba acostumbrado a hablar en público pero hace un esfuerzo

Heero. La pintura se llama... "Mar de desaliento" y... está dedicado a mi modelo y amigo, la persona más increíble que he conocido... Duo Maxwell

Los medios voltean hacia Duo y le toman fotos pero él solo miraba a Heero fijamente como si el tiempo se hubiera detenido, ni siquiera le molestaban los flashes de las cámaras, Heero también le miraba fijamente y aún después de que los fotógrafos dejan de tomarle fotos y se voltean hacia la pintura él y Heero se siguen viendo; mientras a solo tres metros de ellos estaba Relena observándolos, la chica había escuchado todo y verlos mirarse así le hace sentir un fuerte dolor en el pecho pero segundos después se da media vuelta y se aleja de ahí pero sin marcharse del lugar, el profesor continúa con el recorrido quedándose ahí los 4 amigos, Trowa y Quatre voltean a verse, el ojiverde le hace una mueca a Quatre y captando el mensaje los dos se alejan siguiendo al grupo para el recorrido, Heero y Duo estaban en la misma posición con el rostro sonrojado, el trenzado es el primero en reaccionar y sonriendo se acerca unos pasos más

Duo. ¿Por qué a mí?

Heero. Ayer cumpliste 2 meses desde que llegaste a mi vida

Duo. Heero...

Heero. No mentí cuando dije que eres increíble... eres bueno, tierno y muy fuerte, te admiro

Acercándose un poco más Heero estira su mano y pasa algunos cabellos de Duo atrás de su oreja, al trenzado se le inundan los ojos de lágrimas y se acerca más a Heero recargando la cabeza sobre su pecho, el ojiazul le atrapa por la espalda y cierra los ojos besándole los cabellos, el trenzado sonríe y levanta la cabeza, Heero lo mira fijamente y vuelve a pasarle cabello atrás de la oreja sin soltarle la espalda con la otra mano

Heero. Duo yo...

Duo. ¿Sí?

Heero. Quiero decirte que tú...

Con el rostro completamente rojo Heero intenta hablarle a Duo sobre sus sentimientos pero antes de completar su frase uno de los compañeros de Heero regresa a esa sala y los ve abrazados sorprendiéndose bastante, el ojiazul se da cuenta y suelta a Duo, el trenzado siente que Heero lo suelta y voltea hacia atrás, el compañero de Heero se sonroja

Freddy. Perdón por interrumpir

Heero. ¿Qué pasa?

Freddy. Es que el profesor quiere que regreses

Heero. Ya voy

Freddy. Si no puedes...

Duo. Ahorita va y no te preocupes, solo somos amigos

El trenzado sonríe contento secándose las lágrimas y camina a donde está el compañero de Heero sin darse cuenta que sus palabras hieren al ojiazul, estaba consciente de que Duo no le correspondía pero aun así le lastimaba escuchar que el trenzado no lo amaba como él le amaba... Heero también camina para seguir al resto del grupo, en otra oportunidad le diría a Duo sobre su amor, aunque él le rechazara...

Continuará...

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