lunes, 22 de febrero de 2016

El jardín de las delicias

Capítulo 27. Crepúsculo y Amanecer


Días tranquilos surgieron tras los últimos desastrosos acontecimientos, y aunque la policía aún no daba con el paradero de Dorothy, Dermail, quien es abuelo de la chica enfrentaría la primera sesión de su juicio en tan solo un día. Los abogados de la parte defensora y acusadora tenían ya su cuadro de testimonios, así como las pruebas que le inculpaban de los delitos por los que se le juzgaba…

A kilómetros de la gran New York, el chico llamado Tom había logrado conseguir el dinero que necesitaba Sylvia para ir urgentemente a la mencionada ciudad, pero no solo eso, había conseguido lo necesario para acompañarle, y es que desde un principio no pensaba dejarla marcharse sola de aquel poblado, y aunque la chica no se sentía del todo cómoda con esa situación, la aceptaba de buena forma, después de todo no había otra manera de hacer las cosas y lograr su objetivo: destruir a Dermail y salvar a su padre. Aunque la chica ignoraba el hecho de que aquel hombre, ya estaba a tan solo un pie de la cárcel.

Entre las personas que estaban llamadas a atestiguar se encontraban los empresarios a quienes Dermail había estafado, y entre otras personas, lo que llamaba la atención era el llamado a Duo, el ex miembro de The Wings tendría nuevamente que estar en aquel desagradable lugar, y ni siquiera sabía porque lo habían citado a él, así que el ex trenzado se encontraba nervioso, sin embargo, la presencia de Richard le tranquilizaba un poco.

En el primer día de juicio el ojivioleta no es requerido, pero en el segundo si es requerida su presencia. Eran casi las 12 del día cuando Duo entra por la puerta de testigos siendo custodiado por dos policías, en los asientos frente al estrado se encontraba su abogado sonriéndole para darle ánimos, así que eso le basta para sentirse seguro. Para comenzar el interrogatorio, el abogado acusador inicia preguntando su relación con el acusado, a lo que Duo responde acertadamente que ninguna, lo cual pone muy inquietos a los del jurado, pues no entendían porque la parte acusadora le había llamado si de antemano sabían que no había relación entre él y Dermail. Sin embargo, la sonrisa del abogado de la defensa se borra cuando el abogado acusador pregunta a Duo si le parece familiar el nombre de "Producciones Colmillo Blanco", el chico de forma natural responde que es la disquera que estuvo a cargo del grupo The Wings antes de su desintegración, la respuesta causa un poco de revuelo y el notorio sudor de Dermail.

De ésta forma, las preguntas continúan encaminadas a dicho tema, haciendo el abogado acusador un énfasis al informar que la casa disquera pertenece ilegalmente también a Dermail, por lo que nuevamente se causa un revuelo en la sala. Después de un par de sorpresas con respecto al tema, el abogado acusador, ante las miradas sorpresivas de los presentes, saca una foto de Erick, quien supuestamente había sido violado por el ex guitarrista, enseguida se causa un alboroto en la tribuna y tras denegar la palabra al abogado defensor, el Juez pide silencio y que se prosiga con el juicio.

Enseguida Duo da su versión de los hechos y lo que le dicen si bien no era del todo una sorpresa, lo hace sentirse incómodo, pues el abogado acusador declara ante el jurado, que Erick, ahora difunto, trabajaba para Dermail, y que había sido éste junto con su nieta, quienes habían planeado sentenciar al ex guitarrista. Dermail anteriormente había declarado que efectivamente había cometido algunos delitos y que Dorothy le había ayudado, pero aun así el que hubiera tantas pruebas en su contra representaba un asunto peligroso.

Tras un par de horas que había durado aquella segunda sesión, Duo sale de los juzgados en compañía de Richard, quien era el único que lo había acompañado, el ex guitarrista se veía realmente tenso. Ambos se dirigen al auto del abogado porque irían a comer

Richard. Estuvo denso
Duo. Bastante, te juro que ya me quería ir
Richard. Faltan un par de sesiones, realmente son muchos los cargos
Duo. ¿Sabes? Lo que dijeron de Colmillo Blanco realmente me dejó sorprendido, me siento inquieto
Richard. ¿Por qué?
Duo. Antes… de que chocara ese avión, Quinze hacía llamadas extrañas

Sin importarle que el auto de atrás casi choca con el suyo, Richard frena el auto y mira sorprendido a Duo, el chico lo mira a su vez sin entender

Richard. ¿Por qué no mencionaste eso?
Duo. ¿Es importante o algo así?
Richard. Duo, ese accidente ha sido muy extraño y lo sabes
Duo. Es verdad
Richard. No se encontró ningún cuerpo, los nombres que figuraban del piloto y copiloto eran de personas que habían muerto hace años
Duo. ¿Qué dices? Eso… no lo sabía

Richard. Es un caso que hicieron a un lado, por eso no te comenté nada. Nunca se supo tampoco donde se pudo estrellar ese avión y obviamente no se ha podido recuperar la caja negra, aun cuando la torre de control estableció contacto con el transporte

Duo. ¿Eso quiere decir…?
Richard. Sí, ese accidente pudo no haber sido precisamente un accidente

Sintiendo que le falta un poco de aire, Duo cierra los ojos y se agacha

Richard. ¿Estás bien?
Duo. Trowa me había dicho algo al respecto, pero no sabía de esos detalles
Richard. Te digo que es un caso que se dejó de lado

El ex trenzado se queda completamente callado, aún después de que Richard vuelve a arrancar el vehículo. Incluso el resto de la tarde la pasa serio, no dejaba de pensar una y otra vez en que Heero no había muerto víctima de un accidente, sino que había sido asesinado, eso le hacía sentir una enorme ira. Richard lo entendía con solo ver el rostro blanco del chico, y sentía pena por él…

Aunque habían pasado varios minutos desde aquel placentero acto, Quatre aún seguía acostado en la cama de su vecino, quien preparaba la cena. Desde la primera vez que habían estado juntos, cada noche se repetía lo mismo, al rubio ya no le molestaba del todo que solo fuera un objeto para Dave, aunque eso no era del todo cierto, sin embargo el ex bajista así lo creía y era feliz, aunque le dolía, prefería ser objeto de deseo y no el causante de un sufrimiento, además así alejaba los pensamientos que le ataban a New York. Después de un par de minutos, su nuevo amigo llega a la habitación con una mesa de madera y arriba de ella dos platos y dos vasos, sonriente el rubio se sienta en la cama, agarrando uno de los vasos

Quatre. Gracias
Dave. ¿Sabes? Estos días han sido increíbles, tú eres increíble

Más que feliz, el chico se acerca a Quatre y le da un beso en los labios, el cual el rubio no responde, solo continúa bebiendo de su vaso, y aunque el rubio era muy apasionado, Dave estaba de cierto modo acostumbrado a que fuera del sexo, el chico era frío con él. Al cabo de unos momentos de silencio, Dave se decide a hacer una pregunta incómoda para Quatre

Quatre. ¿Qué se supone que te responda?
Dave. Pues eso, que pasó allá de dónde vienes, a ti alguien te lastimó
Quatre. Tonterías
Dave. No me engañas

Al hacer una mueca de disgusto, Dave entiende que no es algo fácil de contar, sin embargo, Quatre harto de guardarse lo que siente, le cuenta todo lo que ha pasado con Trowa desde que estuvieron juntos por primera vez, no creyendo el chico lo que el ex bajista le contaba, sonaba a que el tal Trowa era un despiadado, pero es que el rubio había omitido detalles del cambio que había tenido el ojiverde

Dave. Ese maldito
Quatre. ¿Crees que es un maldito?
Dave. ¡Por supuesto que sí! Mira que tratarte como una cualquiera, haciendo de ti su objeto sexual ¡deberías refundirlo en lo cárcel!
Quatre. ¿Y si te digo que yo lo permitía?
Dave. ¿Qué?

Quatre. Era algo torcido, yo, era capaz de dejarme hacer si eso le hacía feliz a él, porque mi sueño era estar con él… pero poco a poco entendí que no era ninguna forma de amar, ni siquiera de mi parte, y me convencí en que odiarlo era la solución, pero entre más le mostraba mi enojo, él más quería dominarme. Ambos caímos en un pozo, pero mientras él luchaba por salir, yo me hundí cada vez más

Dave. Quatre… tú lo amas aún ¿cierto?

El rubio responde moviendo su cabeza y entonces Dave se entristece

Quatre. Y él me ama a mí, ha cambiado
Dave. ¿Cambió?
Quatre. Si ¿puedes creerlo? Y me da coraje que ahora se muestre así, pero aunque es de esa forma, también quiero estar con él, se supone que hice éste viaje para reflexionar, pero al parecer, vaya donde vaya, solo estoy tratando de huir, pero tengo miedo regresar
Dave. Es algo muy complicado ¿cierto?
Quatre. Sí… y lo que es peor, a veces siento que no puedo vivir sin sexo
Dave. Quatre…
Quatre. Pero no es así… es porque no me siento capaz de estar con él que busco satisfacerme de alguien más, así lo he sentido últimamente, creí que estaba mal, pero no soy más que un cobarde. Quiero hacer el amor con Trowa, lo deseo realmente, solo con él

Las palabras que decía Quatre resultaban un poco complicadas para Dave, jamás había escuchado un testimonio parecido, sin embargo había algo que entendía muy bien, y era ese deseo ardiente por estar con la persona más amada. Por eso sonríe tristemente y aleja de la cama la mesa con la comida, Quatre voltea a verle con sus ojos brillosos

Dave. ¿Y qué haces aquí?
Quatre. ¿Eh?
Dave. Jamás he sentido un amor parecido, tampoco una pasión desenfrenada, pero capto perfectamente que amas a alguien que te corresponde y no estás a su lado ¿eres tonto, ciego o qué?
Quatre. Pero antes él…
Dave. ¿Y qué importa el antes? Si tú mismo has dicho que solo quieres estar con él. Si eres capaz de amar a alguien aún a pesar de lo que te hizo, entonces creo que pensar en el pasado es tan ilógico como no estar a su lado
Quatre. Dave… entonces… yo ¿estoy equivocado?
Dave. No Quatre, es lógico que te sientas confundido, pero también es lógico, bueno, más que eso, es justo que regreses a New York, deja de esconderte
Quatre. ¿Lo crees?
Dave. Estoy seguro, así como te aseguro que él te está esperando
Quatre. Sí, él está… Trowa está esperando por mí

Aún con tristeza reflejada en su rostro, Dave vuelve a sonreírle a Quatre y se levanta de la cama, dirigiéndose al baño, ahí cierra la puerta y recargándose en ésta, se tapa la boca con una mano y sus ojos se cristalizan, había vivido los últimos días como en un sueño con Quatre entre sus brazos, pero no podía dejar pasar por alto la mirada perdida del ex bajista, por eso prefería que se fuera para ser feliz, aunque él se quedara sin el rubio…

Quatre no había perdido tiempo y se había vestido, lo que Irea, Catherine y el mismo Trowa no habían logrado lo había hecho un chico prácticamente desconocido, ahora él había entrado en razón, ahora veía las cosas desde otro ángulo. Tal vez era aquello lo que le faltaba, porque cuando oía a su hermana o a la pelirroja sentía que le atacaban, que estaban de parte de Trowa y en contra de él, pero aquella opinión imparcial le había hecho ver las cosas de manera distinta. Cuando Dave sale del baño después de haberse desahogado lejos de ser escuchado por el rubio, aunque él ignoraba de los dones empáticos del ex bajista, encuentra al chico en la sala, pareciendo que solo lo esperaba a él, cuando lo ve llegar Quatre se pone de pie y le sonríe

Quatre. Muchas gracias por tus palabras, mañana pienso tomar vuelo a New York
Dave. Entiendo
Quatre. Espera…

El rubio camina hacia la mesa de centro que tenía Dave en su pequeño departamento, ahí se encontraba un teléfono y junto a él una libreta de notas, entonces se toma la libertad de agarrarla y escribir en alguna página, después se la entrega a Dave, que al tomarla lee escrito el nombre del rubio y un teléfono, girando su cabeza hacia él lo mira sin entender

Quatre. Si vas a New York, llámame
Dave. Pero…
Quatre. Podríamos ser buenos amigos

Sonriéndole amigablemente se acerca a él y apoyando sus manos en los hombros del chico, le da un beso en la mejilla. A pesar de las varias ocasiones en que habían tenido sexo, aquel beso lo hace sonrojar más de lo que debería. Al separarse Quatre le mira de nuevo con amabilidad

Quatre. Te agradecería que no hubiera más despedida que ésta
Dave. No te entiendo
Quatre. Sí, mañana prefiero no verte
Dave. Entiendo, entonces… adiós
Quatre. Adiós…

Mirándolo por última vez con una sonrisa, le da la espalda y enseguida sale del departamento, cierra la puerta tras de él sin volver a mirar al interior del departamento, quedándose Dave de pie frente al pedazo de madera, sintiéndose triste, había compartido con aquel chico una cama y buenos momentos, no lo había conocido bien ni por mucho tiempo, sin embargo había dejado huella, aquella que el rubio solía dejar en cualquiera que pasara por sus brazos…

Después de haber despejado su mente de oscuros pensamientos y luego de una buena cena en el departamento de Richard, el ex trenzado se siente mucho más relajado que hace un par de horas mientras atestiguaba. Duo descansaba sobre uno de los sillones de la sala, había música de fondo y el abogado se acercaba con dos copas de vino blanco, entrega una al ex guitarrista y se sienta a su lado, pasándole uno de sus brazos por el hombro, Duo le sonríe y después se besan, mirándose unos momentos cuando se separan, el trenzado bebe de su copa y agacha la mirada, Richard lo observaba fijo

Richard. ¿Estás bien?
Duo. Tal vez te resulta algo atrevido pero… no quiero ir a casa ésta noche

Aún sin querer mirarlo, Duo permanece con la mirada hacia abajo, Richard sonríe enternecido y con la mano del brazo sobre su hombro le acaricia unos cuantos cabellos cerca de la oreja, atrayendo después su cabeza hacia él, Duo voltea y cerrando poco a poco los ojos comienzan a besarse, la lengua de Richard le acariciaba de forma sensual haciéndolo sonrojar. Al separarse ambos beben de sus copas y permanecen en la misma posición unos momentos

Richard. No es atrevido, además me encantará tenerte aquí
Duo. Gracias

Aquel amable agradecimiento le hace extrañarse, así que le mira con el rabillo del ojo y sin preguntar Duo le aclara

Duo. Por todo lo que has hecho por mí, por tus sentimientos y por no discriminarme por el hecho de que en la cárcel alguien abusó de mí
Richard. Tonto, eso no fue tu culpa, no creas que puedo ser prejuicioso respecto a eso

Nuevamente sin palabras permanecen en aquella posición, pero a cambio de insulsas palabras Duo sonríe con más entusiasmo del que estaba mostrando últimamente después de la muerte de Heero. El ex trenzado da un nuevo sorbo a la copa y después la deja sobre la mesa enfrente del sillón en el que estaban, se gira levemente hacia Richard y acercándose despacio le acaricia la boca con sus labios, dirigiendo ambas manos hacia el rostro de su abogado, cuando se separan por la falta de aire, Richard también prescinde de su copa, dejándola en la misma mesa en que Duo había puesto la suya, se sonríen antes de volver a besarse, al separar de nuevo sus labios, el trenzado aleja un poco a Richard

Duo. Deja llamo a Trowa
Richard. Está bien

El ex trenzado se levanta del sillón y camina hacia otra mesa de la sala donde estaba el teléfono, levanta el auricular y marca el teléfono de la casa de su amigo, Richard no resiste más y se acerca a Duo por la espalda, colocándole ambas manos en los hombros, comenzando a acariciarlos a la par, del otro lado la voz de Trowa suena tranquila

Trowa. ¿Diga?
Duo. Hola Trowa, soy Duo, no me esperen
Trowa. ¿Eh?

El ojiverde no sabía si había escuchado bien o no, pero cuando escucha el inconfundible sonido de unos labios sobre una piel entonces capta, Richard besaba de forma suave y gentil el delicado cuello del ex trenzado mientras aún le acariciaba los hombros

Trowa. Entiendo, suerte
Duo. Gracias

Apenado porque se había dado cuenta que Trowa entendía más que bien la situación cuelga el teléfono, entonces siente los labios del abogado sobre su oreja, aquel era un punto muy sensible en él así que siente un cosquilleo desde los pies hasta la cabeza, por lo que se gira hacia Richard y enseguida le rodea el cuello con ambos brazos, el abogado le responde enseguida con una de sus manos por debajo de la camisa, rodeándole la cintura y sus labios se encuentran de nuevo, de forma suave, incluso sensual, Duo experimentaba en los labios de su abogado una boca experta, con aquella experiencia propia de los años, era algo nuevo para él que le agradaba, pero aunque aquel beso resultaba una verdadera delicia, nuevamente se separan para tomar un poco de aire, en aquel lapso Duo aprovecha y baja una de sus manos del cuello de Richard, dirigiéndola hacia el pecho firme del hombre y acaricia sobre la ropa, sin dejar de mirar los ojos oscuros que le observaban atento.

Aún con su otra mano sobre el cuello y sin que ambos cierren sus ojos se atraen mutuamente y se besan, al separarse de nuevo se comunican con la mirada, acordando casi al instante donde preferían hacerlo. Entonces vuelven a cerrar los ojos y se besan otra vez, en ésta ocasión imprimiendo un poco más de pasión, aún sin abrir los ojos Richard pasa de los labios de Duo hacia su cuello, dando decididos pasos hacia delante, en cambio el ex trenzado los daba hacia atrás con un poco de torpeza, a pesar de lo sucedido con Erick y de lo que Kim le había hecho en la cárcel, se podía decir que prácticamente Duo solo había estado con Heero, porque todos sus encuentros sexuales habían sido hasta antes del ex vocalista solo mujeres, con las cuales era obvio que tomara el papel activo, por eso actuaba torpe

Richard. ¿Nervioso?

Con notable sonrojo en sus mejillas Duo afirma sin decir nada, Richard sonríe y mientras continúa dirigiendo al ex trenzado hacia el sillón donde antes bebían sus copas, al llegar hasta ahí el ex guitarrista se aparta un poco para quitarse la camisa, dirigiendo después sus manos hacia la hebilla del pantalón de Richard y comenzar a desabrocharlo mientras el abogado se quita uno a uno los botones de la camisa de manga larga que traía puesta, de nuevo sus labios se encuentran al tiempo que cumplen con su tarea.

Una vez que las prendas caen al suelo, enseguida el ex trenzado se apresura a desabrochar sus propios pantalones y empujarlos hacia abajo, Richard coloca sus manos en los hombros de Duo y lo empuja levemente hacia abajo, haciendo que se siente, lo mira de pie mientras se saca los zapatos y después de empujar con los pies sus pantalones, se hinca frente al chico y le comienza a besar el estómago, colocando sus manos en la cintura, Duo siente un estremecimiento al contacto y se remueve un poco en su lugar, soltando un suspiro cuando aquellas mismas manos comienzan a buscar terreno bajo el elástico de la ropa interior, comenzando a bajar lentamente la misma, poco a poco

Duo va quedando completamente desnudo frente a su abogado, sonrojándose al hallarse descubierto frente a él, Richard lleva la prenda hasta los pies del chico y le quita los zapatos y los calcetines, aventando lejos de ellos las prendas que cubrían antes al chico, el abogado mira los ojos violetas observarle fijamente y entonces le sonríe de forma tranquilizadora antes de volverse a acercar, ésta vez acercando su rostro a la entrepierna de Duo, el chico siente el aliento del abogado en él y se estremece ligeramente, observando fijo como la lengua del hombre se une en una caricia con su glande, sin evitarlo suelta un pequeño jadeo, Richard comienza entonces a explorar el miembro del chico, deslizando su lengua de forma diestra, desde los genitales hasta la punta, uno de los ojos de Duo se cierra mientras el otro lucha por continuar siendo espectador, sin embargo cuando el abogado lo introduce a su boca no puede ahogar un gemido, cierra ambos ojos y coloca una de sus manos sobre el cabello del hombre

La cabeza de Richard desciende y asciende lentamente, apoyando sus manos en las piernas de Duo, el ex trenzado gime lleno de placer, hundiendo sus dedos entre las hebras castaño oscuro del abogado, pero aunque estaba casi en la cima, el hombre se detiene, saca el miembro de su boca y reparte un par de besos antes de ponerse de pie, Duo abre sus ojos y su rostro se muestra aún más sonrojado, observando jadeante al hombre

Duo. Ri… Richard

Su respiración agitada y sus ojos brillosos hacen inmensamente feliz al abogado, pero aunque podía pasar toda la noche admirando esa imagen, decide continuar, bajando su propia ropa interior, mostrando ante al ex guitarrista su erección, los ojos de Duo vagan por ahí aumentando su sonrojo, pero Richard corta la concentración del chico y se acerca a él, mirándolo fijamente a los ojos, estira su mano y le acaricia la mejilla antes de sentarse a su lado, comenzando ambos a besarse, sus labios unidos no se separan aun cuando Duo abandona su posición al lado del abogado y se sube en él, separando sus piernas, una a cada lado del hombre

La mano derecha de Richard se posa sobre el pecho de Duo y después con dos dedos le sujeta un pezón, acariciándolo suavemente, Duo suelta otro gemido y separa sus labios de los de Richard, entonces él aprovecha para dejar de sujetar el pezón del chico y suplantar sus dedos con su boca, el ex trenzado mueve su cabeza hacia atrás sujetando la cabeza del hombre mientras él se deleita con el manjar frente a él, dejando después la zona y subiendo a besos hasta el cuello, bajando sus manos a las caderas del ex trenzado y después a sus glúteos, acariciándolos suavemente

Duo jadea cuando siente los dedos rodearle la zona anal pero sin introducirse en ella, sus piernas se tensan unos momentos, pero entonces se encuentra la mirada del abogado, ambos se miran unos momentos, después Duo mueve su cabeza para afirmar y coloca sus manos en los hombros de Richard, levantándose un poco, de nuevo siente las manos del hombre en sus glúteos, después la punta del miembro chocar contra su ano, luego una de las manos de Richard le suelta, seguramente para sujetar su propio miembro, lo confirma después cuando siente que poco a poco se va introduciendo en él, los músculos de su cuerpo se tensan ante la intromisión, apretando sus manos en los hombros del abogado, sus ojos se cierran por inercia y deja escapar un pequeño grito cuando está por completo dentro

Richard. ¿Estás bien?

La expresión de dolor de Duo le preocupan, pero el chico logra abrir sus ojos y le sonríe, respondiendo así a su pregunta, Richard también le sonríe y vuelve a sujetar las caderas del chico con ambas manos, Duo se sienta por completo, introduciendo lo mínimo que faltaba para ser uno, se muerde el labio fuertemente y ambos esperan a que el ex trenzado se acostumbre, mientras tanto se besan

Duo. Estoy listo

El abogado afirma un par de veces con su cabeza y comienza a mover las caderas del chico, de forma lenta, suave, sintiendo aún la estrechez que poseía el ex guitarrista, Duo a su vez sentía aquel miembro erecto invadirle, sentía oleadas de dolor y un poco de placer, pero sabía que pronto la jugada cambiaría, que el dolor se disiparía y se encontraría de frente al placer

Richard. ¿Así está bien?

Aún preocupado por Duo, el abogado le miraba atentamente, conocía muy bien aquella expresión de angustia ante un dolor que no se quiere evitar, pero a cambio de una respuesta verbal, el trenzado aprieta un poco más los hombros de Richard y se levanta un poco, dejándose caer de nuevo con lentitud, ambos cierran un poco sus ojos ante el movimiento

Richard. Duo…

Sin decir nada él, el aludido se abraza al cuerpo de su abogado, hundiendo su cabeza entre el hombro y cuello del hombre, comenzando a moverse por sí solo, utilizando un sutil vaivén de caderas de atrás hacia delante, sin salirse ni un poco

Duo. Ahh… haa

Sus leves y casi imperceptibles gemidos se oían muy cerca del oído de Richard, pero aunque lo hacía él mismo, Duo aún no se acostumbraba, aun así no esperaba quedarse quieto y completamente rendido, por eso se atreve a más, levantándose un poco y volviendo a bajar, dando sutiles saltos, completamente placenteros para Richard, en cambio para él eran dolorosos, pero aun así continúa, aventurándose a hacer los movimientos más pronunciados, sintiendo que poco a poco la fricción se reduce y el tan ansiado placer llega, inundándole los sentidos, para Richard la situación no era diferente

Richard. Aaah si… así

Los movimientos de Duo eran sensuales y rítmicos, su cuerpo se afianzaba más y más al del abogado mientras continuaba con el vaivén de sus caderas, arriba, abajo, adelante y atrás, alternando esos movimientos, causando oleadas de placer en ambos antes no experimentadas, aumentando el calor de ambos cuerpos, los cuales sudaban para liberar aquel calor, pronto algunos de sus sentidos comenzaban a reducirse, ojos y oído, mientras que el tacto se consolidaba cada vez más

Richard. Duo… ngh… ¡haaa!
Duo. Haa haa ¡ah! Haaaa

Aunque intentaba abrir sus ojos, su vista estaba nublada, los espasmos que comenzaba a sentir le hacían desequilibrarse, retorcerse, estaba llegando… la mano de Richard sobre su miembro, masajeando suave y después con fuerza le hacen sentir un placer aún mayor, sabía que no faltaba mucho para terminar, la contracción muscular se hace aún más violenta y poco a poco un ardor le recorre el miembro antes de hacer brotar la ansiada esencia, su cuerpo se estremece por completo y suelta un profundo gemido de placer ante la delicia del acto, Richard no se queda atrás y cuando siente aquella deliciosa contracción de las paredes anales de Duo ante su culminación, él no puede evitar derramarse dentro del chico, gimiendo también con fuerza, suspendiendo el tiempo en aquel preciso momento, todo a su alrededor había perdido la existencia y solo quedaban él y su placer.

Poco a poco el ex trenzado deja de apretar su cuerpo contra el de Richard y separa su pecho del de él, sintiendo húmedo su abdomen pero no le toma importancia, ambos aún jadeantes se comienzan a besar suavemente, después el ex guitarrista levanta sus caderas para que Richard se salga, sintiendo el abogado como parte del líquido depositado cae sobre su bajo estómago, sueltan sus labios y aun respirando con dificultad se miran a los ojos, el abogado besa con suavidad una de las mejillas del ex trenzado y atrayendo el cuerpo frente a él hacia consigo, se acuesta en el sillón, Duo que estaba cansado se acomoda cómodamente sobre el cuerpo del hombre, apoyando su cabeza en el pecho del mismo y cerrando sus ojos, Richard le besa los cabellos sueltos mientras acaricia la sudorosa espalda, ahora sus respiraciones eran más tranquilas que antes. Paulatinamente ambos se van quedando dormidos mientras la música que siempre les acompañó continúa sonando, aunque ninguno de los dos había prestado el mínimo de atención en ella…

Desde la llamada de Duo, el ex baterista había permanecido acostado en su cama pensando, no sacaba de su cabeza a Quatre, por más que él mismo había permitido que se fuera, no dejaba de extrañarle, de desearle, había pasado mucho tiempo desde la última vez que habían tenido sexo y él cada vez resentía más la ausencia de éste, siempre había sido demasiado activo en el terreno sexual, desde muy temprana edad había comenzado en ese mundo, por eso le resultaba más difícil, muy a pesar de haber cambiado, había cosas que no podían simplemente desaparecer.

Ahora incluso Duo se arriesgaba a continuar su vida ¿acaso él estaba perdiendo tiempo en esperar a Quatre? El rubio parecía odiarle, pero aunque sabía eso, no quería imaginar su vida al lado de alguien más que no fuera él, y estaba seguro que si Heero estuviera vivo, Duo tampoco se habría atrevido a buscar los brazos de alguien más, por mucho que esos dos estuvieran peleados. En esos momentos tenía envidia de Duo, incluso de manera instintiva se comienza a acariciar, comenzando con el cuello, bajando al pecho por debajo de la ropa, dirigiéndose a su abdomen, después a la entrepierna, la cual se comienza a rozar por encima de la ropa interior, cierra sus ojos en breves momentos, pero después se sienta rápido en la cama y saca su mano de debajo del pantalón, sujetándose la frente después

Trowa. Contrólate…

Aunque lo intentaba, las imágenes que acudían a su mente eran demasiado sugestivas, aunadas a los gemidos de Quatre que aún quemaban en su oído, así que no se resiste más, se levanta de la cama y se dirige al baño donde se baja los pantalones. No era alguien que usara demasiado aquella técnica, con quien revolcarse nunca le había faltado, pero ahora que sentía deseos de serle fiel al rubio no le permitían caer de nuevo, aun cuando había tenido un desliz en el Hospital donde se había regenerado.

Ahora su solitaria mano se acariciaba, provocándose placenteras sensaciones, pero no olvidaba que estaba solo, no compartía con nadie más ese placer, era solo suyo, se sentía vacío, pero su cuerpo reaccionaba bien, como el de cualquiera ante el contacto, aún a pesar del vacío aumenta el vigor, tocando toda la extensión del miembro, jalando con falta de sutileza, sus gemidos secos chocan contra las frías paredes del baño y entonces se derrama dentro del escusado, lanzando un último placentero gemido

Trowa. ¡Haaaa Quatre!

Él no estaba ahí, el rubio no estaba a su lado, ni viendo, ni ayudando, él simplemente no estaba ahí, sin embargo lo evocaba porque sus deseos superaban la realidad, y en esos momentos nada deseaba más que al rubio a su lado… Mientras él estaba igual que el ojiverde, pensando en la persona que amaba, Quatre estaba acostado en su solitaria cama, sin Dave, sin Trowa, sin nadie, estaba él solo, pero más que la ausencia física de personas, estaba solo, sin sentimientos que le alcanzaran más que los suyos, que a pesar de la reciente decisión le atormentaban, las lágrimas se asomaban y caían por sus mejillas, caían sobre las sábanas y se perdían, y él se seguía sintiendo igual, abandonado, perdido, sin rumbo alguno

Quatre. Trowa…

Aún tenía sus dudas, una parte de él las tenía, pero si no volvía al lado de Trowa en New York, jamás iba a poderse deshacer de la sombra de su pasado, si no intentaba superarlo, la oscuridad de su corazón jamás se iría, aun cuando todavía pensaba en lo mal que la había pasado con el chico, por mucho que se lo hubiera permitido, el pasado siempre resultaba una sombra que a pesar de la luz no se disipaba

La luz de una lámpara lograba filtrarse hasta la habitación al fondo del departamento, el reloj marcaba las 2 de la madrugada y a pesar de acabarse de levantar, escucha claramente como alguien se encontraba en la sala, seguramente trabajando, con la dedicación de siempre, le fastidiaba pensar que la semana apenas comenzaba y ese era el pan de todos los días, pero habían pasado años desde que se habían casado y eso le resultaba más familiar que ajeno. Sus pasos ligeros, casi mudos, no perturban la concentración de un hombre que no pasaba los 28 años, de complexión delgada y alta, con los cabellos ligeramente alborotados y aura imperturbable, en cambio, la mujer que se le acercaba, castaña, de estatura menor que la de él, emanaba un aura paciente, como la que tienen las personas que son capaces de pasar horas al lado de alguien, dispuestas a ayudar

Linda. Nel, vuelve a la cama
Nel. Lo siento cariño, tengo mucho trabajo
Linda. Vamos, mañana puedes continuar
Nel. Lo sé, es solo que estoy muy interesado en éste proyecto, lo entiendes ¿verdad?

Después de un largo suspiro que denotaba más comprensión que cansancio, la mujer se acerca al respaldo de la silla del hombre y le da un tierno abrazo

Linda. Si no lo comprendiera no estaría aquí
Nel. Gracias cariño
Linda. Bien, te veo en unas horas
Nel. Está bien, descansa

Después de darle un beso en la mejilla, la mujer se aleja de su esposo y regresa a la cama, de nuevo él vuelve a concentrarse en su trabajo, hacía un par de días que había comenzado a trabajar en ese proyecto y había puesto todas sus esperanzas en él, estaba convencido de que en el área recientemente explorada, se hallaban importantes yacimientos de petróleo no encontrados antes…

Al despertar lo primero que resintió fue no tener el delgado y hermoso cuerpo de Duo sobre el suyo, él ya no estaba desnudo, encima de su cuerpo tenía una sábana que le cubría, se talló un par de veces los ojos antes de levantarse del sillón y alcanzarse su ropa interior para colocársela, sin nada más puesto caminó hacia la gran ventana que se encontraba al fondo de la sala de su departamento, la cortina estaba cerrada, pero se movía de tal forma que era fácil adivinar que el vidrio se encontraba recorrido, Richard camina hacia allá y como bien sospechaba, Duo estaba recargado en la balcón, mirando hacia el frente, vestía solo con un pantalón, y el viento le movía su cabello suelto, haciendo ver su semblante aún más lindo, con ternura el abogado se acerca al chico y lo abraza con afecto por la espalda, depositando un suave beso sobre el hombro blanco

Richard. Buenos días
Duo. Buenos días

Casi imperturbable, el ex trenzado cierra sus ojos unos instantes y ambos se quedan quietos en esa posición hasta que Richard se suelta y se coloca justo al lado del ex guitarrista, Duo continuaba mirando hacia el frente y estaba tan serio que el abogado rogaba porque eso no significara que el chico estaba arrepentido de lo sucedido entre ellos la noche anterior, sin embargo, Richard es incapaz de expresar sus dudas, después de unos momentos el chico lo mira y le sonríe

Duo. ¿Tienes hambre? Soy pésimo, pero puedo preparar algo
Richard. No te preocupes, pedimos algo
Duo. Está bien
Richard. Duo…

El ex trenzado, que tras la propuesta de pedir comida preparada se había vuelto a mirar al frente, voltea cuando Richard le llama, mirándolo a los ojos, esperando que el hombre le dijera algo

Richard. ¿Estás seguro de esto?
Duo. No te entiendo
Richard. Mejor dicho ¿Estás preparado para esto?
Duo. Richard ¿Por qué me preguntas eso?
Richard. Yo no quiero que estés inseguro, que yo no pueda llenarte y…

Sin esperar a que continuara con la lista de las decepciones que podía llevarse a su lado, el ex trenzado se acerca súbitamente y lo hace callar con un beso, el abogado se sorprende por la acción y cuando Duo se separa lo mira perplejo, el ojivioleta en cambio le miraba fijamente, con un poco de dureza

Duo. La cárcel me enseñó a no ser nunca una marioneta, si no quisiera no estaría aquí, si no estuviera seguro de que quiero continuar no estaría aquí, si no quisiera estar a tu lado, tu compañía, no estaría aquí… no te quisiera mentir, anoche yo estaba muy vulnerable y tal vez adelanté las cosas, yo me apresuré, pero no fue nada forzado, nada que no quisiera hacer, yo no me arrepiento de anoche ¿y tú?
Richard. Es obvio que no

Ahora Richard es el que tiene el arrebato de acercarse a Duo, colocando sus labios sobre los del chico, el ex trenzado miraba el rostro de su abogado mientras le besaba y él le contestaba, poco a poco los cierra y rodea con sus manos el cuello del hombre, fundiéndose en otro beso más, Duo no sabía cuántos le esperaban al lado del abogado, pero sin duda por el momento era la persona a quien quería besar…

A pesar de las horas que llevaba en el Aeropuerto, aún no lograba tomar un vuelo que lo llevara a New York, había varios que iban hacia allá, sin embargo no había cupo, todos los asientos habían sido reservados en días anteriores, estaba desesperado, sin embargo cuando intenta desistir, un hombre que no se veía muy mayor se acerca a él con la confianza de alguien que le conociera de años, le sonreía ampliamente, a Quatre le parece muy extraño, sin embargo, se da cuenta que se dirigía a él y decide escucharlo, mirándolo fijamente, el hombre no aparta su sonrisa y estira un talonario hacia el rubio, Quatre lo mira sin entender

"Mi hijo viajaría conmigo pero no podrá tomar el vuelo, hace rato te vi preguntando en varias aerolíneas"
Quatre. ¿Y entonces…?
"Quiero venderte el boleto ¿no es obvio? Es un vuelo nacional, no habrá problema"
Quatre. ¿En serio? Muchas gracias

Muy contento, el rubio se abalanza sobre el hombre, dándole un abrazo, pero al darse cuenta de lo atrevido que ha sido se separa rápidamente, sonrojándose por completo, el hombre solo ríe y después de que Quatre se disculpa, los dos se dirigen hacia la encargada de los boletos de la aerolínea y le informan del cambio, el vuelo saldría en una hora, y como si se tratara de antiguos conocidos, el hombre y Quatre comienzan a conversar…

En casa del ex baterista, Catherine se encontraba ayudando a levantar algunas cosas de la mesa cuando se escucha el timbre de la puerta, una de las chicas del servicio intenta ir a abrir pero la pelirroja le detiene, indicándole que será ella quien abra, después de todo lo que más deseaba era seguir caminando como parte de su rehabilitación, al abrir la puerta se encuentra con la agradable sorpresa de la visita de Irea a quien la recibe con un beso en la mejilla, pidiéndole que pase, la rubia acata y entra contenta, Catherine pide un par de cafés a la chica de la servidumbre y las amigas se dirigen a la sala

Irea. ¿Y bien? ¿Hay noticias interesantes?
Catherine. Nada, lo mismo de siempre, Trowa triste, Wufei triste, la prensa acosándonos
Irea. Ya veo, es terrible
Catherine. Bueno, no todo está tan mal
Irea. ¿Por qué lo dices?
Catherine. Adivina quien la pasó rico anoche
Irea. ¿A qué te refieres?
Catherine. Duo no vino a dormir
Irea. ¿En serio?
Catherine. Sí, parece que lo de Richard es en serio, creí que le costaría más trabajo

La pelirroja no puede ocultar su rostro de tristeza, ella comprendía muy bien por lo que el chico había pasado, ella también había perdido al amor de su vida, solo que ella aún seguía en el hoyo, aunque nadie la veía, había noches en que aún lloraba, pero Irea lo sabía, ella podía sentir al igual que su hermano los sentimientos de los demás, sobretodo tratándose de la persona amada. La mano de la rubia se posa sobre la barbilla de Catherine y le mira fijamente, haciéndola sonrojar

Irea. Tal vez aún no lo supera del todo, pero Duo quiere continuar
Catherine. Eso lo comprendo, pero es duro
Irea. Lo es… pero para poder sobrellevar la vida después de una pérdida así, es mejor intentarlo ¿no crees?
Catherine. Irea…
Irea. Catherine, yo aún te sigo esperando

Apenada por aquella declaración, Catherine hace su cabeza hacia atrás y aparta la mirada, Irea comprende y baja su mano, sintiéndose triste

Irea. Creo que… mejor me voy

La hermana de Trowa no responde al comentario, realmente le incomodaba que su amiga le dijera esas palabras, pero no porque ella no le gustase, era porque tenía miedo, de volver a amar, de volver a llorar, de volver a perder, era un miedo que le atacaba día y noche, su mente no podía pensar en otra cosa que no fuera el sufrimiento por el que había pasado, cuando se había enterado de la traición de Chris, de cuando había visto la cruel imagen de una bolsa negra sacada de un hoyo cavado en la tierra a las afueras de la ciudad con el cuerpo destajado de la persona a quien más había amado, no podía despejar el insolente pensamiento de que si aceptaba a Irea, iba a volver a perder un amor, de que iba a volver a sufrir, de que posiblemente le haría daño a la rubia con la oscuridad que habitaba en su corazón.

Por eso era mejor dejarla ir. Irea se levanta del sillón y sin aceptar que una chica de la servidumbre la acompañara hasta la salida, se va. Apenas lo hace, Trowa se apresura a bajar las escaleras desde donde había visto la escena, Catherine le mira llegar y sorprendida lo examina

Trowa. ¡Tonta!
Catherine. ¿Por qué me dices tonta?
Trowa. ¿Vas a dejar las cosas así? Irea se va después de decirte su pensamiento ¿y tú la dejas ir?
Catherine. Pero hermano, compréndeme
Trowa. Tú me lo dijiste muchas veces, también hablaste con Quatre ¿pero no eres capaz de aplicarlo en ti? Estás dejando ir una oportunidad única
Catherine. Pero es que…
Trowa. No hay excusa… piensa en Chris

Enseguida las piernas de Catherine se sienten flaquear a pesar de encontrarse sentada, la sola mención de aquel nombre que era sagrado para ella le hacía sentir que el mundo se derrumbaba sobre ella

Trowa. A pesar de su engaño ella te amaba, piensa en cuanto le duele que estés así
Catherine. Yo… no sé qué debo hacer
Trowa. Si lo sabes

Desviando su mirada de la verde de su hermano, Catherine comienza a pensar en las palabras del chico, sabía que Trowa tenía la razón, en Duo tenía un ejemplo, incluso en Wufei, aunque no le conocía también en Noin, los tres habían perdido a sus grandes amores en situaciones trágicas igual que ella, pero solo ella se estaba hundiendo en un infierno interior, el ex trenzado había pasado días realmente terribles e incluso había intentado quitarse la vida, ella en cambio, aunque solo había llorado casi al borde de la locura, ahora era capaz de sonreír, de reír también, pero solo ella sabía completamente que estaba muerta en vida, solo ella conocía la magnitud de su dolor, tal vez no era ni menor ni mayor que el de los otros tres, pero si era diferente y sabía que si continuaba así terminaría matándole. Trowa se acerca a ella y le besa la frente, mirándola con ternura

Trowa. No la hagas esperar
Catherine. Hermano…
Trowa. Sé cómo se siente ella, porque yo también espero que él regrese
Catherine. Quatre…
Trowa. Así es

Secándose las lágrimas que había salido de sus ojos en esos momentos, la pelirroja se pone de pie con la ayuda de su andadera y camina hacia la puerta sin mirar a su hermano, Trowa la observa con orgullo y una sonrisa dibujada en el rostro, ve como la puerta se cierra al salir ella y respira profundo, sintiéndose contento… Cuando la pelirroja sale de la casa había aún algunos periodistas que esperaban impacientes porque alguien de la casa les respondiera algunas preguntas, sin embargo la chica les ignoraba por completo, dentro de su horizonte solo estaba la silueta de Irea caminando tranquilamente sobre la acera

Catherine. ¡Irea!

A unos cuantos metros de ella estaba la rubia, sin embargo no había alcanzado a oírla, aun así, un pequeño golpe en el pecho le hace comprender que tiene que voltear, llevándose una sorpresa cuando ve a su amiga ahí, dirigiéndose hacia ella, la rubia estaba sorprendida pero sonreía, mientras a los lejos se oían los sonidos de cámaras haciendo algunas tomas, faltando solo tres metros para alcanzarla, Catherine deja la andadera y camina lo que falta hacia Irea, casi cayéndose al llegar, sin embargo la rubia la sostiene con firmeza, sonriendo ampliamente, ambas se miran profundo a los ojos y la hermana de Quatre le ayuda a ponerse de pie

Catherine. Perdóname
Irea. ¿Por qué?
Catherine. Por hacerte esperar
Irea. Tonta

Sosteniendo sus brazos aún con firmeza, Irea se agacha levemente ya que no tenían estaturas tan dispares y ambas se funden en un tierno beso, los de la prensa no tardan en comenzar a hacer fotos y filmaciones, haciendo exclamaciones de sorpresa, pero a ninguna de ellas le importaba, esos tontos formaban parte de un mundo que no les importaba.

Al separarse se sonríen e Irea ayuda a Catherine a acercarse a su andadera, aun ignorando a la prensa se dirigen a la casa de los hermanos, pues seguro ahí podían hablar todo lo que tenían que hablar, porque Catherine debía ser sincera con Irea, debía decirle que aunque no la amaba estaba dispuesta a estar a su lado, porque le gustaba y de ello podía surgir algo realmente hermoso. La pelirroja aún tenía algunas dudas y muchos temores, pero estaba segura que con el tiempo estos se irían disipando…

Como siempre, como cada día, Wufei estaba al lado de Sally, cuidándola, velando por su bienestar, de vez en cuando se iba a casa de Trowa a tomar un baño, comía poco y dormía aún menos, el ojiverde le hablaba más fluido que días atrás, sin embargo él sabía que su ex compañero aún estaba resentido con él y no le culpaba. Esa mañana la ex tecladista despierta mostrándose muy agotada, como si hubiera hecho más ejercicio del que podía hacer, Wufei nota ese detalle, cada día Sally se veía peor y sabía que eso no era nada bueno para el bebé, los doctores aún no determinaban la causa, solo veían que poco a poco la mujer se consumía, y el ex guitarrista pasaba horas atormentándose, preguntándose si esa situación iba a cambiar.

Sin embargo frente a su amiga se mostraba normal, quería tranquilizarla, pero no la engañaba, ella veía el rostro de los doctores cuando le revisaban, veía sus caras largas y ese imperceptible negar con la cabeza, además no se podía engañar a sí misma, se sentía débil, sin ganas, aun así mostraba una sonrisa al ver a Wufei ahí, al pendiente de ella y del hijo de los dos. Pero ese día era distinto, Sally sentía un mal presagio, quizás ya no le quedaban muchos días, afortunadamente aún sentía a su bebé patear, seguramente él aún estaba bien y eso la hacía feliz. Difícilmente la chica voltea a ver a Wufei, cuya cabeza hacia el frente y los brazos cruzados le indican que estaba por quedarse dormido

Sally. Wufei…
Wufei. ¿Qué sucede? ¿Estás bien?

Como si le hubieran echado un balde de agua fría, Wufei da un pequeño salto y se acerca enseguida a la cama, Sally no se veía bien, se veía terriblemente mal, sus ojeras a más no poder y los brazos reposados sobre la cama como si pesaran igual que el plomo, le miraba con los ojos perdidos y estaba muy pálida, Wufei siente que su corazón se destruye al verla en tan deplorable estado, y sabía que de no ser por el cuidado de los doctores, las vitaminas y demás, el bebé seguramente habría muerto hace tiempo

Sally. No puedo más, debo decirte algo
Wufei. ¿De qué hablas?
Sally. Debes perdonarme
Wufei. ¿Por qué? No entiendo
Sally. Porque te… mentí
Wufei. ¿De qué me mentiste?
Sally. Wufei, me voy a morir, puedo sentirlo
Wufei. ¡No digas tonterías!

Casi al punto de las lágrimas, Sally se queda completamente callada, sintiendo un agudo dolor abajo del pecho, antes de que pueda decir algo, comienza a vomitar sangre, asustado Wufei se levanta del costado de la cama y corre hacia la puerta, pidiendo ayuda a gritos

Wufei. Ya no hables, tranquilízate
Sally. No es tuyo…
Wufei. ¿Qué dices?
Sally. No eres… el padre

En ese momento, toda la sangre del cuerpo de Wufei se sintió caer a sus pies, no podía creer lo que estaba oyendo de labios de su amiga, de la única persona en la que había confiado ciegamente siempre, pero cuando intenta decir algo más, la enfermera encargada entra en la habitación y apresurada se acerca a la mujer, enseguida entra un doctor y la comienza a revisar, Wufei aún estaba absorto, mirando a Sally fijamente, no sabía si sentía rabia o tristeza, estaba confundido. Las miradas que intercambian la enfermera y el doctor son inquietantes, sin embargo Wufei y Sally se miraban fijamente

Wufei. Es mentira… tu no… jugarías así conmigo
Sally. Esa semana yo… estuve con otros… porque te quería comprometer conmigo

Al oír aquella confesión ajena, el doctor y la enfermera vuelven a intercambiar miradas, en cambio las de Sally y Wufei no se habían apartado un solo momento, los empleados del hospital continuaban revisando a la paciente, Wufei da un paso hacia atrás con la mirada sombría, mirando los ojos de Sally, después mirando su vientre, aún trataba de asimilar todas aquellas palabras, sentía ganas de gritar, de huir, en esos momentos no sabía que debía de hacer, si pudiera ahorcaría a Sally en ese mismo instante, pero ella estaba muy enferma y en sus ojos rendidos podía verse la culpa, pero a él no le importaba, estaba molesto, demasiado

Sally. Lo hice por amor
Wufei. Cállate

Aún no sabía qué hacer, estaba paralizado, solo sabía que no quería seguir escuchándola. De pronto, al compás del sonido de la máquina conectada a sus signos vitales, los ojos de Sally se ponen en blanco y enseguida el doctor pide ayuda ante la situación de emergencia, las pupilas de Wufei se dilatan ampliamente ante lo que veía, más que nunca estaba odiando a la persona frente a él que estaba por morir, mientras el doctor y la enfermera le auxiliaban, Wufei se acerca a la camilla

Wufei. ¡Es mentira! ¿Me oíste?
Doctor. ¡Saquen a éste hombre!

Los gritos del ex guitarrista llegan hasta el pasillo y dos enfermeros entran en la habitación donde un furioso Wufei intentaba acercarse a la camilla, al ser sostenido por los brazos comienza a patalear

Wufei. ¡No me digas que no soy su padre!
Enfermero. Deje de gritar
Wufei. ¡Suéltame!... ¿Me oíste Sally? ¡No me digas que no soy su padre… porque aún no nace y ya lo amo!

A pesar de sus esfuerzos, Wufei no logra permanecer dentro de la habitación, los enfermeros lo llevan hasta donde ya no perturbe el lugar, ahí lo sueltan y el chino derrotado se tira de rodillas al suelo, comenzando a golpearlo con fuerza, comenzando a sangrar sus nudillos y después grita encolerizado, los hombres le miraban y sentían lástima, habían oído aquel grito desesperado, el de un hombre que había sido engañado, comprendiendo eso deciden dejarlo solo, Wufei no intenta ni siquiera un poco evitar llorar, de rabia más que de tristeza, porque no le importaba si Sally decía que se había metido con otros, él era el padre de ese bebé…

Tras el largo vuelo desde un alejado lugar, Tom y Sylvia llegan a New York, ambos cansados por el viaje, sin embargo la chica estaba más que deseosa por llegar a casa y contarle a su padre todo antes de ir a la policía, sin embargo cuando están en el aeropuerto, al acercarse a la salida, la periodista ve en un kiosco donde en varios periódicos locales se encuentra en la plana principal la noticia que tenía conmocionados a todos, el juicio contra Dermail, uno de los más grandes defraudadores de los últimos tiempos, la chica estaba pasmada ante la página principal de uno de los tantos periódicos con la noticia, Tom nota el rezago y se acerca a ella

Sylvia. Tom, ¿podemos comprar éste?

Haciendo cuentas mentales, el chico saca después un billete de 20 dólares y lo entrega al encargado del kiosco, el hombre le devuelve el cambio de su dinero, la chica agarra enseguida el periódico y se apresura a sentarse en el primer asiento que encuentra, abre enseguida la página especificada y Tom se sienta a su lado, posando los ojos sobre la noticia que la mujer leía bastante interesada. Todos los sucesos recientes, incluyendo la desaparición de Dorothy estaban ahí, Sylvia estaba más que sorprendida, pero aunque todo apuntaba en que ya no sería útil, sabía que tenía que presentarse, ella sabía algunas cosas que probablemente las autoridades no sabían, obviamente las noticias no tenían todos los detalles del juicio y posiblemente había declaraciones o pruebas que no estaban especificados en la noticia que leía, pero aun así su decisión no cambiaba, se presentaría al día siguiente en la sesión y diría todo, pero antes que eso iría a su casa…

Aún con dinero de sobra para poderse pagar un taxi, Sylvia y Tom llegan a donde la chica vivía con su padre, sin embargo la casa estaba bajo vigilancia, asustada se acerca rápidamente pero uno de los policías que la custodiaba le detiene

Policía. No puede usted estar aquí
Sylvia. Pero necesito…
Policía. Ésta zona está bajo vigilancia
Sylvia. ¿Y el hombre que vive ahí?
Policía. No puedo dar información de ello, por favor váyase
Sylvia. Pero yo soy su hija

Sorprendido y a la vez incrédulo, el hombre la mira con desconfianza, después sonríe burlonamente, seguro que aquella chica había visto algo en las noticias y quería sacar provecho de algo, por eso no le cree lo que dice

Policía. Por favor señorita, váyase
Sylvia. Pero…
Tom. Discúlpenos, ya nos íbamos

Agarrando a la chica del brazo la jala hacia él a pesar de que ella intenta resistirse, estaba muy enojada, con el policía y con el muchacho. Cuando están lejos del hombre, Tom suelta a Sylvia y se enfrenta a su mirada de reproche

Sylvia. ¿Pero qué te sucede?
Tom. Ese hombre no te va hacer caso, busquemos otra forma
Sylvia. Ti… tienes razón ¡Le hablaré a su celular!

Para mala suerte de la chica, el celular de su padre había sido inhabilitado para usarse por seguridad, así que ella es incapaz de comunicarse con él, estaba enojada y sabía que pronto se desesperaría, pero no se rendiría tan fácilmente. Por eso le propone a Tom que utilicen lo que les queda de dinero para comer en un lugar barato y se hospeden en uno de iguales condiciones, después de todo era poco lo que podían hacer por ese día…

Derrotado y después de descargar su coraje, Wufei vuelve para ver cómo se encontraba Sally, pero con la noticia que se topa se queda completamente mudo, con un aíre sombrío el doctor se había acercado a él y le había informado que la chica había entrado en coma, pero que sin embargo los signos vitales y todo lo relacionado con el bebe se encontraba bien, el ex guitarrista se lamenta que las cosas hayan resultado de ese modo, sobre todo por aquellos años en que Sally y él habían sido los mejores amigos.

El doctor encargado permite a Wufei entrar a ver a la ex tecladista, no sin antes que él le haya prometido que no se violentará de nuevo. El pelinegro se acerca a paso lento a la cama y ahí cerca se tira de rodillas, tocando difícilmente la mano inmóvil de la castaña, hundiendo su rostro entre las sábanas, apretando con fuerza su puño libre, aún dolido grita fuertemente, ahogándose su aullido entre las frías sábanas. La puerta de la habitación se abre, por ella entra un Trowa con cara de susto, en el pasillo se había topado con el doctor que se encargaba de la chica y le había informado de la situación clínica de la mujer, el ojiverde miraba fijamente la figura frente a él, Sally postrada en la cama y Wufei atormentado, temblando de pies a cabeza

Trowa. Wufei…

Inmune al llamado, el chino permanece en aquella posición, sus nudillos se notaban blancos por el esfuerzo de apretar su puño, decidido el ex baterista se acerca, estirando su mano hacia el hombro de su ex compañero, sin embargo no se atreve a tocarlo, solo continúa mirando la terrible imagen… Minutos después que Trowa llegara al Hospital a ver a Sally, llega Duo con la misma idea y encontrándose con la misma mala noticia, también había entrado a la habitación con pesar, Richard le esperaba afuera de aquel cuarto donde sabía que su presencia no era necesaria.

El ex trenzado y Trowa acompañaban en silencio a Wufei, ni siquiera se miraban entre ellos, estaban atentos a cualquier movimiento que su ex compañero hiciera, sin embargo el pelinegro continuaba igual, incluso parecía él quien estaba en coma, no se movía nada salvo el compás de su respiración. Por primera vez Duo y Trowa intercambian miradas, nada consoladoras, ambos pensaban lo mismo. Poco después Wufei levanta un poco la cabeza, mirando hacia abajo

Wufei. Yo soy su papá ¿verdad?

Tanto Trowa como Duo no comprenden de que habla Wufei, pero el tono de su voz era tan lúgubre que pesaba como un costal de plomo, nuevamente intercambian miradas de desconcierto y después vuelven a mirar al chico que aún no se atrevía a mirar otra cosa que no fuera bajo su nariz, su desconcierto aumenta cuando algunas lágrimas caen por las mejillas del chico

Duo. ¿De qué hablas?
Wufei. Tendrá mi apellido, vivirá conmigo… porque nadie como yo espera con ansia su nacimiento

Aún ni el ojiverde ni el ojivioleta lograban comprender las palabras de Wufei, el chino por fin se atreve a tomar bien la mano de Sally, y aun cuando siente que los labios se le queman le besa la mano, después voltea hacia ellos, sonriendo amargamente

Wufei. Sally dijo que no soy el padre

La sorpresa que la confesión causa en ambos chicos los deja helados, además de que la mirada perdida y aquella terrible y angustiante sonrisa de Wufei era para querer sentirse triste solo de verlas, Duo frunce el ceño con tristeza y lento se acerca al pelinegro, poniéndose también de rodillas le rodea el cuello con los brazos y cierra sus ojos, mostrando así su solidaridad, Wufei se queda inmóvil como si no sintiera ningún cuerpo cerca del suyo, solo aprieta un poco más la mano de quien fuera su mejor amiga, Trowa en cambio se acerca a Wufei, y como antes no pudo hacerlo, ahora le coloca una mano sobre el hombro y la aprieta un poco

Trowa. Claro que eres su padre, nunca lo dudes
Wufei. Gracias

Recobrando un poco la vida de sus ojos, Wufei logra sonreír, sintiéndose ahora apoyado y agradecido con sus ex compañeros. Aunque sin darse cuenta, poco a poco su corazón comenzaba a secarse ¿Cuánto más le faltaba experimentar y sufrir hasta caer al pozo de la locura? Porque la vida le había dicho después de muchos golpes que la felicidad no era para alguien como él…

Otra noche de arduo trabajo para él, era otra noche sin dormir al lado de la persona que amaba para ella. Pero esa noche en particular, un ruido fuerte proveniente del área de trabajo de su esposo la hace ponerse de pie, enseguida sale de la habitación y se dirige hacia allá, para alivio de sus nervios todo estaba bien, algo estaba tirado en el suelo y él estaba por recogerlo cuando ve la silueta de ella

Linda. ¿Qué sucede querido?
Nel. Nada, regresa a la cama
Linda. Pero te ves perturbado ¿no estás esforzándote demasiado?
Nel. No es importante, seguro estoy alucinando un poco
Linda. ¿Por qué lo dices?
Nel. Una tontería, regresa a la cama

Sin hacer más preguntas al testarudo de su esposo, la mujer se da media vuelta y regresa a la habitación, mientras él vuelve su vista de nuevo a las fotografías digitales en su computadora, sus ojos se entrecerraban debido al cansancio y la falta de luz natural, pero aun así decidía enfocar mejor

Nel. Es mejor que lo deje por hoy

Derrotado por ese día, el hombre se levanta del asiento frente a su escritorio personal y se dirige a la habitación después de apagar todas las luces, una vez que se pone el pijama se acuesta al lado de su esposa y antes de susurrarle un buenas noches, le regala un afectuoso beso en la mejilla, poco después cae presa del sueño. Al día siguiente esperaba no encontrarse con aquellas bromas de su mente y poder continuar con su trabajo…

Tanto Trowa como Duo habían dejado el Hospital después de haberle hecho compañía a Wufei por más de una hora, en la cual lo habían querido convencer de que tomara un baño, sin embargo no había querido, su deseo era estar ahí para cuidar a su bebé, porque era suyo, así tuviera la sangre de quien tuviera, era suyo y de nadie más. Duo había salido de nuevo con Richard después de cambiarse de ropa en casa de Trowa, el ojiverde se encontraba solo en la casa además de la servidumbre, y es que con motivo de su reciente unión, Catherine e Irea habían salido al cine y a pasear.

En la comodidad de la sala de televisión, Trowa veía una película cualquiera en el cable, la verdad es que estaba aburrido, no tenía nada que hacer, antes para matar esos ratos de ocio recurría al sexo, al alcohol y a las drogas, pero eso había quedado en el pasado, aunque ahora tenía mucho tiempo libre, realmente nunca había sido muy culto, así que la pasión por la lectura no era propia de él, tampoco era afecto a ver películas o televisión, para él no había existido mejor pasatiempo que la música, las mujeres, el sexo, las drogas y el bendito alcohol, el mejor compañero que podía pedir en las noches de soledad, pero ahora su falsa diversión y aquellos terribles vicios eran cosa solo de un pasado que quería olvidar.

Llevándose una sorpresa, Trowa escucha como el timbre de la casa suena, aún había servidumbre así que les deja el trabajo a ellas, seguramente se trataba de otro periodista que quería pasarse de listo, por eso no le toma importancia, sin embargo minutos después una chica de la servidumbre entra a la sala de TV, informándole que le buscaban, pero cuando él pregunta de quién se trata, ella solo responde que un amigo, Trowa se extraña ya que su círculo de amigos era realmente muy cerrado, por eso muy curioso se levanta del cómodo sillón y después de agradecer el aviso se dirige al recibidor, pero lo que ve ahí no le agrada en absoluto, al instante toda su postura se vuelve a la defensiva, enojado intenta buscar a la chica para reclamarle pera estaba solo él y aquella persona, con el ceño fruncido y apretando su mano derecha se acerca

Trowa. ¿Qué haces aquí?

La sonrisa de burla enfrente de él lo saca de quicio, sumado a aquella mirada con un aire de malicia, el ojiverde no lo resiste más y se acerca a esa persona, estando cerca levanta su puño con decisión a golpearlo, sin embargo se resiste, apretando su puño con más fuerza

Armand. Tranquilo, no vengo a violarte
Trowa. ¡Vete!

Furioso por aquella cruel broma, se acerca otra vez y le sujeta con fuerza de la tela de la camisa a la altura del pecho

Trowa. Márchate antes de que te lastime
Armand. Tranquilo lindura, no es necesario practicar el sadomasoquismo
Trowa. ¿Qué quieres?
Armand. Suéltame y te digo

Con molestia el ojiverde avienta ligeramente a Armand al soltarlo y no aparta su mirada furiosa de él, realmente tenía muchas ganas de machacarlo a golpes, pero suficientes problemas tenía como para hacerle caso a un loco que le provocaba, Armand se sienta descaradamente en el sillón y le mira con su sonrisa burlona, cruzando de forma lenta su pierna izquierda sobre la derecha

Armand. Mira, como ya obtuve tu cuerpo…
Trowa. ¡Ve al grano!
Armand. No te enojes… bueno, es que ahora mis intereses son otros
Trowa. ¿De qué hablas?
Armand. De que estoy hasta el cuello y mis padres me han dado la espalda
Trowa. ¿Y a mí qué?
Armand. ¿A ti qué? Pues verás, vengo a pedirte dinero

Ahora quien mostraba una sonrisa burlona era Trowa ¿Qué pretendía Armand? ¿Acaso realmente creía que él iba a darle dinero así nada más? Sin duda era un loco

Armand. No sonrías así, mira es simple, no creas que vengo a pedírtelo de la mejor forma, más bien vengo a ¿Cómo se dice?... ah cierto, vine a extorsionarte

El rostro de Trowa cambia radicalmente y se endurece, mirando fijamente a Armand, quien al ver la expresión del ojiverde vuelve a sonreír con triunfo

Trowa. Idiota
Armand. No te enojes, mira es simple, me he enterado que últimamente tienes problemas y escándalos entorno a ti y los tuyos, y pues ¿Quién crees que tiene pruebas comprometedoras?
Trowa. Explícate
Armand. Pongámoslo así… existe alguien cercano a mí que se revolcaba con alguien cercano a ti ¿entiendes?
Trowa. Joe…
Armand. Ay que listo eres, me sorprendes
Trowa. ¿Qué pruebas tienes?
Armand. Mira…

Del bolsillo trasero de su pantalón, Armand extrae un sobre amarillo pequeño y lo avienta sobre la mesa de centro en la sala de espera, Trowa observa al chico unos momentos antes de tomar el sobre sin abrirlo, después fija su vista en el sobre y después de abrirlo se lleva una sorpresa cuando ve el contenido, había fotos de Quatre y Joe teniendo sexo, la ira se apodera de él por la idea del chantaje y por ver a ese asqueroso hombre tocar a su querido Quatre, Armand sonríe con sarna al ver que hay efectos favorables en el rostro de Trowa

Armand. Como podrás ver, la prensa pagaría mucho por estas fotos, sin embargo no me quiero perder la oportunidad de chantajearte, por eso te las quiero vender a ti. Eres un tonto si creías que Joe no conservaría unas copias

Trowa lo mira furioso

Armand. ¿Qué dices?
Trowa. ¿Cuánto quieres?

El ojiverde ni siquiera lo había pensado dos veces, no dejaría que el asqueroso de Armand hiciera de Quatre la comidilla de la prensa sensacionalista, el chico sonríe satisfecho

Armand. ¿Cuánto? Por estas fotos te pediré algo razonable 500,000
Trowa. No, quiero todas las que tengas, no quiero volverte a ver nunca, véndemelas todas
Armand. Pero no sería divertido
Trowa. ¡Dime cuanto! Si no de aquí no sales y llamo a la policía, la extorsión es un delito
Armand. Ay que miedo
Trowa. ¡Basta! Decídete de una vez
Armand. Mmm no sé, esas fotos no son ni la mitad de las que tengo, yo te pediría 4 millones de dólares
Trowa. No me importa el dinero
Armand. Que romántico, quiero llorar

Satisfecho por el trato, Armand se levanta del sillón y agarra de nuevo las fotos que Trowa había aventado con asco sobre la mesa, sonriendo muy contento

Armand. ¿Cómo le haremos?
Trowa. Déjame estas y te deposito mañana
Armand. No lo creo, tanto dinero en un depósito levantará sospechas
Trowa. ¿Entonces qué quieres?
Armand. ¿Qué te parece al estilo Italiano? Acordamos día, hora y lugar, llevas el dinero en efectivo y yo las fotos
Trowa. ¿Cómo sabré que no tienes más?
Armand. No lo sabes, así como yo no sabré que realmente me llevarás el dinero, aunque viendo que eres todo un romántico creo que si lo harás por el niño bonito
Trowa. Avísame cuando decidas
Armand. Está bien, me encantó hacer negocios contigo lindura
Trowa. Lárgate ya

Más que molesto, Trowa sujeta el brazo de Armand y lo jala con fuerza, dirigiéndolo hacia la puerta, nadie de la servidumbre estaba cerca así que decide él mismo cerciorarse de que el chico se irá de su propiedad, abre la gran entrada de madera y sale junto con Armand, atravesando los jardines antes del gran portón de hierro, éste se abre con un dispositivo y Trowa sale junto con Armand para sacarlo definitivamente de ahí, el ojiverde lo tenía aún sostenido por el brazo, parecía que en la calle no había nadie, sin embargo un ruido como de algo caer al suelo les llama la atención, volteando enseguida ambos, detrás de ellos estaba un Quatre bastante sorprendido, había dejado caer su maleta que sostenía con la mano izquierda, desde su ángulo no se veía que Trowa estaba aventando a Armand para que se marchara por lo que interpreta mal la escena, el ojiverde se sorprende bastante de verlo ahí tan pronto e intercambia con él miradas, en cambio Armand sonríe con malicia y se acerca un poco más a Trowa mordiéndose el labio inferior

Trowa. ¿Quatre?
Quatre. Sabía que no podías cambiar
Armand. No te entristezcas niño lindo, que te consuele que Trowa y yo lo hemos pasado ardientemente bien
Trowa. ¡No es verdad!

Molesto el ojiverde avienta con fuerza a Armand, casi haciéndolo caer, Quatre no entiende que está pasando, pero no le importaba, por eso agarra de nuevo su maleta y les da la espalda, comenzando a avanzar, Trowa lo sigue sin importarle lo que haga Armand, él solo quería alcanzar la figura sublime y casi irreal de Quatre frente a él, cuando logra hacerlo lo sujeta del brazo izquierdo, Quatre deja de caminar, sin embargo se gira sobre sus talones y sin más le da una fuerte bofetada a Trowa con la mano derecha

Quatre. ¡Mentiroso!
Trowa. Quatre escucha…

Sin dejarlo hablar el rubio le estrella otra bofetada a Trowa con la mano derecha, dejando ésta vez la mejilla roja por los impactos, con su mano izquierda el ojiverde se sujeta la mandíbula y la mueve un par de veces a los lados, desconcertado mira al rubio

Trowa. Me abofeteaste
Quatre. Ay no ¿en serio?

Molesto y mostrándose un tanto caprichoso, Quatre arrebata su mano que Trowa le sujetaba y hace uso de la maleta para darle un golpe a Trowa en el costado, esto hace al ex baterista desestabilizarse y eso Quatre lo aprovecha para acelerar el paso y alejarse de él, mientras Armand reía divertido

Trowa. Espera te digo

Repuesto ya del último golpe, Trowa acelera el paso hacia Quatre y lo alcanza, volviendo a sujetarle el brazo izquierdo con la mano derecha, pero cuando el rubio intenta repetir la técnica de la bofetada con la mano dispuesta, el ojiverde le sostiene la mano agarrando la muñeca y mirándole fijamente a los ojos, Quatre estaba sorprendido de que le hubieran detenido el golpe

Trowa. Uno, estas malinterpretando las cosas, Dos, necesitamos hablar, y Tres, no dejaré que andes por ahí solo porque está oscureciendo
Quatre. Suéltame por favor
Trowa. No
Quatre. Trowa
Trowa. No, ya dije
Quatre. Déjame

Intentando poner resistencia, Quatre se mueve bruscamente hacia atrás, Trowa se da cuenta que así no llegarán a ninguna parte y lo jala con más fuerza, por inercia Quatre se estrella contra el pecho de Trowa, sintiendo todo el calor de su cuerpo, ambos se miran a los ojos, Trowa dirige su mano hacia la maleta de Quatre y la tira al suelo

Quatre. Pero que…

Sin previo aviso y tomándolo por sorpresa, Trowa sujeta la espalda del rubio y agachándose un poco lo levanta con fuerza, colocándoselo sobre el hombro como si fuera un costal de papas, el rubio no tarda en comenzar a patalear, estaba sonrojado y nervioso

Quatre. ¡Trowa estás loco!
Trowa. No hagas escándalo
Quatre. Bájame por favor
Trowa. No

Como si solo existieran ellos dos, Armand es ignorado completamente, mientras Trowa se encamina de nuevo hacia la gran casa y Quatre lucha porque lo baje, pataleando y gritando como si lo estuvieran secuestrando, aunque realmente ese era un secuestro, en cambio el ojiverde estaba satisfecho, estaba seguro de que solo así el rubio era capaz de entender. Armand los mira con enojo cuando se marchan, para él había sido una gran noticia que el rubio se hubiera ido con Joe, pero todo había salido patas para arriba y su plan había cambiado radicalmente...

Las dos chicas de la servidumbre que estaban por irse se sonrojan al ver la escena, Trowa entraba a la casa con un Quatre pataleando arriba de su hombro, las chicas se sonrojan, por la expresión tranquila de Trowa se notaba que el chico lo tenía todo bajo control, pero por el sonrojo de Quatre y su falsa lucha por ser soltado se notaba que aquello por lo que luchaba realmente lo estaba disfrutando. Ambas se marchan sin despedirse y tras él Trowa cierra la puerta

Quatre. Ya no seas ridículo, bájame

Sin decir nada Trowa sigue avanzando hacia la sala de televisión, el aparato aún estaba encendido, el ex baterista se acerca al amplio sillón frente al electrónico y avienta a Quatre sobre él, no de forma brusca pero tampoco suave, el rubio lo mira molesto, Trowa apaga por fin la televisión y se coloca frente al chico, cruzándose de brazos y mirándole fijamente

Trowa. No pienses mal
Quatre. ¿Crees que me importa? Hazlo con quien quieras
Trowa. Yo solo quiero hacerlo contigo

El rostro blanco del rubio se tiñe de rojo por completo y desvía su mirada, mientras en su corazón gritaba una y mil veces que él pensaba lo mismo, pero en ese momento pesaba más su orgullo que alguna otra cosa

Quatre. No digas tonterías… ¿Dónde está Irea?
Trowa. Salió con mi hermana, ahora son pareja
Quatre. ¿Qué dices?

Muy sorprendido el rubio abre ampliamente sus ojos, no le costaba mucho trabajo pensar en que eso algún día sucedería, pero no se lo esperaba tan pronto. Unos momentos se quedan sin palabras, Quatre pierde su mirada en la de Trowa y vuelve a sonrojarse, desviándola de nuevo

Trowa. ¿Por qué volviste tan pronto?

Quatre recordaba todas y cada una de las palabras habladas con Dave, pero la escena que lo había recibido después de que se había decidido intentarlo de nuevo con el ojiverde le había hecho sentir incómodo e inquieto

Quatre. Quería ver a Duo
Trowa. Mentira
Quatre. Es la verdad
Trowa. ¿Y por qué cuando viste a Armand conmigo te querías ir? Si el motivo de tu regreso era Duo lo que viste no debía tener importancia ¿o sí?

Al hallarse descubierto Quatre vuelve a evitar la mirada de su ex compañero, Trowa sonríe ligeramente ante el silencio el cual le decía mucho más que las palabras

Trowa. ¿Cómo se supone que me debo acercar a ti?
Quatre. ¿Qué?
Trowa. Me odiaste por todo lo que te hice, pero cuando intenté ser dulce también me rechazaste ¿Qué quieres de mí?
Quatre. No quiero nada, tampoco espero nada de ti
Trowa. Mientes de nuevo

La tensión era demasiada, las miradas, las palabras, el cuerpo casi perfecto frente a él, las insinuaciones, las directas, Quatre se sentía sofocado, sin embargo a la vez un sentimiento cálido le inundaba el corazón, sabía que provenía de Trowa y del propio, sin embargo se queda mudo

Quatre. No lo sé
Trowa. Quatre ¿aún me amas?

Los ojos del rubio se abren ampliamente ante aquella pregunta y su corazón se acelera desmesuradamente, no se esperaba ese tipo de cuestionamiento, y aunque la respuesta era un simple Si, para él resultaba mucho más complicada

Quatre. ¿Necesitas saberlo para inflar tu ego?

Sintiéndose cansado solo de oír esa pregunta, Trowa suspira y separa sus brazos, se coloca de cuclillas ante un sorprendido Quatre y apoyándose con una mano en el sillón le mira fijamente, el rubio se pone nervioso, sin embargo permanece quieto mirándole

Trowa. Solo necesito oír de tus labios si me amas o no, porque yo te amo realmente
Quatre. Yo…
Trowa. ¿Tan difícil es?

Apretando fuertemente sus labios, el rubio reúne todas las fuerzas para responder a esa pregunta, Trowa no dejaba de mirarle tan profundamente, tanto que él mismo sentía que se perdería en un hermoso abismo color verde esmeralda. Así pasan escasos segundos y Quatre está por contestar aquella pregunta con la respuesta que el ex baterista quiere oír, cuando es interrumpido por una conocida voz proveniente de la entrada

Duo. ¡Ya volví!

Tan concentrados estaban ambos en la mirada del otro que se sobresaltan cuando escuchan la voz del ex trenzado, Trowa se molesta un poco, sin embargo recobra su postura y se pone de pie, al ver Duo que hay luces provenientes de la sala de televisión se acerca a ésta y entra, llevándose una sorpresa cuando ve una conocida cabeza rubia que le daba la espalda

Duo. ¿Quatre?... ay perdón, estaban…
Quatre. ¡Duo!

Como si la escena anterior no hubiese sido tan tensa como la había sentido, Quatre se levanta rápido y con una felicidad que solo sentía a medias, se acerca a su amigo y le da un entusiasta abrazo que lo hace trastabillar, Duo sonríe apenado y contesta el abrazo, al separarse el rubio miraba a su amigo de pies a cabeza

Quatre. Te ves mejor
Duo. ¿Lo crees? Gracias
Quatre. ¿Cómo te sienta la libertad?
Duo. Bien, aunque aún estoy bajo vigilancia
Quatre. No entiendo
Duo. Tengo una orden de restricción, no puedo salir del país ni estar a menos de diez metros de centros nocturnos
Quatre. No entiendo
Duo. Erick está muerto Quatre, mientras no haya más testigos no se podrá concluir el trámite, necesito más testigos… pero no hablemos de eso
Quatre. Tienes razón, tenemos mucho de qué hablar

Aunque al ex trenzado le hacía feliz la idea de que ambos conversaran, había entendido que había llegado en mal momento, así que le dirige una mirada inquietante a Trowa, el ojiverde camina hacia ellos y al estar cerca le coloca una mano a Quatre en el hombro

Trowa. Hablamos luego
Quatre. Sí

Sin decir más el ojiverde se aleja, en ese lapso él y Duo se quedan quietos y callados, pero cuando el rubio se asegura que el ex baterista se ha ido, coloca ambas manos en los hombros de Duo y agacha la cabeza, el chico lo mira sin entender

Quatre. Me muero
Duo. ¿Por qué?
Quatre. Lo amo y soy incapaz de decírselo
Duo. No entiendo
Quatre. Olvídalo, cuéntame de ti
Duo. Si, vamos

Agarrando a Quatre por la muñeca lo jala hacia él y salen de la sala de televisión, tenían muchas cosas de que hablar y que mejor que comenzara él, ya que por lo visto Quatre no tenía muchos deseos de hablar. Cuando pasan por el recibidor, ven a Trowa de espalda a ellos llamando por su teléfono celular y al parecer no se había percatado de su presencia

Trowa. Sí, él no es muy inteligente ¿sabes?... por eso quise llamarte primero a ti… las fotos son de Quatre y un tal Joe, bastante comprometedoras… 4 millones de dólares

Al oír aquella pequeña charla en la cual solo oían al ojiverde, Quatre siente que se le revuelve por completo el estómago, Trowa estaba haciendo tratos con alguien para venderle unas fotos que él bien había visto de que se trataban, Duo le mira de reojo y poco a poco le suelta la muñeca, estaba casi tan sorprendido como el rubio, el cual miraba con ojos desconcertados a Trowa

Trowa. Gracias Richard, te llamo cuando me contacte de nuevo, adiós

Al oír el nombre de su nuevo novio, Duo también se sorprende y siente una punzada en el estómago, no sabía exactamente de qué iban las fotos pero seguro no eran nada decentes. El ojiverde cuelga el teléfono y ve frente a él dos pares de miradas molestas

Trowa. ¿Qué pasa?
Quatre. ¿Cómo te atreves?

Para que no extrañara la sensación de una bofetada, Quatre le regala a Trowa la tercera del día, desconcertándolo por completo, el ojiverde se agarra la mejilla y le mira sin entender

Quatre. Eres un cochino
Trowa. ¿De qué me hablas?
Duo. Explícate Trowa
Trowa. ¿De qué?
Duo. ¿Qué le estas vendiendo a Richard?
Trowa. ¿Vendiendo?

Ahora el ojiverde comienza a hilar todo el asunto y cuando lo entiende del todo se suelta a reír como hace tiempo no lo hacía, Duo y Quatre se miran unos momentos antes de volver su vista hacia el ex baterista

Trowa. No le estoy vendiendo nada, la verdad es que Armand vino a intentar chantajearme con unas fotos tuyas y de Joe
Quatre. ¿Qué dices?
Trowa. Por eso ese sujeto estaba aquí. Decidí seguirle el juego, pero cuando lo vea para el intercambio llevaré a la policía
Quatre. Ese maldito…

Duo no entendía muy bien porque no había visto a Armand ese día ni estaba al tanto de algunas fotos o algo por el estilo, sin embargo se sentía aliviado de que se tratara de eso y no de que Richard era un maniático que compraba fotos raras. Después de unos momentos de silencio, Quatre recuerda un fragmento de la conversación y se sorprende, enfatizando su mirada en Trowa

Quatre. ¿Te pidió 4 millones?
Trowa. Sí
Quatre. ¿Y tú ibas a pagarlos? ¿Por mí?
Trowa. Eso y más

Por el silencio que se provocó después, Trowa da por terminada esa conversación y como sabía que los chicos querían conversar, decide pasarles de lado, Quatre aún estaba asombrado y para cuando vuelve en sí, el ex baterista ya no se encontraba ahí, entonces el rubio mira a su amigo ojivioleta y éste le sonríe

Duo. No hay duda, te ama
Quatre. Lo sé

Sonriendo como hace tiempo no lo hacía, Quatre agacha su mirada y sonríe, se sentía un tanto extraño por la situación, desde la tontería de cargarlo al hombro, de hablar con él en la sala de televisión, de haberlo oído preguntarle acerca de su amor por él, del malentendido con la foto y de saber que sería capaz de pagar 4 millones a cambio de salvarlo de una inminente humillación, todo, absolutamente todo lo que había sucedido desde su regreso le parecía extraño.

Mientras iba en el avión, pensaba una y otra vez en cómo sería su encuentro con el ojiverde, imaginaba que sorpresivamente ambos se verían de nuevo y sin palabras irían uno hacia el otro y después de un emotivo abrazo se darían un fogoso beso; también imaginaba que él llamaba a Trowa desde el aeropuerto y el ojiverde iba a acudir hacia él, entonces al verse de nuevo, ahí en medio de tanta gente, se darían un apasionado beso sin importarles que les miraran; e incluso había imaginado que él llegaba a la casa del ojiverde y que al tenerlo de nuevo frente a él le diría que lo amaba y que los días lejos de él eran un infierno, entonces Trowa le diría lo mucho que le extraño y se darían un eterno beso lleno de fuego.

Había pensado en muchas más, distintas pero con el mismo final, él y Trowa por fin juntos después de tantas lágrimas, sin embargo, tanto soñar le había mostrado una extraña realidad y su encuentro había sido completamente distinto a como lo había imaginado, pero aún tenían una conversación pendiente, esperaba en ella encontrar uno de los tantos finales que había en su mente…

Su pensamiento de creer que aquello que había visto la noche anterior era una ilusión debido al cansancio y la falta de sueño, se ve disipada cuando a la mañana siguiente se encuentra ante lo mismo en su computadora portátil, las imágenes de reconocimiento le mostraban algo que en esos momentos le parecía increíble. De la habitación salía la mujer en bata de dormir mientras bostezaba, su esposo se encontraba guardando un par de cosas en un maletín, extrañada la mujer se acerca a él

Linda. ¿Vas algún lado?
Nel. Si, necesito llevar unas cosas
Linda. Te ves un poco alterado
Nel. No es nada, después de cuento, adiós
Linda. Espera… ¿no comerás nada?
Nel. En el camino, hasta luego amor

Rápidamente se acerca a la mujer y le besa los labios, después agarra el maletín y sale apresurado de la casa, dejándola inquieta por esa actitud… Después de veinte minutos de ligero tráfico entre su casa y el estudio donde trabajaba, Nel baja de su automóvil y se dirige a su lugar, no pasan muchos minutos antes de que un hombre se acerque a él, más bajito de estatura que Nel, cabello rubio ondulado y ojos tranquilos de color azul, sonriendo se acerca, colocándole una mano sobre el hombro

Peter. No te ves bien ¿pasaste mala noche?
Nel. No exactamente pero hay algo que tienes que ver
Peter. Enséñamelo

Enseguida Nel abre su computadora portátil y la prende, momentos después abre una carpeta y reproduce un programa especial de la compañía, hace aparecer una pantalla y en ella muestra una imagen casi de la extensión de la pantalla de su computadora

Nel. Observa esto

Dando un par de clicks en algunos botones del programa, la imagen se extiende y entonces comienza a acercarla, acomodando el contraste, el brillo y el color de tal modo que la imagen no se distorsione por el acercamiento, Peter se acerca con interés cuando la imagen cada vez va haciendo un acercamiento mayor, llevándose al igual que Nel una sorpresa. Debido a la distancia en la que se había tomado la fotografía, era difícil ver claramente al 100 por ciento todo, pero se alcanzaba a notar que en una superficie de tierra sobre el mar había dos hombres, no se veían con gran definición, pero sin duda eran dos hombres, enseguida Peter retrocede un poco, mirando fijamente la imagen, Nel, que ya no podía seguir acercando la fotografía, se gira en la silla para mirar a su compañero, el hombre sonreía

Nel. ¿Te das cuenta?
Peter. Increíble
Nel. ¿Qué hacemos?
Peter. ¿Cómo qué? Llamar a la policía, que se yo
Nel. Sí, aunque no podemos frenar nuestra investigación
Peter. Tienes razón, si no nos hacen caso desistiremos, no podemos perder tiempo
Nel. Sí, hoy mismo doy parte
Peter. Es impresionante, de verdad

Nuevamente ambos miran la foto con interés, les resultaba sorpresivo que hubieran tenido que presenciar algo así, era como en las películas, solo que en éste caso, sus vidas no eran tan emocionantes como las de los héroes del cine…

Ya era de noche en New York, Duo y Quatre habían terminado de charlar, cansado el ex trenzado optaba por darse un baño y después dormir, así que se despide de su amigo y sube a su habitación. Por su parte el ex bajista decide tomar un poco de aire, así que se dirige al jardín lateral, ahí se sienta bajo una palma, doblando las piernas y colocando sus brazos sobre las rodillas, aquella visión le traía recuerdos del pasado, sonríe al evocar la fiesta cuando habían celebrado su primer aniversario como The Wings, le parecía que había pasado más tiempo desde aquella noche, sin embargo no era así, pero en ese tiempo habían pasado tantas cosas que parecía tratarse de un pasado lejano, incluso le resultaba extraño que hasta hace unas horas estuviera en California, y ahora estuviera en New York, de regreso, para afrontarse a todo aquello que odiaba, para perdonar aquel pasado que evocaba en nubes grises ante sus ojos

Trowa. Te resfriarás

Al oír la voz de Trowa atrás de él, Quatre se gira ligeramente y le mira unos momentos antes de volver a mirar al frente, el ojiverde sin decir nada se sienta a su lado izquierdo, permaneciendo callados durante unos momentos, Quatre se atreve a mirar de reojo a su ex compañero y sonríe, la expresión tranquila y seria de Trowa en esos momentos le hacían ver realmente guapo, el ex baterista nota la mirada y voltea, mirándose los dos unos momentos

Trowa. Que nostalgia ¿cierto? Hasta hace unos meses formábamos una banda
Quatre. Sí
Trowa. Heero, Duo, Wufei, tú y yo, cuando comenzó todo, ninguno era amigo de nadie
Quatre. Es verdad

Sintiendo verdadera nostalgia por aquellos tiempos, Quatre sonríe con tristeza y apoya su cabeza sobre los brazos que estaban arriba de sus rodillas, suspira y después se queda callado

Trowa. Por esos días me eras demasiado indiferente ¿sabes?
Quatre. Lo sé
Trowa. Estaba confundido y creí sentir algo por Duo. Estaba convencido de que debía ser mío porque había fijado mis ojos en él, que tonto ¿verdad?
Quatre. Bastante

Para el rubio no era muy agradable escuchar de labios del propio Trowa que Duo le gustaba, y aunque sabía que algo entre ellos era imposible, no podía evitar sentir celos

Trowa. Después apareció Chris y nos encerró en aquel departamento. Yo me sentía feliz porque podía aprovecharme de Duo ahí, sin embargo todo salió mal y…
Quatre. Nos acostamos una vez
Trowa. Sí
Quatre. Te habías alcoholizado después de vernos a Wufei y a mí
Trowa. Sí… por primera vez yo estaba celoso

El rubio se sonroja ante aquella declaración, aunque ya hace tiempo le había quedado más que claro que eso había sucedido, el ojiverde sonríe un poco y después voltea hacia Quatre

Trowa. No fue solo porque estaba celoso que yo no resistí y te tomé
Quatre. No te entiendo
Trowa. Yo te había confesado que sentía algo por Duo ¿lo recuerdas?
Quatre. Sí
Trowa. El encierro nos había dado la oportunidad de conocernos más, incluso te había preguntado si ya éramos amigos ¿verdad?
Quatre. Sí, yo te contesté que sí
Trowa. Habrás notado que en ese momento yo era amable contigo ¿cierto?
Quatre. Sí
Trowa. Y que después cambié
Quatre. Sí
Trowa. Cuando yo te confesé lo de Duo, tú me dijiste que me querías ayudar a conquistarlo
Quatre. ¿Y qué con eso?
Trowa. Yo me enojé contigo entonces, desde ese día fue que cambié
Quatre. No entiendo
Trowa. Quatre, sin darme cuenta comenzabas a gustarme, me molestó el hecho de que quisieras que Duo y yo estuviéramos juntos. Lo que vi después con Wufei no fue más que la gota que derramó el vaso

Los ojos de Quatre se abren de nuevo en aquel día ampliamente por la sorpresa, aquello que Trowa le explicaba era completamente desconocido para él, quizás para el mismo Trowa lo era así hasta hace poco, pero ahora que lo sabía todo encajaba, Trowa había cambiado con él desde aquel día y él nunca se había imaginado que había sido después de esa conversación, ahora se ponía a pensar dolorosamente que si él no le hubiese dicho a Trowa que podía ayudarle con Duo, tal vez su amistad se habría podido fortalecer al punto de que el ojiverde de todos modos terminara enamorándose de él, sin que tuvieran que haber pasado por tanto sufrimiento. El cuerpo de Quatre temblaba imperceptiblemente, pero para Trowa no es así

Trowa. Vayamos adentro
Quatre. No
Trowa. ¿Estás bien?
Quatre. ¿Por qué nunca…?

Sintiéndose infeliz nuevamente, Quatre aprieta con fuerza uno de sus puños, mirando a Trowa fijamente mientras se contenía por no llorar

Trowa. Todo siempre ha sido mi culpa
Quatre. No es verdad
Trowa. ¿Eh?
Quatre. Yo debí darme cuenta, pero estaba tan concentrado en sentirme miserable porque no te fijaste en mí sino en Duo, que no percibí tu sentimiento
Trowa. Eso no justifica mis acciones
Quatre. Lo sé pero yo inicié todo, tampoco debí besar a Wufei
Trowa. Basta por favor, lo único que quiero es que el pasado quede en el pasado, Quatre, buscando culpables nunca llegaremos a nada, yo solo quiero estar a tu lado, amarte
Quatre. Trowa…
Trowa. Éste es el momento Quatre, si no arreglamos esto ahora, nunca podremos estar juntos, dime que sientes por mí

Nuevamente entre ambos se siente un momento de gran tensión, el viento soplaba ligeramente, se sentía frío, sin embargo el calor de sus miradas les mantenía firmes, Trowa pasa saliva en la espera de una respuesta, Quatre levanta su rostro de entre sus brazos y baja su pierna izquierda junto con el brazo izquierdo, apoyando éste último sobre el pasto

Quatre. Aún te amo

Respirando aliviado Trowa sonríe contento, era como escuchar una noticia de vida después de un caótico campo de batalla, el rubio sonríe con timidez, observando después como Trowa se acerca a él un poco más

Quatre. Trowa…

Como si fuera la primera vez, Quatre siente un fuerte escalofrío al tener a Trowa tan cerca, el ex baterista aún dudaba, más bien temía que el rubio le rechazara aquel acercamiento, por eso lo hacía con cautela, pero al verlo quieto se decide, apoyándose en su mano derecha para no perder el equilibrio, mientras con la izquierda sujeta el mentón de Quatre

Trowa. Te amo

Igual que la primera vez que lo había oído, Quatre siente que todas las fibras de su piel se mueven alteradas, ambos se continúan mirando fijamente hasta que poco a poco Trowa cierra sus ojos y se acerca más al rostro del rubio, él tiembla al verle acercarse, pero saboreaba aquel beso aún no dado, era como si sus labios hubiesen estado resecos desde la última vez que se habían encontrado con los de Trowa, por eso estaba sediento de ellos, comenzaba a cerrar sus ojos mientras observaba como los labios del ojiverde se entreabrían, entonces se da cuenta que los deseaba más que nunca y sus ojos se cierran por completo, abriendo después poco a poco también sus labios, cerrándose primero los del ojiverde sobre el inferior del rubio, lentamente, atrapándolo con suavidad, después el rubio los cierra, atrapando con ellos la boca de Trowa, son breves los instantes de aquel movimiento, sin embargo sentían como si fuera un momento congelado

Se separan un segundo y entonces acercándose aún más a Quatre, Trowa se inclina un poco más y con la mano en la cabeza del chico lo atrae hacia él para profundizar el segundo beso, permitiéndose explorar la boca del rubio. Era como beber agua en el pequeño oasis de un enorme desierto. Sus labios se movían de forma lenta, precisa, se conocían tan bien mutuamente que no hacían falta presentaciones. Los latidos del corazón de Quatre eran acelerados y su mente estaba inundada de los sentimientos que percibía de Trowa, tan intensos, tan profundos; el rubio comenzaba a saborear sal en los labios del ojiverde, pero no se trataba de otra cosa sino sus propias lágrimas, para el ex baterista no se trataba de algo que no entendiera, pues aunque sus ojos no se destilaban como los de Quatre, sabía perfectamente que los azules del rubio lo hacían por los dos, porque por primera vez, él también percibía los sentimientos de alguien más, de Quatre, del amor de su vida.

El mágico momento llega a su fin, como si el resultado de viejas batallas fuera un saldo en blanco ambos abren sus ojos sin temor, encontrándose sus miradas profundamente clavadas en la otra, un destello de ilusión les llena el rostro al verse mutuamente, ya no había dolor, el pasado seguía, testigo maldito de lo que alguna vez había sido, sin embargo aunque no lo olvidaban, tratarían de superarlo, así lo dan a entender cuando ambos se sonríen. Trowa baja su mano hacia la cintura de Quatre y aún a riesgo de perder el equilibrio lo abraza, incluso aún a riesgo de sentirse desvanecer, aprieta con mayor fuerza el cuerpo del rubio, como si con esa acción le fuera a tener para siempre.

Ambos sabían que las palabras sobraban, por eso se quedan en aquella posición, Trowa decide separarse y volverle a mirar a los ojos, viendo en ellos aún el brillo que las lágrimas habían dejado, le acaricia la mejilla, de pronto se encontraban nuevamente ante un beso, éste a diferencia del primero traía consigo la victoria de la primer batalla ganada, la más difícil, éste beso traía con él la pasión que le faltaba al primero, sin embargo conservaba la ternura y sinceridad del otro.

La mano derecha de Quatre se coloca en la nuca de Trowa y le atrae con mayor entrega, mientras la izquierda tantea el terreno debajo de ella, acostándose lentamente sobre el pasto un poco húmedo por el sereno, Trowa le sigue, usando ambas manos para apoyarlas sobre el pasto y bajar levemente, casi contactando su pecho con el de Quatre, se sueltan por la falta de aire y después de un suspiro el rubio abre sus ojos, mirando que Trowa le observa, como estudiando las facciones de su rostro, le sonríe y éste le devuelve la mirada, el rubio baja su mano y junto con la otra se colocan en las mejillas del ojiverde, los ojos azules le miraban con fascinación, como si aún no creyera en ese momento, porque numerosas veces esa había sido la imagen de un hermoso sueño del que siempre quería formar parte

Quatre. Estoy aquí, y tú eres real
Trowa. Sí
Quatre. Soy feliz
Trowa. Yo también

Sonriéndole nuevamente, Quatre levanta su cabeza del pasto y jalando el rostro entre sus mejillas para volverle a besar, mientras Trowa bajaba lentamente, dispuestos a volverse a besar, sin embargo cuando separan sus labios y están por cerrar sus ojos, un ruido extraño les interrumpe al mismo tiempo que los aspersores comienzan a distribuir agua en el jardín, Quatre emite un pequeño grito al sentir el agua fría sobre él y por inercia se levanta intentando sentarse, pero el cuerpo de Trowa lo hace rebotar y cae acostado sobre el pasto, soltando por consecuencia el rostro del ojiverde, permaneciendo con los ojos cerrados, Trowa le mira curioso y preocupado, pero antes de decir algo el rubio abre sus ojos y comienza a reír

Trowa. Quatre…
Quatre. Ya son las 8 ¿verdad?
Trowa. Sí, olvidé ese detalle
Quatre. No importa

Sonriéndole amablemente se levanta, ésta vez Trowa se hace hacia atrás para que Quatre pueda sentarse, aún el agua caía sobre ellos, pero eso no les importa y de nuevo sus labios se buscan, encontrándose en un nuevo beso, distinto a cualquier otro, siempre cada beso resultaba nuevo y mejor al anterior, cuando se sueltan, Trowa besa la mejilla de Quatre antes de ponerse en pie, después estira su mano hacia él y éste la acepta, poniéndose también de pie, una nueva sonrisa y después entran a la casa, dejando agua y huellas de zapatos en el piso. Suben por las escaleras, al llegar al final, Trowa se detiene y se gira hacia Quatre que le miraba sin entender

Trowa. Regresa a ésta casa
Quatre. ¿De verdad?
Trowa. Claro, pero, no quiero que uses la que era tu habitación
Quatre. ¿Por qué?
Trowa. ¿No es obvio? Quiero que compartamos la mía
Quatre. Ah… sí

Contento por aquella petición, el rubio se sonroja, entre ellos ya no había ningún secreto en muchos sentidos, pero aun así esa petición le demostraba que para Trowa su relación era seria, la idea lo emocionaba, no podía ver en su futuro más que la compañía del hombre al que amaba y que ahora también le amaba a él, aunque fuera un pensamiento rosa sabía que sería así, lo sentía en su corazón…

Duo que había oído voces en el pasillo asoma la cabeza por la puerta de su habitación, encontrándose la agradable imagen frente a él de sus ex compañeros compartiendo un nuevo beso, Trowa sujetaba con delicadeza las caderas de Quatre mientras él se colgaba de su cuello con arrebato, como exigiéndole la misma entrega, después de sonreír vuelve a su solitaria habitación, se tira en la cama y cerrando sus ojos comienza a evocar los recuerdos de la noche anterior, sonríe tontamente antes de abrirlos y morderse el labio inferior, Richard era sin duda un excelente amante, aun así, el recuerdo aún nítido de Heero le cruza por la mente, pero no borra la sonrisa de su rostro, vuelve a cerrar los ojos y mientras la imagen del ojiazul se va difuminando poco a poco se queda dormido… Al entrar ambos en la habitación, Trowa aparta sutilmente a Quatre de él y le sonríe, desconcertándolo, puesto que creía que en cuanto tocaran el suelo de la habitación se despojarían de sus ropas

Trowa. Ahora vuelvo, báñate primero si quieres

Como si no estuviera lo suficientemente desconcertado cuando Trowa lo apartó, ahora sus palabras lo habían dejado helado, el ojiverde con toda la naturalidad del mundo le besa la frente y dándole la espalda sale del cuarto, Quatre estaba casi en shock

Quatre. Debe ser una broma

Tomándosela como tal, Quatre se dirige hacia el ropero de Trowa y escoge algo de ropa interior, después agarra una toalla y entra al baño, seguramente el ojiverde le haría compañía más adelante, quizás había ido por algo para hacer de ese momento algo más especial. Sin embargo aquello no llegó, el rubio se había cansado de esperar y había decidido bañarse solo y salir, al hacerlo ahí estaba Trowa que le sonríe

Trowa. Ahora es mi turno

Tranquilamente pasa de lado a Quatre con sus cosas en la mano y entra al baño, dejándolo por completo perplejo, entonces el rubio entiende que algo no estaba bien y se entristece, ahora que parecía todo solucionado surgía una nueva incógnita, algo le sucedía a Trowa y en el semblante del ojiverde podía leerse claramente que no iba a hablar de ello, o por lo menos no pronto… Más tarde cuando el ex baterista sale de bañarse, Quatre le esperaba acostado en la cama, traía solo unos boxers y miraba hacia la puerta del baño con una mirada muy sugestiva, el ojiverde le sonríe y después de peinarse frente al espejo se dirige a la cama, se sienta primero y después de taparse con la sábana voltea hacia el rubio y le da un beso en la punta de la nariz

Trowa. Buenas noches

Dicho eso se acuesta boca arriba y cierra los ojos, Quatre estaba tan sorprendido que no lo podía creer, acababan de reconciliarse, estaban solos, semidesnudos y en la misma cama, sin embargo Trowa no lo estaba besando, ni acariciando, ni que decir de hacerle el amor, Trowa estaba acostado, a su lado con los ojos cerrados y él se moría de ganas

Quatre. Eh Trowa
Trowa. ¿Mmnh?
Quatre. No, nada

Entristecido se levanta de la cama y se dirige al baño, cierra enseguida la puerta y se mira al espejo, tenía los ojos enrojecidos, se moría de ganas por estar con Trowa y el muy tonto parecía que lo estaba evitando

Quatre. Seguramente está cansado, no, me lo hubiera dicho… Quatre, no seas lujurioso, es muy pronto para que nos estemos apareando… ¿apareando?

Reprochándose así mismo, el rubio se da dos palmadas en las mejillas y después se echa en la cara un poco de agua, pasados unos momentos sale del baño, Trowa ahora estaba acostado de lado, dándole la espalda a la puerta del baño, Quatre llega hasta la cama y se sube, pensándose a Trowa dormido se le acerca y le besa la mejilla, como él no reacciona asume que si está dormido

Quatre. Te amo

Aunque sabía que no le había oído, sus palabras sonaban con sincera ternura, después el ex bajista se acuesta mirando hacia el techo cerrando sus ojos. Trowa por su parte abre los ojos, en ellos también había tristeza, pero además de eso, incertidumbre, y aunque la luz estaba apagada, el brillo en ellos resaltaba en la oscuridad, imperceptiblemente su puño izquierdo apretaba las sábanas…

A la mañana siguiente Duo despierta lentamente, estirando sus brazos y piernas aún antes de abrir los ojos, a pesar de eso podía ver que era de día porque a través de ellos había luz, se decide a abrir sus ojos, sentándose lentamente, se rasca la cabeza y después decide ponerse de pie, se dirige al baño para ducharse. Segundos después la puerta de su habitación se abre sin que se dé cuenta. El ex trenzado se da cuenta que ha olvidado algo y sale del baño con confianza sin ropa ya que ya se la había quitado.

Un pequeño grito de sorpresa y un sonrojo en el rostro es lo que gana al ver que alguien está ahí, pero no cualquier persona sino Trowa, el ojiverde también se sorprende de ver así a Duo, aunque sus ojos curiosos no dudan en vagar por aquel bello cuerpo, sin embargo sabía que no estaba bien así que reacciona y le da la espalda al ex trenzado, Duo no tiene más remedio que regresar rápido al baño y colocarse atrás de la puerta, pero con la cabeza de fuera

Trowa. Lo… lo lamento
Duo. No te preocupes… ¿Qué quieres?
Trowa. Eeeh no, ya no importa

Apenado también por la situación, el ojiverde decide no hacer a Duo la pregunta que tenía formulada antes de encontrarse con tan bella visión, así que sin decir más se acerca a la puerta, pero antes de abrirla se detiene sin mirar

Trowa. Qué ironía
Duo. ¿Qué cosa?
Trowa. Hace algún tiempo habría dado cualquier cosa por verte así
Duo. Tro… Trowa…

Aún más avergonzado Duo se queda sin palabras, el ojiverde sonríe y entonces después sale, dejando al ex guitarrista con la duda de que pudo haber llevado a Trowa a entrar a su habitación. El ex baterista regresa a la habitación donde estaba Quatre, el rubio acababa de vestirse con uno de los cambios de ropa que había dejado antes de irse a París

Quatre. Hace un día lindo ¿salimos?
Trowa. Sí, pero hay algo que debes saber
Quatre. ¿Qué pasa?
Trowa. Se trata de Wufei

Después de haberse enterado de la noticia que Trowa le había informado, Quatre no oculta al instante la importancia de su amigo en su vida, así que le pide al ojiverde que lo lleve al Hospital donde se encontraba internada Sally. Ya ahí, al verle Wufei tampoco oculta lo importante que es para él ver a Quatre ahí, ni siquiera le había prestado mucha atención al enlace de las manos de sus ex compañeros, el ex bajista abraza con fuerza a Wufei, tenía los ojos enrojecidos, sentía por parte del pelinegro una inmensa tristeza que le había hecho estremecer, cuando se separan Wufei mira hacia la que fue su amiga

Wufei. Tienen que vivir las dos
Quatre. ¿Es niña?
Wufei. Sí

Haciendo notar en su rostro el único brillo hasta el momento, Wufei sonríe al pensar que tendría una niña, hace tiempo que lo sabía pero los últimos acontecimientos habían sido tan complejos que no lo había mencionado antes

Quatre. ¿Sabes? Yo también creo que tú eres su único padre Wufei, esa sonrisa solo la tienen los verdaderos padres
Wufei. Gracias

Aún ante la presencia de Trowa vuelven a abrazarse, el ojiverde siente una punzada en el estómago, pero aun así trataba de comprender que la situación no se prestaba para que él estuviera de celoso, aunque nadie podía culparlo por ello, había sido testigo de que esos dos habían estado juntos

Wufei. Gracias por venir, me alegra que ya todo esté bien

En ese momento Trowa nota que Wufei estaba muy bien enterado, pues aunque no se había fijado muy bien en la unión de sus manos se notaba que no pasaba desapercibido su nuevo estatus, ya no eran ni compañeros ni amigos, estaban juntos, eran amantes por fin, muy a su pesar Wufei se sentía feliz y tranquilo por ello. Trowa le sonríe

Trowa. Tratemos de olvidar cosas del pasado
Wufei. Sí

Como si el tema no le importara, Wufei se gira hacia Sally y dejando de estar cerca de Quatre se dirige hacia la cama, vuelve a hincarse y a tomar la mano de la que fuera su amiga, Trowa y Quatre intercambian miradas de pena y después vuelven a mirar al chino que parecía olvidarse de la presencia de sus ex compañeros. Por sus dones empáticos Quatre siente la tristeza y a la vez ira de Wufei, sus lágrimas comienzan a correr aunque no tenía deseos de llorar, Trowa se acerca y lo abraza, besándole la frente. Los dos hacen compañía a Wufei por un rato, en el cual el pelinegro no les había vuelto a dirigir la palabra, los ojos negros estaban siempre fijos en la fría cama en la que estaba el cuerpo aún tibio de su amiga…

Como era su cometido, Sylvia junto con Tom logran ponerse en contacto con Richard, cuyo nombre habían visto en las noticias que hablaban del caso de Duo, después habían investigado el número telefónico de su oficina jurídica. Antes habían intentado ir primero a la casa de Trowa, la cual Sylvia sabía muy bien donde quedaba, pero al ver afuera a tanto reportero habían decidido no acercarse, podía resultar contraproducente, por eso habían recurrido al método de hablar primero con el abogado del ex guitarrista. Ese día no se realizaría ninguna sesión del juicio sino hasta el día siguiente, lo cual les daba una ventaja ya que podían analizar mejor la situación…

Continuará…

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